Luis Fernández, en coito interruptus
Luis Fernández, presidente de RTVE, amenaza con abandonar la televisión pública antes de que termine su mandato. Se siente ninguneado con las últimas decisiones audiovisuales del Gobierno, y no está de acuerdo con un nuevo sistema de financiación que le deja sin capacidad de maniobra. María Teresa Fernández de la Vega, vicepresidenta primera del Gobierno, es quien lleva los pantalones (traje de chaqueta) a nivel audiovisual, y quien ha liderado la reforma del modelo financiero de TVE. Es decir, la supresión de la publicidad, el recorte de presupuestos, la creación de una Ley Audiovisual y el aplazamiento-suspensión de la construcción de una nueva y faraónica sede. Fernández, despechado, amenaza pero de momento sigue en su puesto.
Hasta siempre.
Mis familiares y amigos no se sorprenden cuando me ven con un excremento en la mano. En la otra suelo llevar la guía 'Huellas y señales de los mamíferos de Europa' (Bang y Dahlström) de editorial Omega. Les hablo de esta extravagancia zoológica porque, observándola, cualquiera podría adivinar que tengo una profesión apestosa: "no te acerques a él, debe ser crítico de televisión". Lo siento. He sido muy duro con el mundo de la tele. En estos momentos tan delicados sería muy injusto por mi parte no agradecer a este medio audiovisual, en clara expansión digital y evidente decadencia moral, haberme servido de excusa para escribir un blog. Y haber podido cobrar por hacerlo. En pleno bajón emocional debo reconocer que la televisión, como advirtió hace una década El aviador Dro, es nutritiva: me ha alimentado durante los últimos cinco años. Gracias por ello.
La cámara lo quiere.
Veo7, la televisión de El Mundo, definitivamente está haciendo historia en el panorama audiovisual español. Cuando parecía que nadie podría superar espacios tan magníficos, por imaginativos, equilibrados y bien realizados, como 'Doce horas sin piedad' o 'La vuelta al mundo', es la misma cadena quien eleva la altura del listón con otra obra maestra de la televisión contemporánea. Hablo de 'Es la mañana de Federico', un programa que arrancó ayer y que es, en palabras del propio Losantos, "telediario de autor, tertulia de amigos y conspiración de gente enfadada con lo que está pasando en España". Bien dicho.
Soy optimista por naturaleza. Fíjense hasta qué punto, que pensaba que José Luis Rodríguez Zapatero saldría por completo de mi vida el mismo día en que abandonase Moncloa. Creía que reformateando las neuronas, reiniciando la memoria y vaciando un par de veces los intestinos, Zapatero desaparecería para siempre de mi consciente y de mi subconsciente. Buenas noches, y buena suerte. Los presidentes que basan su gestión en el marketing, los fuegos artificiales y los gestos efectistas tienen estas ventajas: se disuelven en la historia como el algodón dulce en la boca. Pero las cosas no acostumbran a desarrollarse como uno tiene previsto. Me temo que recordaré a Zapatero durante el resto de mis días, porque nunca podré olvidar que fue el presidente bajo cuyo gobierno murieron las Tablas de Daimiel, uno de los humedales más bellos del mundo.
Un facha repugnante, pero honrado.
La BBC invitó anoche a participar en su programa político 'Question time' a Nick Griffin, líder del Partido Nacional Británico (BNP). Griffin es un ultraderechista de cincuenta años algo obeso, muy coloradote y completamente tuerto de un ojo, que fue elegido democráticamente y disfruta de dos escaños en el Parlamento Europeo. En la prestigiosa cadena británica se ha montado la marimorena: no es normal, dicen, que una televisión pública dé voz a un facha de semejante calibre. Muchos de ustedes pensaran que en Telemadrid, una televisión pública tan prestigiosa o más que la BBC, no sólo invitan habitualmente a individuos como Jiménez Losantos, sino que han dado programas a personajes como Curri Valenzuela o Buruaga. No tienen nada que ver, lo sé. Pero no se exciten ustedes, que ahora mismo se lo explico...
"Salvemos a los indígenas que vienen por allí", dice Milá.
Dos grandes noticias sacuden la casa de Gran Hermano (Telecinco), el puticlub más famoso de nuestro país (con permiso de 'Hombres, mujeres y viceversa' y el PP de Valencia). La primera es que Adam Jasinski, ganador de la novena edición estadounidense del reality, se ha gastado el medio millón de dólares del premio en drogas con intención de traficar. Concretamente compró miles de pastillas de un analgésico euforizante llamado oxicodona, una inversión que pensaba rentabilizar pasando las pirulas en garitos de la costa Este.
Buenafuente está donde se merece.
Buenafuente cumplió 666 programas en La Sexta al mismo tiempo que Sánchez Dragó, antes de llegar a los seis, se quedó sin el suyo en Telemadrid. Así es la vida. De dura y de incomprensible. De despiadada e injusta. Porque cuesta muchísimo trabajo entender el éxito de Buenafuente y el fracaso de Dragó, ¿verdad? Se trata de dos comunicadores modernos, inteligentes y progresistas que han sabido rodearse de un gran equipo humano y profesional. Recuerden que Buenafuente cuenta con Berto, el Follonero, Corbacho, Joan Eloi y la banda, la gente de El Terrat y La Sexta... Y Dragó con su hija, su mujer, sus gatos y Esperanza Aguirre.
AR cometió el error de su carrera.
Hace sólo diez días Ana Rosa Quintana entrevistó a Jyoti Amge, una adolescente india que, con apenas 58 centímetros de altura y cinco kilos de peso, está considerada la mujer más pequeña del mundo. Ayer la presentadora creyó cerrar de manera magistral el círculo freak que la mantiene al frente de las audiencias matutinas con Sultán Kosen, el hombre más alto del mundo, un gigante turco de 247 centímetros de altura (y unas manos de 28 centímetros y unos pies de 36,5). ¿El nuevo dúo sacapuntas? ¿La guinda a un proyecto de televisión extremista? ¿La cumbre de una carrera irreprochable? De ninguna manera. Ana Rosa cometió un grave error, posiblemente el mayor de su carrera (que ya es decir), al permitir que Sultán se le escapase, periodísticamente hablando, vivito y... coleando. Porque la grandeza de este turco descomunal no está en lo que vimos en televisión sino, evidentemente, en lo que no vimos... Paolo Vasile tiene que estar que trina: la escritora dejó pasar una oportunidad única. Desaprovechó uno de esos momentos que han convertido a una cadena como Telecinco en líder de audiencia. Me explico...
Una monja manifestándose contra el aborto.
Las imágenes de Telemadrid y los comentarios de sus periodistas no dejaban lugar a dudas: la manifestación en protesta por la reforma de la Ley del Aborto había sido un éxito. Pero no una sorpresa, puesto que a la gente de bien de este país siempre le han molestado este tipo de prácticas en suelo patrio. De hecho, durante años han mandado a sus hijas a abortar a Londres. Unos viajes que durante las dos legislaturas del PP, con Aznar como presidente, no fueron necesarios: en España se llevaron a cabo más de 500.000 interrupciones de embarazo. Pero ya saben cómo funcionan las cosas por aquí: nada más abandonar el poder, el conservador recupera la sensibilidad por el asesinato de niños y linces, y no duda en lanzarse a las calles a protestar contra la masacre.
El niño se había escondido.
Seguro que ustedes conocen la historia del Principito, un pequeño explorador espacial que recorría el universo en busca de alternativas sensatas a las conductas irracionales que mueven el mundo. Creado por Antoine de Saint-Exupéry, el diminuto y genial viajero de ficción encontró anoche un duro rival en el Telediario (La 1, TVE) de las nueve de la noche. Pepa Bueno se encargó de las presentaciones, y lo hizo a lo grande: durante el informativo dio paso nada más y nada menos que a cuatro conexiones en directo con el cielo de Denver, donde se supone estaba el protagonista de nuestra historia. Cuatro conexiones muy emocionantes, por cierto: un globo de fabricación casera con forma de champiñón gigante, de color plateado, volaba sin control por el cielo de Colorado, a más de 2.000 metros de altura, con un niño de seis años en sus entrañas. El pequeño, decía Bueno, se había subido en el aparato, "al parecer relleno de algún gas", había soltado la cuerda que lo sujetaba al suelo (al globo) y se había lanzado a la aventura aerostática.
La detención de Otegui, una noticia del futuro.
Quien piense que el periodismo languidece es que no ve la televisión. En la pequeña pantalla está teniendo lugar la verdadera revolución del mundo de la información. Una revolución que, atentos gurús puntocom de medio pelo y dueños de periódicos de papel, no tiene nada que ver con la irrupción del mundo digital y las nuevas tecnologías. El nuevo periodismo se ha instalado en la tele, y consiste en algo que podría parecer ciencia ficción: anticiparse a la noticia. El lector se merece eso y mucho más. Un nuevo y revolucionario sistema de captura de noticias futuras que, además de convertir a los redactores en semidioses, ayudaría a las empresas de comunicación a conseguir uno de sus principales objetivos: abaratar costes. Se acabaron los desplazamientos innecesarios, los rumores que hay que confirmar in situ, los taxis injustificados... Ni un movimiento en falso, ni un rodeo, ni una duda, ni un duro en combustible desperdiciado. Noticias a tiro fijo.
Carmen de Mairena es Franco.
Hay películas que son grandes simplemente por el casting. Es decir, por lo acertado de la elección de los actores. Por la química, más incluso que por la física, que existe entre el artista y el personaje que interpreta. Comuniones perfectas. Lazos que van más allá de un simple papel. Recuerdo parejas enternecedoras, como las formadas por Benicio del Toro y el Che, Jack Nicholson y el Joker, Arnold Schwarzenegger y Terminator o Eduardo Soto y Mortadelo. Uno de esos casos mágicos ha tenido lugar en nuestra querida televisión. Y es que nunca Francisco Franco pareció tan masculino, tan viril. Tan hombre. Tan humano... Jamás un actor se acercó tanto a la verdadera personalidad del sátrapa. Gracias a 'El intermedio' (La Sexta) todos aquellos que por su edad tuvieron la suerte de no conocer al Paco más famoso de este país, con permiso de Camps y España (Paco España, digo), tienen por fin la oportunidad de conocer la verdadera personalidad del que fuera Generalísimo de todos los ejércitos.
Gabilondo no ha logrado remontar su digno informativo
Juan Pedro Valentín aterriza en Cuatro como nuevo director de informativos, en sustitución de José María Izquierdo. El motivo del cambio es obvio: la baja audiencia de los noticieros de la cadena de Prisa, que en lo que va de temporada se han visto superados por los de La Sexta: un 7,9% frente a un 7,4%. Es pronto para decir qué puede aportar Valentín a Cuatro, evidentemente, pero se puede saber para qué ha sido fichado: más agilidad, modernidad, frescura... Valentín es buen periodista y buen tipo (Izquierdo también lo es), virtudes que no están al alcance de todos los que trabajan en televisión. Es el momento perfecto, eso sí, para analizar por qué han fracasado unos informativos tan dignos como los de Cuatro...
Pedro J. Ramírez, director del diario El Mundo, recuperó el tema de la fotografía de las hijas de Zapatero en una entrevista que le hizo ayer su propio periódico: «Si mi hija Cósima se viste así para una recepción, vamos, es que le doy una torta». Normal: Pedro J. es un liberal, como reconoce en el texto, pero también un esteta. Un tipo que, gracias a su gusto exquisito a la hora de elegir complementos, está perfectamente capacitado para dar consejos sobre vestuario. Recuerden lo sensacional que le queda cualquier prenda, incluso una tan elástica y ceñida como... los tirantes. De cualquier manera, y en caso de duda, Pedro J. siempre puede consultar con su mujer, Agatha Ruiz de la Prada, reina del buen gusto y la elegancia clásica.
La verdad desnuda. Eso es lo que está pasando con el Gürtel, un caso de corrupción masiva marcado por el vestuario de los protagonistas. Y es que si bien es cierto que arrancó con los impecables trajes de Camps, ahora parece que se ha aligerado de indumentaria gracias a las fiestas de Correa: "tías impresionantes y todos en pelotas".
El PP se está quedado en bolas, circunstancia que no parece favorecer la imagen pública de un Rajoy que, como todo buen deportista de sillón, es víctima de un evidente sobrepeso.
Dejad que los niños se acerquen a mí.
La criptozoología es la disciplina que estudia aquellos seres no reconocidos por la ciencia. Algunos seguramente se extinguieron hace tiempo, otros han pasado desapercibidos permaneciendo ocultos en lugares ignotos o pertenecen a la mitología popular. La mayoría son producto de las más desbordantes y creativas imaginaciones. Animales imposibles. Hablamos del Yeti y de Pies Grandes, del monstruo del lago Ness, del Unicornio, del Kraken o pulpo gigante, de ese tiburón enorme llamado Megalodón, de hermosos pterodáctilos voladores… Incluso del sangriento Chupacabras. Monstruos sin catalogar, apenas estudiados, fotografiados o filmados de mala manera, de cuya existencia sospechamos gracias a testimonios a menudo nerviosos y apresurados.
Imagen de 'FlashForward'
El calendario asegura que hoy es miércoles siete de octubre de 2009. Son los datos mínimos que debemos conocer para ubicarnos de manera correcta en la vida. Hasta ahí todo bien. Los problemas pueden aparecer cuando, pese a tener claro el tiempo en que vivimos, dudemos entre mirar hacia el futuro o hacia el pasado. En el Partido Popular, por ejemplo, lo tienen clarísimo: sólo miran hacia atrás. Pero hoy no he venido a hablar de política. Hoy quiero hablar de televisión, concretamente del conflicto que para el telespectador podría suponer el estreno, el mismo día y a la misma hora, de dos programas sorprendentes con enfoques muy diferentes sobre el tiempo y el espacio.
Telecinco apuesta por la crisis.
Esta noche Telecinco estrena 'Relato de una crisis' (00.30), primer título de una serie de reportajes sobre temas de actualidad que, bajo el título de 'InvestigaciónXpress', tiene previsto emitir la cadena a lo largo de las próximas semanas. Es una pieza de televisión digna, construida con mentalidad periodística, que aborda la recesión a través de las consecuencias en los ciudadanos. Un planteamiento efectista y un montaje ágil convierten en protagonistas a una mujer que puede perder su casa, un abogado sin trabajo, una vendedora de marcas de lujo, una joven obligada a prostituirse o los habitantes de uno de los pueblos con más desempleo de España. Sus miserias y opiniones dan forma a una pieza de periodismo televisivo que, en Telecinco, puede convertirse en una interesante excepción.
Adrià con las Fuerzas Armadas.
No he comido nunca en El Bulli, dicen que el mejor restaurante del mundo. Sin embargo durante más de un año disfruté del rancho de la Base Aérea de Torrejón de Ardoz. Permítanme por tanto que me descojone cada vez que veo el anuncio que se ha marcado el Ministerio de Defensa mezclando ambos conceptos. El toque blanche de Ferrán Adriá y el uniforme de camuflaje. La manga pastelera y el fusil de asalto G-36. El aire de zanahoria con concentrado de mandarina y el chusco de pan duro. La deconstrucción y la destrucción. La gastronomía molecular y la guerra química. La bomba de chocolate y la bomba racimo MAT-120 de fabricación aragonesa.
¿Corazonada de especulación?
Un periodista pregunta a Rajoy: "¿Cree que debería haber dimisiones en Valencia?" El líder del PP parece no haber entendido la pregunta, puesto que sonríe con húmeda indiferencia y contesta: "Creo que en Valencia están apoyando la candidatura de Madrid 2016". Podría parecer que su respuesta es una de esas salidas por la tangente tan habituales en políticos incapaces, pero no. Es mucho más que eso. Es una traición del subconsciente. O una declaración de principios. O quizá las dos cosas. Un gesto. La silenciosa confirmación de un paralelismo ideológico, de una hermandad en la rapiña, de una sincronía depredadora. De una manera soez de entender la política, el poder. Valencia y Madrid son el PP, una banda, una piña (podrida).
Esto si es jubilarse con una buena pensión.
Hoy es uno de esos días radiantes en los que la vida nos invita a ser felices. En realidad está nublado, diluvia y el viento corta la piel, pero las noticias que llegan son tan luminosas que es imposible no ser optimista. Muy optimista. Piensen que en estos tiempos de paro y crisis galopante se ha anunciado la jubilación de José Ignacio Goirigolzarri, consejero delegado del Banco Bilbao Vizcaya (BBVA), con una pensión de tres millones de euros al año. Un pedazo de brote verde, ¿no? Por si no lo saben, les diré que el BBVA es uno de los principales accionistas de Soitu, la web en que está colgado este blog. Desde El Descodificador sólo puedo mandar un fuerte abrazo a mi colega Goirigolzarri, desearle lo mejor en esta nueva etapa de su vida y pedirle permiso para, como ya no soy ningún chaval, frotarme las manos pensando en el subsidio que me corresponderá en el momento de mi retiro.
En GH se ha visto la sombra de un testículo.
A un concursante de 'Gran Hermano' se le ha salido un testículo. Son sólo unos segundos, en un plano lejano, movido y desenfocado. Además, al ampliarse la imagen pierde calidad: podría ser pellejo escrotal, de acuerdo, pero también una oreja a la plancha o un entresijo poco hecho. Por la posición, en plena ingle, lo más posible es que sea una criadilla. Pero también podría ser media ración de callos con garbanzos.
El testimonio es estremecedor, evidentemente, pero la calidad del vídeo que emiten en el programa de Ana Rosa deja mucho que desear. En un espacio en el que participan el Conde Lequio y Lucía Lapiedra los órganos sexuales y sus aledaños deberían verse no ya con todo lujo de detalles, sino en alta definición. El telespectador moderno, el que disfruta de ese gran invento que es la TDT, quiere ver los huevos de los concursantes de 'Gran Hermano', qué duda cabe, pero quiere verlos en toda su grandeza: en tres dimensiones, si pudiera ser.
Los conductores de los 'aprendices'.
Trabaja niño no te pienses
que sin dinero vivirás.
Junta el esfuerzo y el ahorro
ábrete paso, ya verás,
como la vida te depara
buenos momentos. Te alzarás
sobre los pobres y mezquinos
que no han sabido descollar.
Me lo decía mi abuelito
me lo decía mi papá
me lo dijeron muchas veces
y lo olvidaba muchas más
'Me lo decía mi abuelito'. José Agustín Goytisolo
La Sexta estrenó anoche 'El aprendiz', un programa de televisión sobre depredadores superiores. No se confundan, no es el clásico documental de National Geographic sobre tiburones, sino un reality para triunfadores, esa subespecie humana tan abundante en la España de nuestros días. La idea es magnífica. Los ejecutivos que han diseñado el formato habrán pensado que a usted, querido telespectador, nada le gustaría más que ser como ellos. Un triunfador. Un ser superior, alguien con clase, con categoría, muy por encima de sus propios amigos, familiares y vecinos. Así podría tener su Rolex, su Visa platino, su Audi, su restaurante en el que le llamen "señor", su cuenta en las islas Caimán… Incluso, ¿por qué no?, su carné del PSOE. ¡Qué coño, usted se merece eso y más!
En las últimas horas hemos podido ver en Telecinco dos imágenes pixeladas. En una de ellas lo que se escondía tras el retoque gráfico eran los rostros de las hijas del presidente del Gobierno. En otra, los difuminados cuadrados distorsionaban el enhiesto cipote de Dinio. La historia de la primera ya la conocen: el presidente se lleva de viaje oficial a sus niñas y luego pretende que no se hagan públicas las fotos. La del miembro del famosete cubano se la cuento yo: el tal Dinio mandó una cinta de vídeo a La Noria en la que aparece junto a una señorita en pleno centro de Madrid, nada menos que en la Puerta de Alcalá. No son las imágenes típicas de una pareja de turistas, puesto que bajo los arcos de tan señero monumento la señorita hace una felación a su compañero para que, inmediatamente después y mirando a Cibeles, la penetre por detrás.
España ignora a sus propias víctimas.
Andá haciéndote a la idea / de que pese a tu sanción / tu miedo y tus precauciones / te miro aunque no te vea... Te miro aunque no es lo mismo / te miro aunque no te escupa / Mi memoria es una lupa / que repasa tu sadismo. (Mario Benedetti)
¿Qué pensaría usted si familiares de tercer grado de Marta del Castillo se opusiesen a que se investigase el lugar donde podrían encontrarse los restos de la joven desaparecida? ¿O si se negasen a facilitar su ADN para una posible identificación del cadáver? La policía les consideraría, cuando menos, sospechosos. Pues algo parecido están haciendo los sobrinos de Federico García Lorca: bloquear los trabajos que se intentan realizar para descubrir los restos del poeta, y aclarar en lo posible las circunstancias de su muerte. José Saramago publicó el pasado 16 de septiembre un brillante y vigoroso texto en el diario El País, escrito junto a un grupo de especialistas en jurisprudencia, en el que decía que "España ignora a sus propias víctimas, somete a tormentos (según la doctrina del Tribunal Europeo) a sus familiares y desoye las obligaciones contractuales internacionales".
Mientras tratamos de superar estos despropósitos locales un juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, ha ordenado la búsqueda y captura internacional de tres miembros de las SS-Tetenkopf implicados en la muerte de tres españoles en Mauthausen entre 1943 y 1944. No es sencillo entender por qué perseguimos con tanto ahínco a esos nazis y no a los que, sólo ocho años antes, torturaron y asesinaron a García Lorca. El Comité de Derechos Humanos asegura que "los delitos de lesa humanidad son imprescriptibles". Pero lo que realmente cuesta trabajo entender por qué el PSOE, partido en el Gobierno, no muestra mucho más interés que el PP en acabar con la impunidad franquista y cerrar de una vez por todas esa herida gangrenada que es la memoria histórica.
¿Alguién entiende por qué está tan sonriente?
Acabo de leer 'Otra manera de cantar el tango', un libro que Felipe Mellizo escribió hace más de 20 años y que dormitaba en una librería de viejo. Se trata de una inquietante y sorprendente novela construida con historias cruzadas que es, en realidad, una guía secreta de Londres. Felipe Mellizo fue un maestro de periodistas (su hijo es maestro de guionistas) que, a mediados de los años 80, se convirtió en un personaje muy popular gracias a su forma sencilla y directa de presentar los informativos de TVE. Con Mellizo todo estaba muy claro: explicaba las noticias. Pero hoy no le recuerdo por su aspecto didáctico, por su lenguaje transparente, por su cultura amplia y relajada, sino por un detalle con el que engrandeció los informativos de la televisión pública: cerraba cada Telediario recomendando un libro. La guinda.
Imagen del biotopic sobre Paquirri.
Mucho ha tardado Telecinco en grabar y emitir un 'biopic' dedicado a Francisco Rivera, Paquirri, el personaje que reune todas las miserias de esa España vieja, decrépita, palurda, cotilla y pestilente que se niega a morir. La España que sobrevive en las páginas de las revistas del corazón, en la telebasura y en las plazas de toros. La España que se aferra al sol y las moscas, a la sangre y al chismorreo, a la haraganería y la superficialidad, a la religión y a la televisión. La España que alimenta Telecinco. La España de la que se alimenta Telecinco. "A los 25 años de su desaparición... hemos querido contar una ficción muy pegada a la realidad", asegura Manuel Villanueva, director general de Contenidos de Telecinco. Pero ¿a qué realidad se refiere Villanueva? Desde luego no a una realidad progresista que mira al futuro. La suya, hacer una autopsia a Paquirri a los 25 años de su muerte, es una realidad cañí.
Francisco Rivera mató cientos de animales, se santiguó y rezó, se casó con una reina de corazones y se divorció, virgen santa, para casarse con una folclórica, tuvo hijos a los que condenó a la fama y, finalmente, murió desangrado en una plaza de toros con la enfermería en blanco y negro. Ciertamente, carne de Telecinco. "Lo hemos realizado sin ningún tipo de complejo ni de prejuicios", asegura, como si hiciesen falta ese tipo de aclaraciones, el amigo Villanueva.
Dragolandia.
Fernándo Sánchez-Dragó presentó ante la prensa su nuevo programa de televisión desde el interior de un ataúd. El puñetero se hizo el fiambre, tumbadito en una caja y con la boca cerrada, pero cuidado porque lo que parecía una broma siniestra resultó ser una estrategia diabólica. Después de ver el pasado domingo el estreno de 'Dragolandia' (así se llama el esperpento), les puedo asegurar que el muerto está muy vivo: nuestra momia favorita hizo el programa acompañado por un rebaño de ovejas, su mujer, su hija y otro asno más. Los Dragó al completo chupando de la teta de Telemadrid, que es la teta de los madrileños, hasta succionar los 100.000 euros que cuesta cada programa. Televisivamente hablando el resultado fue lamentable. Un ejercicio de vanidad y egolatría que obtuvo una audiencia miserable: 4,8% de share (113.000 espectadores).
Los que mandan en Prisa.
Los periódicos nunca vienen solos. Cuando compras un diario lo normal es que también te lleves un Cd de música tradicional tibetana, una cubertería diseñada por Mariscal, un juego de cuchillos jamoneros, una jarrita con un chiste de Forges o un carrito de la compra con un surtido de productos de supermercado. Una bicoca. Piensen que gracias a la generosidad de Público, por poner un ejemplo, ya tengo tres ejemplares del DVD 'Diarios de motocicleta'. Para mantener a sus lectores contentos los periódicos no mejoran la calidad de la información, sino que acompañan el papel de fabulosos presentes a precios de auténtico saldo. Cuando nos acercamos al quiosco sabemos qué vamos a buscar, pero no con qué regresaremos a casa. Cualquier cosa excepto un manual de instrucciones, el único elemento verdaderamente imprescindible para disfrutar hoy por hoy de noticias, análisis y opiniones.
El 'salvador' de Telecinco.
"La televisión tiene una gran potencialidad para contar mentiras, para humillar. Lo tiene muy fácil para ensuciar el espíritu", asegura el actor y director Tim Robbins en una interesante entrevista del diario Público. Para valorar en toda su grandeza estas declaraciones debemos tener muy en cuenta que Robbins, californiano afincado en Nueva York, habla desde el desconocimiento absoluto de la programación de Telecinco. "La primera revolución sería cambiar la televisión, no duden de que es el mejor medio para dominarnos", sentencia el protagonista de Mystic River.
Albéniz quería ver el partido del Atlético de Madrid por el precio prometido. Muchas preguntas surgen al respecto: ¿Dónde se podía ver por un euro el Atlético-Apoel? ¿Cómo contratar una de las dos cadenas con fútbol de pago si las negociaciones están sin cerrar?
Albéniz está fascinado con un programa que emite Veo: 'La vuelta al mundo'. John Müller es el presentador, aunque a veces lo parezca el omnipresente Melchor Miralles, director general de la cadena.
Albéniz está preocupado por una fiesta declarada de Interés Turístico Nacional, que consiste en soltar un toro en el campo, perseguirlo con ayuda de caballos, amedrentarlo, y, finalmente, permitir que los mozos lo alanceen hasta que muera.
Albéniz está preocupado por la proliferación de defensores: del menor, del pueblo, del paciente, del lector… incluso del telespectador. Y esto le lleva a plantearse una cuestión: la sobreexposición de menores y la actuación de éstos dependiendo del caso.
Albéniz cree que Telecinco ha conseguido llevar a cabo el matrimonio perfecto. Ha juntado en un mismo programa a Jiménez Losantos, "el rey de la radio putrefacta", y a Ana Rosa Quintana, "la reina de la tele en descomposición". Hacen "una pareja de ensueño".
Cuando los niños lloran y patalean, y los padres son incapaces de controlarlos, el chaval acaba de engorilarse. Para Albéniz, gran parte de la programación se basa en mostrar el engorilamiento de ciudadanos, presentadores, invitados y tertulianos. Así nos va...
Albéniz está ilusionado por una gran noticia televisiva que ocurrió anoche: Telecinco emitió una producción propia que no daba arcadas. Que no revolvía los intestinos, que no daba vergüenza ajena: 'La ira'.
Javier Pérez de Albéniz es El descodificador.Tiene un blog, una parienta, una niña, un perro, dos caballos, un huerto, un libro de Walt Whitman, una Gibson acústica del 78 con las cuerdas nuevas, todos los discos de Mississippi John Hurt, una foto de Kipling junto a otra de Johnny Cash, un mapa del Kala Patar (5.545 m)… Y una tele vieja que se ve como el culo.
Una buena dosis de country, blues y, por supuesto, rock and roll. »
Un GIF animado de poco más de 1 minuto de duración en el que ha resumido la trama completa de La Guerra de las Galaxias
En: abadiadigital.com
Recomendación: mami
¿Cuál añadirías?
En: E-Campanya
Recomendación: Albert Medrán
Las 5 mejores series de televisión
En: E-Campanya
Recomendación: Albert Medrán
Hasta el próximo fin de semana, en Pamplona
En: navarra.es
Recomendación: Jara Rocha
40.000 espectadores entregados asistieron a una nueva descarga de la última leyenda del rock americano: Springsteen
Tom Waits ofreció un concierto intenso, teatral, sorprendente y en ocasiones deslumbrante.
Una selección de la primera mujer fiscal del Estado, recorre en tres discos la historia de EEUU.
Un doble cd con 34 magníficas canciones antiguas.
Quien escribio esto no merece otra cosa que una patada en el culo... José María García, como una decrépita niña del Exorcista, abrió la boca en el programa de Quintero y ... soltó su bilis. Pero los telespectadores no pudimos rebozarnos en esa plasta verde. Fue una entrevista-'interruptus'. Y digo 'interruptus' porque en TVE decidieron, tal y como explicaron con unas asépticas letras blancas sobre fondo negro, no emitir esa entrevista por una razón: más que opiniones, contenía insultos, descalificaciones y ataques. Sólo se emitió, para que no se considerase censura, precisamente la parte en la que el ex locutor habla sobre Luis Fernández, nuevo presidente de RTVE. ¿Vale todo? ¿Es necesario emitir cuanto se graba para que nadie pueda hablar de censura? ¿No confiamos cada día en el criterio de profesionales del periodismo, y de la edición (no de la censura), para que pongan en antena aquello que merece la pena ser visto? ¿Es necesario emitir, de forma consciente, "insultos, descalificaciones y ataques" y dejar que, en caso de problemas, decidan los tribunales? Lo cierto es que después de escuchar al veterano abrazafarolas, chupóptero y cantamañanas de García decir un par de sandeces, no parece que eliminar la entrevista sea censura, sino más bien prudencia. Y Fernández me resultó más independiente que nunca. Primera sandez: "Luis Fernández es un hombre del Imperio. De Prisa. Y yo sé que es duro lo que acabo de decir". Frase demagógica, grandilocuente y manipuladora en la línea de sus mejores días en las ondas. ¿El Imperio? Seamos serios, por favor. Yo he trabajado en Prisa y no me pareció "El Imperio", sino una empresa de comunicación como otras muchas, con sus virtudes y sus defectos. Y desde luego sus trabajadores no tienen ninguna marca a fuego en el lomo que les acompaña, para su vergüenza, durante el resto de sus días. Segunda sandez: Hasta ahora no es un hombre (Luis Fernández) para aplaudirle. Volvemos al tema de la paja en el ojo ajeno. ¿García diciendo de Fernández que no es un hombre para aplaudirle? Yo he trabajado con Fernández y pongo la mano en el fuego por un gran periodista. También he oído algún programa de José María García y... La verdad es que me alegro de que me hayan evitado el mal trago de ver el contenido completo de la entrevista... "
Parafraseandote: Por todo, enhorabuena a los dos. Están donde se merecen. Pues eso, en la p..a calle."