Piden acelerar las negociaciones para regular el comercio de armas

Naciones Unidas.-  Diplomáticos, policías y ex militares pidieron hoy a los países que integran Naciones Unidas que aceleren las negociaciones que desde 2006 se llevan a cabo en el seno del organismo para regular el comercio internacional de armamento.

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(EFE)

La solicitud se realizó en un acto organizado por Amnistía Internacional en la sede de la ONU con motivo del debate en la Asamblea General del organismo sobre el progreso en las negociaciones del Tratado Internacional sobre Comercio de Armas. EFE/Archivo

La solicitud se realizó en un acto organizado por Amnistía Internacional en la sede de la ONU con motivo del debate en la Asamblea General del organismo sobre el progreso en las negociaciones del Tratado Internacional sobre Comercio de Armas (TCA).

La embajadora de Noruega ante la ONU, Mona Jul, instó a la sociedad civil a redoblar las presiones sobre sus respectivos gobiernos para darle un nuevo impulso a las lentas negociaciones del acuerdo.

"La influencia firme de la sociedad civil es crucial para hacer ver las consecuencias reales que tiene el comercio de armamento", agregó la diplomática.

El tratado tendría como fin prohibir la venta de armas cuando se van a usar o existe la probabilidad de que se utilicen para violar el derecho internacional y los derechos humanos.

Con ello se pretende llenar el actual vacío regulador sobre el comercio internacional de armamento, que hasta ahora solamente está legislado a nivel nacional y regional.

El general de brigada pakistaní, Mujahid Alam, señaló que su experiencia como miembro de la misión de paz de Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUC) le ha hecho ver la necesidad de regular las transacciones internacionales de armamento.

"Estoy convencido de que el tráfico de armas, particularmente el de las ligeras, es uno de los componentes que alimentan el conflicto", aseguró el militar retirado.

Consideró que los grupos armados que protagonizan el conflicto tiene un acceso "demasiado fácil" a los fusiles y las ametralladoras con las que siembran el terror en la región oriental de la República Democrática del Congo (RDC).

En particular culpó a los gobiernos de la región de tener pleno conocimiento, y en algunos casos ayudar, a las redes que suministran el armamento con el que se adelanta desde 1998 el conflicto congoleño, el más sangriento desde la Segunda Guerra Mundial.

"Muchas de las armas ilegales llegan a la zona a través de canales legales y luego son desviadas para propósitos ilícitos", apuntó Alam, quien durante su carrera en la ONU también participó en la comisión de investigación del genocidio en Ruanda y formó parte de los "cascos azules" desplegados en Kosovo.

El general pakistaní se declaró partidario de que el organismo internacional aplique en la RDC en forma de programa piloto el contenido del TCA, para así comprobar en la práctica su efectividad.

Por otra parte, Novelette Grant, ayudante del jefe de la policía de Jamaica, recordó que la regulación del comercio internacional de armas también aportaría beneficios a los países afectados por altos índices de criminalidad.

Grant aseguró que el tráfico de armas asociado al narcotráfico ha convertido al Caribe en una de las regiones con una mayor tasa de asesinatos del mundo.

Si en 1960 solo se registraron 60 homicidios en la isla, casi cuatro décadas más tarde la cifra de muertes supera el millar, destacó.

"A veces los criminales cuentan con mejor armamento que nosotros", observó la responsable policial, para la que un tratado internacional permitiría combatir con mayor eficacia el tráfico de armas.

La Asamblea General de la ONU adoptó hace un año una resolución en la que se abría formalmente las negociaciones para alcanzar un acuerdo sobre este tratado, pero desde entonces la situación se ha quedado "atascada en el carril lento de la diplomacia internacional", según Amnistía Internacional.