Londres da por finalizada la primera fase de la ofensiva contra los talibanes

Londres.-  El Gobierno y los mandos militares británicos dieron hoy por terminada "con éxito" la primera fase de la ofensiva militar contra los talibanes en la provincia de Helmand (sur de Afganistán), que se ha cobrado la vida de 20 militares del contingente del Reino Unido en las últimas cuatro semanas.

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"La operación 'Garra de Pantera' ha demostrado que puede tener éxito", dijo el primer ministro británico, Gordon Brown, en unas declaraciones al vespertino "Evening Standard", en las que declaró que la primera fase de esa operación "ha terminado".

Brown, cuyo Gobierno ha sido acusado de propiciar el alto número de bajas británicas en Afganistán por no equipar convenientemente a las tropas, declaró que la ofensiva militar ha permitido "convertir en seguro un territorio en el que viven 100.000 personas".

"Hemos hecho retroceder a los talibanes y también hemos empezado a romper la cadena de terror que une las montañas de Afganistán y Pakistán y las calles del Reino Unido", manifestó.

De ahora en adelante, Brown subrayó que la misión consistirá en complementar la acción militar con la instauración de unas fuerzas armadas y una policía afganas que permitan consolidar una sociedad democrática: "construiremos unas instituciones en la sociedad de Afganistán para que pueda haber un Gobierno local fuerte".

"Es una estrategia civil y militar, y esta es la vía que nos garantizará el éxito a largo plazo: permitir que los afganos tomen el control de sus propios asuntos", dijo el primer ministro.

Las declaraciones de Brown fueron ratificadas desde el terreno por el máximo responsable del contingente militar en Afganistán, el general de brigada Tim Radford, quien aseguró "que los logros conseguidos son significativos" y dijo estar "absolutamente convencido de que la operación ha sido un éxito".

En una videoconferencia emitida por el ministerio de Defensa, Radford se refirió a los enfrentamientos mantenidos en Helmand durante las últimas cinco semanas por 3.000 soldados británicos como "combates muy, muy duros", en los que se consiguió expulsar a los entre 450 y 500 talibanes que controlaban la zona.

El general no quiso dar cifras de bajas entre los talibanes y se limitó a decir que fueron "significativas": "habrá muchos talibanes que ya no volverán a combatir. Sabemos que su capacidad se ha visto afectada de manera significativa y que los hemos desbaratado. Y lo más importante, su moral se ha visto seriamente afectada".

Bradford tampoco dio cifras concretas de detenidos y aseguró que, según algunas informaciones, muchos milicianos talibanes se dieron a la fuga vestidos con burkas para hacerse pasar por mujeres.

Lo importante ahora, según manifestó desde Afganistán Hugh Powell, encargado de los proyectos de reconstrucción, es poder garantizar a la población local que los talibanes no volverán y que las elecciones del 20 de agosto se podrán celebrar con normalidad.

El ministro de Exteriores, David Miliband, también expresó su satisfacción por el éxito de la operación militar y destacó el hecho de que las principales ciudades de Helmand vuelvan a estar comunicadas al eliminar la presencia talibán de las carreteras.

Sobre la futura estrategia, Miliband dijo en declaraciones a la BBC que "nuestro propósito global en Afganistán no es crear una nueva colonia británica, sino dar la capacidad a los afganos para que puedan defenderse por ellos mismos".

Miliband incluyó en esos planes de futuro eventuales conversaciones con los sectores más moderados del movimiento talibán, algo que tampoco descartó el primer ministro.

Brown declaró que "vamos a intentar atraer a aquellos elementos que puedan colaborar ahora en el proceso democrático".