Zelaya prepara un "apoteósico" regreso, mientras Micheletti expulsa a los venezolanos

Bogotá.-  El derrocado presidente Manuel Zelaya anunció su retorno a Honduras "a partir del miércoles", mientras que el Gobierno de Roberto Micheletti respondió hoy a la creciente presión internacional con la expulsión del personal diplomático de Venezuela.

Zelaya señaló que regresará por "cualquiera de los puntos fronterizos que tiene Honduras con Guatemala, El Salvador o Nicaragua" a partir del miércoles, cuando vence el plazo de 72 horas que pidió el mandatario de Costa Rica, Óscar Arias, para hallar una salida a la crisis.

En declaraciones al diario argentino La Nación desde la embajada hondureña en Managua, el depuesto gobernante vaticinó una entrada en Tegucigalpa "apoteósica", tras asegurar que la "guerra civil ya comenzó en Honduras".

"Sólo Dios puede impedir mi regreso. Y le puedo asegurar que Dios no está con los golpistas; está de nuestro lado", aseveró Zelaya, quien si bien admitió que "siempre queda una ventana abierta" para una salida negociada, sostuvo que "el Gobierno de facto no va a ceder".

Zelaya, expulsado del país y del poder por los militares el 28 de junio, aceptó la propuesta de Arias para solucionar el conflicto, que prevé el adelantamiento de elecciones a octubre y la formación de un Gobierno de unidad hasta 2010, pero Micheletti la rechazó, al considerar inaceptable la restitución del derrocado jefe de Estado.

En relación al papel que EE.UU. tiene en esta crisis, dijo sentirse "muy satisfecho", al considerar que el mandatario Barack Obama ha sido "muy congruente en su posición de condena al golpe y de apoyo al presidente legítimamente elegido en las urnas".

Dicho apoyo no ha sido tan bien recibido por algunas voces republicanas, entre ellas la legisladora Ileana Ros Lehtinen, quien hoy dijo estar "sumamente preocupada" por el respaldo de la Casa Blanca a Zelaya y el rechazo a otras instituciones del Estado.

Ros Lehtinen consideró "inexplicable" que después de invertir tanto tiempo, energía y esfuerzo en ayudar en la consolidación de las instituciones democráticas de Honduras, "ahora la Administración (de EE.UU.) se una a (el presidente de Venezuela, Hugo) Chávez en su incumplimiento de la ley hondureña".

Zelaya fue derrocado el día en que se proponía llevar a cabo una consulta popular con vistas a una reforma constitucional -cuyo fin último era aprobar la reelección, según sus detractores-, a pesar de que había sido declarada ilegal por otros poderes del Estado.

El Congreso nombró en su lugar a Micheletti, quien sostiene que lo sucedido el 28 de junio fue una "sustitución constitucional" y no un golpe de Estado, como asegura la comunidad internacional.

"La campaña pro Zelaya por funcionarios norteamericanos comenzó antes de que ocurriera el cambio de Gobierno en Honduras el 28 de junio y se ha intensificado en las últimas semanas", afirmó.

La secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, conversó el fin de semana con Micheletti para advertirle de "las posibles consecuencias de unas negociaciones fallidas", en concreto, la suspensión de la ayuda a ese país.

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, aprobó dicho contacto telefónico para presionar al "régimen de facto" para que modifique su postura y "permita una salida consensuada y pacífica al problema de Honduras".

Después de la suspensión de Honduras de la OEA al rechazar la restitución de Zelaya en el poder, "tenemos que entrar en la parte diplomática (para resolver la crisis) y eso se hace conversando", dijo.

El ex ministro chileno también indicó que la decisión de los países de la región y de otras partes del mundo de suspender o no sus ayudas a Honduras "es un asunto estrictamente de ellos", si bien admitió que "toda presión es útil en este caso".

Las sanciones, dijo, son "algo permanente" y cuantos más días pasan "más afectan" al Gobierno de Micheletti, que ya hoy reconoció que la crisis política está empezado a generar pérdidas en la economía hondureña.

La ministra de Turismo, Ana Abarca, dijo a Efe que la crisis "está afectando mucho" al sector, sin precisar el monto de las pérdidas, algo que sí hizo el presidente de la cámara dedicada a este ramo, Epaminondas Marinakys, que las calculó en 50 millones de dólares mensuales.

El turismo y los servicios han sido muy afectados, aunque la producción agrícola, industrial y el comercio se desarrollan normalmente, dijo el presidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP), Amílcar Bulnes.

Además, admitió que el país puede sufrir "daño" por la suspensión de ayuda internacional si no se reinstala a Zelaya, pero sostuvo que hay capacidad para enfrentar esta situación.

El empresario y ex embajador de Honduras en EE.UU. Mario Canahuati coincidió en que "el Gobierno tiene la capacidad de aguantar", pero reconoció que "la empresa privada va a tener que sacrificar utilidades, ser más solidaria y mucho más agresiva".

Por su parte, el candidato a la Presidencia por el opositor Partido Nacional, Porfirio Lobo, pidió a la comunidad internacional que no se "castigue" a la población con el retiro de la cooperación destinada a programas sociales.

Pese a varios llamados en ese sentido al interior de Honduras, 90 eurodiputados, principalmente de grupos de izquierda, instaron hoy a la Unión Europea a mantener la presión sobre el nuevo régimen suspendiendo la cooperación y las facilidades comerciales que disfruta ese país.

La Comisión Europea ya congeló 65,5 millones de euros (unos 93 millones de dólares) de ayuda presupuestaria directa al Gobierno hondureño y advirtió de que la suspendería de manera definitiva si la crisis política se prolonga.

En EE.UU., un grupo de congresistas hondureños de diferentes tendencias políticas pidió a la comunidad internacional una respuesta "más enérgica" al golpe de Estado, por el "tremendo impacto" que puede tener para toda América Latina.

"Esta acción ilegal puede provocar un efecto dominó en toda la región que podría afectar tanto a Gobiernos de izquierda como de derecha, generando un proceso de desestabilización hemisférica", dijo la congresista Elvia Argentina Valle, del Partido Liberal, en una rueda de prensa junto a otros políticos del país centroamericano.

Micheletti, quien se opone al retorno de Zelaya al país y al poder, respondió hoy a la presión de internacional con la expulsión del personal diplomático de Venezuela, tras las "amenazas" e intromisiones de Chávez "en los asuntos exclusivos de Honduras".

La viceministra hondureña de Exteriores, Martha Lorena Alvarado, anunció que concedió un plazo de 72 horas para que abandonen el país, que comenzó a correr a las 18.00 GMT, lo que fue confirmado por el primer secretario de la embajada de Venezuela en Tegucigalpa, Ariel Vargas, quien está a la espera de instrucciones de Caracas.

Micheletti atribuye la crisis a Chávez, uno de los principales aliados de Zelaya en su lucha por retornar al poder, quien hoy reiteró en que el golpe "militar y oligarca" en Honduras cuenta con el "apoyo del imperio (estadounidense)".

"Que el presidente de EE.UU. no supo (de ese supuesto apoyo), vamos a darle el beneficio de la duda", dijo Chávez, quien siempre diferencia a Obama del "aparato imperial", a su juicio, enquistado en Washington.

Por otro lado, la embajadora de Honduras en México, Rosalinda Bueso Asfura, denunció que personal de esa legación diplomática le impide entrar en el recinto por decisión del Gobierno de Micheletti, que al parecer ordenó a un ministro consejero que ocupe su puesto.

Mientras, en Honduras centenares de activistas del movimiento de resistencia que apoya a Zelaya se concentraron hoy en Tegucigalpa y anunciaron que el viernes le acompañarán cuando llegue al país, mientras que para mañana tienen prevista una jornada cultural.

También mañana se reanudarán las conversaciones entre las delegaciones de las dos partes enfrentadas en Costa Rica, donde Óscar Arias deberá aplacar los ánimos y mostrar sus dotes de mediador para hallar un salida al conflicto hondureño.