Los niños tenían manchas de sangre en la ropa y deambulaban por la calle

Toledo.-  Una de las testigos que hoy declaró en el juicio que se sigue contra Antonio Manuel V.P., acusado de matar a puñaladas a Jessica S.E. en julio de 2007 en Fuensalida (Toledo), dijo que los niños de la pareja tenían manchas de sangre en sus ropas el día de los hechos cuando les encontraron deambulando por la calle a punto de cruzar la carretera.

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(EFE)

Antonio Manuel V.P., de 34 años, acusado de matar a puñaladas a su compañera sentimental Jessica María S.E., de 26, la tarde del 31 de julio de 2007 en la localidad toledana de Fuensalida, a su llegada ayer a la Audiencia Provincial de Toledo.

Gran parte de la sesión matinal de la tercera jornada de la vista oral que se desarrolla en la Audiencia de Toledo con jurado popular estuvo dirigida a determinar si los hijos de la pareja, de entre cuatro años y cinco meses de edad cuando ocurrieron los hechos, estuvieron en la escena del crimen la tarde del 31 de julio de 2007.

Entre los testigos que declararon está la vecina que recogió en su casa a los tres menores, E.G., después de que su pareja sentimental, que también declaró en el juicio, encontrara a los dos más mayores, de cuatro y de tres años de edad, dispuestos a cruzar la carretera que hay cerca de la vivienda donde ocurrieron los hechos.

Aunque la testigo dijo no saber como se mancharon los niños de sangre, imagina que "estarían dentro de la casa" durante el suceso y que luego salieron a la calle.

El acusado negó durante su declaración que los niños presenciaran la macabra escena y argumentó que las manchas de sangre que tenían pudo ser por el contacto de las personas que trataron de auxiliar a la víctima y de él mismo al recoger a la hija pequeña del coche tras el apuñalamiento.

A los niños se los encontró en la calle otro vecino, J.M.E.R., compañero sentimental de la anterior testigo, quien explicó que cuando esa tarde se dirigía en su coche a la casa de E.G. paró el vehículo sorprendido de ver por allí a los niños, a quienes preguntó donde estaba su mamá, a lo que le respondieron que estaba "en la cárcel, en la policía".

Este testigo relató que cogió a los pequeños y les llevó a casa, pero, cuando estaba en la puerta oyó gritar a Jessica "me están matando, me están matando", por lo que "aporreó el timbre" y que el acusado se asomó a la puerta con el brazo manchado de sangre y no le permite el paso al decirle, "espera, espera", a lo que el testigo le contestó "no lo hagas, no lo hagas".

Que tras dejar a los dos niños más mayores en casa de su compañera, que vivía enfrente de Antonio y Jessica, volvió a la vivienda del suceso y en esta ocasión el procesado, al que llamó 'Toni', le abrió y le dijo "ya puedes pasar, ya está hecho" o "ya he terminado", según refirió el testigo, que dijo no recordar bien los sucedido, que le ha marcado hasta el punto de haber estado de baja laboral tras lo sucedido.

Explicó al tribunal que al entrar en la vivienda vio tendida en el suelo a Jessica, de nacionalidad holandesa, que trató de auxiliarla, pero, que ella no dijo nada, "solo me miró y se desvaneció".

Inmediatamente volvió a coger su coche a buscar a un médico -siguió explicando el testigo- y en el camino se encontró a una ambulancia que acababa de dejar a unos pacientes, que interceptó el vehículo sanitario para que acudiera con urgencia a la calle del Parque de San Juan porque habían apuñalado a una chica.

El conductor de la ambulancia, que también declaró hoy, P.R., explicó que cuando llegó a la vivienda se encontró a la víctima tendida en medio de un charco de sangre y que la arrastró hacia el patio de entrada de la casa para ver si podía hacer algo.

También dijo que cuando estaba viendo las constantes vitales de Yessica "apareció este señor" (el procesado) y me dijo que "si podía hacer algo por ella, que había perdido los nervios", a lo que le respondió el testigo que ya era tarde, puesto que la mujer estaba muerta.

Preguntado por la defensa si el acusado le comentó algo sobre lo que acababa de ocurrir, solo le indicó que ella "estaba jodiendo con todo el mundo", le dijo sobre la supuesta infidelidad de la víctima.

Otra vecina que testificó explicó al jurado popular que antes de marcharse el acusado de la escena del crimen le entregó a la hija menor, de cinco meses, que se encontraba "con una toquilla" en un cuco en el interior del coche del acusado y que le dijo que se iba a casa de su madre.

Esta testigo explicó que cuando se fue el inculpado este tenía el pelo mojado y que se acababa de duchar. También antes de irse en el vehículo le dijo a la otra vecina, que estaba en la terraza y que tenía a sus otros dos hijos, que cuidara de ellos, que se iba.

La jornada de hoy se desarrolló en un ambiente tenso por la presencia de familiares de la víctima y el acusado, que fue recibido a gritos de 'asesino, asesino' e 'hijo de puta' que profirieron el padre y la abuela de Jessica, ésta última amonestada por el presidente magistrado del jurado, Rafael Cáncer, que le advirtió que no podía hacer comentarios en la sala de vistas.

El juicio sigue esta tarde con la declaración de familiares de la víctima.