Tim Geithner ablandó a los contrarios a tender la mano a Cuba pero creó polémica

Washington.-  El secretario del Tesoro de EE.UU., Tim Geithner, contribuyó a que el Congreso suavizara algunas de las restricciones que pesan sobre Cuba con promesas de que en la práctica el cambio tendrá poco peso, pero al mismo tiempo enojó a los partidarios de flexibilizar el embargo contra la isla.

Geithner, encargado de hacer cumplir el embargo contra Cuba, se embarcó en una misión para ablandar a los legisladores contrarios a los cambios en las restricciones de viajes y en las exportaciones de medicinas y alimentos a ese país contenidos en un proyecto de ley presupuestaria que finalmente fue aprobado este martes por el Senado y está ahora pendiente de la firma del presidente Barack Obama.

Pero en el empeño dejó entrever que lo que dice la ley presupuestaria no parece ser exactamente lo que piensa hacer la Casa Blanca en cuanto a su política exterior hacia Cuba.

La ley básicamente prohíbe el uso de fondos federales para hacer cumplir unas restricciones impuestas por el entonces presidente George W. Bush en 2004 a los viajes a Cuba y las exportaciones agrícolas y de medicinas.

El proyecto de ley de 410.000 millones de dólares fue aprobado con facilidad en la Cámara de Representantes el mes pasado, pero en el Senado el voto afrontó una demora y una férrea oposición de senadores como los cubanoamericanos Mel Martínez (republicano) y Bob Menéndez y Bill Nelson (demócratas), entre otros.

Geithner logró apaciguar a los detractores de las disposiciones sobre Cuba en sendas misivas que señalan en jerga legal que, para efectos prácticos, éstas tendrán poco peso.

El intercambio epistolar comenzó el pasado 5 de marzo, cuando Geithner le comunicó a los senadores Menéndez y Nelson que la ley en cuestión "probablemente no tendrá ninguna influencia en los reglamentos actuales de financiación" de las exportaciones de medicinas y alimentos.

La ley flexibiliza la financiación de esas exportaciones, de manera que el Gobierno cubano puede pagar por los productos cuando lleguen al país y no por adelantado como hasta ahora.

"El texto de la ley no modifica o anula el requisito legal de la ley de 2000, por lo que los exportadores tendrán que recibir pago por adelantado por sus envíos y sólo podrán exportar a Cuba con crédito a través de bancos en terceros países", precisó Geithner en una carta del 5 de marzo.

En una segunda carta del 9 de marzo, Geithner repitió, palabras más, palabras menos, su garantía de que el Departamento del Tesoro hará una interpretación muy estricta sobre los viajes de negocios que se pueden efectuar a la isla.

Geithner logró así apaciguar a los senadores pero, irónicamente, levantó una polvareda entre los partidarios de la flexibilización del embargo contra Cuba.

El legislador demócrata José Serrano, presidente del subcomité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes y promotor de esas disposiciones, insiste en que la ley no da lugar a ambigüedades y que el Gobierno no puede interpretarla a su conveniencia.

"Quiero garantizar a los cubanoestadounidenses que han esperado para visitar a sus familiares y a los negocios agrícolas que esperan viajar a Cuba para vender sus productos, que el lenguaje (de la ley) no es ambigüo y no está sujeto a interpretación", dijo Serrano en un comunicado.

El Departamento del Tesoro, encargado de hacer cumplir el embargo que mantiene EE.UU. contra Cuba desde hace 47 años, no puede interpretar "cómo se aplicará la ley" presupuestaria, insistió Serrano, que preside un subcomité con jurisdicción sobre la gestión de esa agencia.

"Me preocupa que el Departamento del Tesoro intentase aliviar las preocupaciones sobre políticas de uno o dos senadores al, básicamente, prometerles que interpretarán una parte de la ley de cierta forma. Eso me suena a la forma antigua de hacer las cosas y que estamos tratando de dejar atrás", se quejó.

Serrano advirtió de que si el Tesoro decide aplicar la ley a su antojo, tendrá que responder por sus acciones ante el Comité de Asignaciones de la Cámara Baja, donde se originó el proyecto de ley presupuestario.

En todo caso, la ley aprobada por el Congreso de EE.UU. sólo tendrá vigencia para el año fiscal 2009, que concluirá el próximo 30 de septiembre.

Los grupos partidarios de flexibilizar el embargo tendrán que esperar al ansiado anunció que previsiblemente hará Obama sobre el cambio de la política exterior hacia Cuba.

El Departamento de Estado no ha querido comentar sobre el pleito en ciernes y, por ahora, se encuentra inmerso de cabeza en una revisión exhaustiva de toda la política exterior estadounidense, no sólo hacia Cuba sino también hacia el resto de América Latina.