Un posible recorte de los tipos de interés en EE.UU. tampoco emociona a Wall Street

Nueva York.-  La Bolsa de Wall Street registró hoy otro fuerte descenso, por quinta jornada consecutiva, a pesar incluso de que parece más claro que la Reserva Federal (Fed) recortará los tipos de interés en EE.UU. para estimular la economía.

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(EFE)

El Dow Jones Industriales, que bajó el lunes del nivel de los 10.000 puntos después de cuatro años por encima de esa cota, ha cedido un 12,9% en las últimas cinco sesiones.

"La Reserva necesitará considerar si su actual política monetaria sigue siendo apropiada", manifestó hoy el presidente de la Fed, Ben Bernanke, durante un discurso ante la Asociación Nacional de Economistas Empresariales, lo que se interpretó como un signo de que bajarán los tipos de interés desde el 2% actual.

Bernanke señaló, además, que recientes datos económicos y los problemas en los mercados financieros sugieren que las perspectivas para el crecimiento económico "han empeorado" y que los riesgos negativos para el avance de la actividad "han aumentado".

Esas y otras consideraciones sobre el comportamiento de la economía hasta bien entrado el próximo año causaron más desánimo entre los inversores en la Bolsa de Wall Street y los principales indicadores aceleraron el descenso después de escuchar su análisis.

Al finalizar la sesión, el índice Dow Jones de Industriales perdía un 5,11%, el mercado Nasdaq cedía un 5,8% y el selectivo S&P 500 retrocedía un 5,74%.

El Dow Jones Industriales, que bajó el lunes del nivel de los 10.000 puntos después de cuatro años por encima de esa cota, ha cedido un 12,9% en las últimas cinco sesiones.

Pocos podían intuir un cierre tan sombrío en los comienzos de la jornada, a la vista del entusiasmo generado en el mercado por una nueva iniciativa de la Reserva para favorecer la liquidez de las corporaciones.

La entidad anunció hoy la creación de un Fondo de Financiación de Títulos Comerciales (CPFF, "Commercial Paper Funding Facility"), con la intención de dotar de liquidez a las empresas que emiten deuda privada y facilitarles financiación a corto plazo, algo que les resulta vital para su funcionamiento cotidiano.

Sin embargo, las agresivas medidas del banco central de EE.UU., sus multimillonarias inyecciones de capital o el reciente plan del Gobierno para sanear las cuentas de las firmas financieras no alivian de momento los temores en los mercados ni han conseguido restaurar la confianza entre sus participantes, de forma que fluya el crédito.

Bruce Kasman, economista de JPMorgan, alertó hoy durante un acto organizado por la Cámara de Comercio España-EE.UU. que, si se mantienen cerrados los canales de crédito durante uno o dos meses "eso tiene consecuencias económicas muy graves".

En su opinión, el sistema financiero no está quebrado, pero sí registra numerosos atascos en sus canales de funcionamiento que es necesario deshacer en los próximos dos o tres meses, para que comiencen a ponerse las bases de una recuperación futura de la actividad.

Kasman consideró que se está "en medio de una crisis financiera global y de una recesión global" y que se está produciendo un cambio en la política monetaria mundial, con expectativas de recortes de tipos de interés en Reino Unido, EE.UU. y la zona euro en breve plazo.

La medida "no va a desatascar el mercado (del crédito) por sí mismo, pero es importante que bajen los tipos de interés", aseguró.

El banco central de Australia anunció ya una rebaja de un punto en los tipos de interés, que quedaron en el 6%, con el objetivo de contrarrestar los efectos de la ralentización económica y los problemas que genera la crisis crediticia.

Ese recorte alentó expectativas de que otros bancos centrales podrían seguir la misma senda y permitió que el Dow Jones recuperara en los inicios de la jornada el nivel de 10.000 puntos que había perdido el lunes, aunque la mejoría fue efímera.

Las principales bolsas europeas también vivieron una jornada muy volátil, en un ambiente de incertidumbre que no han logrado evitar las medidas de los Gobiernos o las inyecciones de liquidez de los bancos centrales.