Fernández y Lula abren el camino hacia la integración monetaria del Mercosur

Brasilia.-  Argentina y Brasil sustituirán el dólar por sus propias monedas en el comercio bilateral a partir de octubre próximo, según acordaron hoy ambos Gobiernos, que coincidieron en que han dado un paso hacia la "integración monetaria" del Mercosur.

El acuerdo que instituye el Sistema de Pagos en Moneda Local (SML) ha sido el resultado más concreto del viaje que la presidenta argentina, Cristina Fernández, comenzó el pasado sábado y coronó hoy con su primera visita de Estado a Brasilia, donde tuvo una intensa jornada de trabajo con su homólogo Luiz Inácio Lula da Silva.

El convenio se negociaba desde hace dos años y, según el ministro de Hacienda brasileño, Guido Mantega, estará operativo desde el 3 de octubre próximo, cuando posiblemente se celebre un acto especial en Buenos Aires.

Fuentes de ambos países calculan que este mecanismo abaratará el comercio bilateral entre un 2 y un 5 por ciento.

Fernández celebró la firma del acuerdo, del que aseguró que "no es sólo una cuestión económica", sino también "profundamente cultural", y sostuvo que es una prueba de que "es posible vivir en la región con una identidad propia y no prestada".

Lula fue más allá y con el asentimiento de Fernández declaró que Argentina y Brasil han dado "un paso hacia una futura integración monetaria regional", que luego deberá ampliarse a Uruguay y Paraguay, los otros dos miembros plenos del Mercosur.

En Asunción, Fuentes del Banco Central del Paraguay (BCP) expresaron hoy a Efe su interés en "cualquier operación que reduzca los costos transaccionales", pero indicaron que nientras no cuenten con "un sistema electrónico de operaciones que funcione en forma doméstica", su país no puede incorporarse.

En un acto celebrado en el Ministerio de Relaciones Exteriores, en Brasilia, ambos mandatarios tuvieron gestos mutuos, volcados a fortalecer las relaciones económicas entre los dos mayores socios del Mercosur.

Lula declaró que Argentina "debe y puede participar en la construcción de las infraestructuras necesarias" para explotar la enorme riqueza petrolera descubierta recientemente en Brasil.

Aludía a inmensos yacimientos hallados en aguas del océano Atlántico, a entre 5.000 y 7.000 metros de profundidad, que según expertos pueden convertir a Brasil en una potencia petrolera global, con reservas cercanas a los 100.000 millones de barriles.

Según Lula, "en momentos de dura competencia global por el acceso a la energía, Argentina y Brasil presentan condiciones ideales para desarrollar energías renovables y también para explotar juntos la vasta riqueza de nuestros países en materia de gas y petróleo".

Fernández devolvió la gentileza y pidió una mayor inversión de Brasil en su país, del que dijo que hoy constituye "una excelente oportunidad de negocios", por las condiciones macroeconómicas alcanzadas en los últimos años.

"Hay quien piensa que Brasil quiere comprar a la Argentina, pero ese no es mi pensamiento ni el de la mayoría de los argentinos", declaró en respuesta a sectores de su país que rechazan lo que se ha llegado a calificar como "invasión" de inversiones brasileñas, que hoy están cifradas en unos 7.000 millones de dólares.

Durante el encuentro también se firmó un acuerdo dirigido a acelerar los estudios para la construcción de una represa que será emplazada en el río Uruguay, cuyo coste está calculado en unos 3.000 millones de dólares.

Asimismo, el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil acordó con los argentinos Banco Nación y Banco de Inversiones y Comercio Exterior (BICE) la apertura de créditos por 200 millones de dólares para potenciar el comercio bilateral, que esto año llegará a unos 30.000 millones de dólares.

Tras la reunión con Lula, Fernández realizó sendas visitas protocolarias a las sedes del Parlamento y del Supremo Tribunal Federal y regresó a Buenos Aires, tras una estancia de tres días en Brasil, que comenzó el pasado sábado con la inauguración de una planta argentina para la fabricación de molinos eólicos.