El misterioso origen de la crisis del petróleo

El final de la era del petróleo barato ya está aquí. Lo han dicho expertos y políticos: se acabó ese mundo de opulencia energética en el que era posible volar a Copenhague por 12 euros ida y vuelta. El precio del barril Brent ha pasado de casi regalarse a 25 euros a rozar cada semana máximos históricos, como el de esta semana en 143 dólares. Y los más pesimistas dicen que podría llegar a 200.

(EFE)

El precio del barril de petróleo llegará probablemente a 170 dólares durante este verano.

Mientras bate récords, esta semana Madrid acoge las controvertidas 'Olimpiadas' del crudo, el XIX Congreso mundial del petróleo. En él, personalidades del mundo económico y petrolífero intentan llegar a alguna conclusión sobre el origen, las soluciones y los posibles escenarios futuros que surgirán de una crisis que tiene en vilo al planeta.

A quién achacar el aumento desmesurado de precios de las últimas semanas parece uno de los grandes interrogantes que más ansia hay por resolver. Pero ni los expertos más expertos son capaces de dilucidar en qué medida es culpable la especulación financiera y en qué medida se trata de una crisis estructural que podría terminar dando paso a un nuevo modelo de desarrollo.

¿Especulación o falta de oferta?

Numerosos analistas señalan que una burbuja especulativa se encuentra detrás del vertiginoso aumento del precio. La debilidad del dólar (moneda con la que se negocian los precios del petróleo) o el temor geopolítico a un posible conflicto diplomático entre Israel e Irán (que amenaza con cerrar el estrecho de Ormuz, arteria de salida del crudo) no son razones suficientes para ellos.

Pero, ¿cómo se ha creado esta burbuja? Los fondos de inversión, que habían estado muy entretenidos en el sector inmobiliario, han salido en estampida del hasta ahora rentable y pujante negocio tras la crisis de las hipotecas 'subprime'. Los capitales, con la percepción de que la demanda va a seguir creciendo, se han refugiado en el mercado a futuros (compras y ventas lucrativas de productos que todavía no existen) de materias primas, provocando un alza en los precios. Este fenómeno ya se ha experimentado en el mercado de los cereales con resultados nefastos para el desarrollo de la crisis alimentaria.

La OPEP, que ha mandado un mensaje tranquilizador y ha asegurado que para 2010 esperan que su producción aumente al 52 por ciento de la demanda mundial (frente al 40 por ciento actual) es una de las grandes defensoras de este discurso, con el que trata de alejar las acusaciones de falta de oferta.

Sin embargo, economistas tan prestigiosos (y poco sospechosos de connivencia con los planteamientos más neoliberales) como Paul Krugman han negado la mayor, alegando que no existe la famosa burbuja del petróleo. Krugman, uno de los mayores economistas fetiche de la izquierda norteamericana, advierte además de que tras este razonamiento se encuentran razones políticas y que, aunque normalmente las acusaciones de especulación provienen de las filas más progresistas, en este caso han sido lanzadas desde sectores conservadores.

JUSTIN LANE (EFE)

¿Están los especuladores detrás del aumento de precios?

También petroleras como Repsol, BP, Shell, ExxonMobil o Total han aclarado que son los factores estructurales como la escasez de oferta ante el crecimiento de la demanda de las economías emergentes (principalmente China e India) los que más incidencia tienen sobre el precio del petróleo. La dificultad y la necesidad de grandes inversiones tecnológicas para extraer petróleo de los nuevos y cada vez más inaccesibles yacimientos es otra de las causas del alza señaladas por estos gigantes del oro negro.

"La especulación no puede actuar sobre la oferta y la demanda", coincide Jesús Reyes Heroles, director general de Pemex (compañía estatal mexicana) y uno de los sabios invitados al Congreso. "Lo que nos indica que se esté especulando es que existe la percepción de que en el futuro va a haber un mayor desequilibrio entre ambas", añade. ¿Qué sucede entonces? ¿El petróleo se acaba o hay intermediarios que se están enriqueciendo?

Tampoco en nuestro propio gobierno los ministros se aclaran al respecto. Mientras que Pedro Solbes ya ha advertido de que las subidas del petróleo no serán efímeras, desmarcándose de las tesis sobre la especulación financiera, el titular de Industria, Miguel Sebastián, se ha enfrentado a las petroleras y y ha pedido una mayor regulación de los mercados que ataje la burbuja.

Mayor transparencia

Detrás de la controversia (palpable durante la jornada de ayer del Congreso mundial del petróleo donde los ponentes iban diciendo uno sí y otro no que la culpa era de la especulación) se encuentra la imposibilidad de saber cuánto petróleo queda realmente disponible. Unos hablan de que hay para los próximos 20 años. Otros llegan a los 50. Pero nadie parece estar seguro de dar una respuesta certera.

Por ello, una de las grandes demandas en este maremágnum de datos, cifras y teorías contradictorias es mayor transparencia e información. De esta carencia se queja Ricardo García Zaldívar, profesor de Economía de los recursos naturales en la Universidad Carlos III de Madrid y coordinador del consejo científico de ATTAC, una de las más de cincuenta asociaciones que ha promovido el Encuentro Social Alternativo al Petróleo (ESAP), que esta semana ha celebrado su propia 'contracumbre'.

"Quien sabe lo que hay son las empresas de prospección, pero ése es uno de los secretos mejor guardados, ya que en función de las reservas suben las cotizaciones de las empresas", lamenta Zaldívar, uno de los que piensa que el precio del petróleo no tiene que ver con un desajuste entre la demanda y la oferta. "La subida de precios es artificial y especulativa", añade.

"No se sabe con certeza cuántas reservas tienen los países de la OPEP y del Golfo y eso genera inseguridad en los mercados", coincide un experto en energías que, no obstante, no cree que el papel de la especulación sea crucial en la actual crisis. Mientras siga sin saberse, vaticina, el crudo continuará subiendo indefinidamente por temor a que la oferta escasee.