Investigan la "motivación política" en las masacres perpetradas en Guayana

Georgetown.-  Las autoridades de Guayana investigan si dos masacres perpetradas en este país suramericano en las que fallecieron 23 personas eran parte de un supuesto complot para presionar al Gobierno a compartir el poder con un partido opositor.

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(EFE)

Dos ex militares que desvelaron la presunta "motivación política" continúan hoy bajo custodia de la policía que está tratando de determinar la veracidad de sus declaraciones.

Dos ex militares que desvelaron la presunta "motivación política" continúan hoy bajo custodia de la policía que está tratando de determinar la veracidad de sus declaraciones.

Robert Corbin, líder del opositor Partido para la Reforma del Congreso Nacional (PNCR, por su sigla en inglés), negó que su partido, compuesto en su mayoría por personas de descendencia africana, use actividades delictivas para lograr que el Partido Cívico Progresista Popular (PPPC) forme un Gobierno de coalición.

El PPPC está en el poder desde hace 15 años y es dominado por descendientes de inmigrantes de la India.

"Si no se resuelve el tema del Gobierno de este país, seguiremos teniendo problemas, pero eso no se relaciona con los crímenes ni con las amenazas de delitos", dijo Corbin.

El dirigente opositor atribuyó la ola de violencia perpetrada por pandilleros fuertemente armados a la "lentitud" y "fracaso" del Gobierno en poner en vigor planes para combatir la delincuencia y la corrupción, así como a la falta de estrategias y las "actitudes vengativas".

Oliver Hinckson y Dorian Massay, ambos ex tenientes de las Fuerzas de Defensa de Guayana, fueron arrestados el miércoles en la casa del primero en conexión con declaraciones públicas que hicieron antes de una de las masacres, donde murieron 12 personas el pasado 17 de febrero en la localidad de Bartica, una zona de minas de oro en el suroeste del país.

La otra masacre, en la que fueron asesinadas once personas en sus casas, ocurrió en enero pasado en Lusignan, pueblo ubicado a doce kilómetros al este de Georgetown.

Ivelaw Whittaker, portavoz de la policía, dijo que los dos ex tenientes fueron en relación con declaraciones emitidas antes de las "actividades terroristas que reinaban en la comunidad de Bartica" y se amplió la búsqueda de otros sospechosos de la matanza.

Hinckson habría dicho que en Guayana impera "la arrogancia, la codicia y la superficialidad" y que los soldados sabían que algunos hombres entrenados practicaban "sublevación guerrillera".

"Los veteranos tienen informes de inteligencia sobre muchos jóvenes con experiencia militar que, por carecer de esperanza y por estar molestos, están preparados para ir al bosque y pelear una guerra de desgaste", dijo Hinckson.

Se estima que este grupo de ex soldados "desposeídos, marginados y desilusionados" llegaría a 20.000 personas, según Hinckson, quien agregó que oficiales del Ejército estaban tratando de negociar un acuerdo pacífico sobre la base de derechos humanos e igualdad.

"Estamos listos para arriesgar nuestras vida e ir a Buxton para ayudar en las negociaciones entre los marginados y el Gobierno", comentó.

Hinckson y otro ex soldado, James Gibson, fueron acusados de posesión ilegal de armas de fuego, en un caso separado por el que estaban el libertad bajo fianza.

El arresto de Hinckson y el otro ex militar Dorian Massay, se produjo pocos días después de que el presidente de Guayana Bharrat Jagdeo acusase a quienes "exigen compartir el poder" de "creer que podrían detener las matanzas si fuesen parte del Gobierno".

El ministro de Seguridad Nacional, Clement Rohee, emitió afirmaciones similares.

"Estos son operativos paramilitares que, con una dudosa ideología política, son guiados por oscuros estrategas militares a operaciones de asesinatos", sostuvo Rohee durante del debate parlamentario sobre el presupuesto nacional del 2008, que concluyó hoy.