Dimite el ministro de Justicia italiano tras la detención de su esposa por intento de soborno

ROMA.-  El ministro de Justicia italiano, Clemente Mastella, presentó hoy su dimisión al primer ministro, Romano Prodi, tras la orden de arresto domiciliario de su mujer, Sandra Lonardo, por intento de soborno. Al rechazar Prodi su dimisión, Mastella le agradeció su confianza pero aseguró que en estos momentos "es más importante" estar al lado de su esposa, ante una acusación que ambos achacan a sus enemigos políticos en el marco de una campaña de desprestigio hacia ellos "por defender los valores católicos y los principios de moderación y tolerancia contra el fanatismo y el extremismo".

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REUTERS (OTR/PRESS)

El ministro de Justicia italiano, Clemente Mastella, presentó hoy su dimisión al primer ministro, Romano Prodi, tras la orden de arresto domiciliario de su mujer, Sandra Lonardo, por intento de soborno. Al rechazar Prodi su dimisión, Mastella le agradeció su confianza pero aseguró que en estos momentos "es más importante" estar al lado de su esposa, ante una acusación que ambos achacan a sus enemigos políticos en el marco de una campaña de desprestigio hacia ellos "por defender los valores católicos y los principios de moderación y tolerancia contra el fanatismo y el extremismo".

"Dimito porque entre mi familia y el poder, elijo lo primero". La dimisión de Mastella no se ha producido en un buen momento para el Gobierno italiano, que vuelve a estar contra las cuerdas y ve su estabilidad puesta en duda, con una sucesión de problemas que abarcan desde el incierto futuro de Alitalia al caos de las basuras en Nápoles. En esta ocasión se trata, paradójicamente, de una acusación a la esposa del ministro de Justicia, presidenta del consejo regional de la región de Campania, en relación con un caso de corrupción en el ámbito sanitario que le ha llevado a recibir una orden de arresto domiciliario.

Mastella, miembro del partido Udeur, intervino hoy ante la Cámara de los Diputados, cuyo discurso pretendía ser en principio una forma de abordar la situación que la Justicia italiana vive hoy día, pero que en realidad tomó un rumbo bien diferente. En su lugar, Mastella explicó su decisión de dimitir de su cargo "con el dolor en el corazón de quien sabe que, a causa de su compromiso público, de sus convicciones y de sus ideales, es golpeado en sus afectos más profundos, incrédulo e impotente".

Sin embargo, el primer ministro Prodi quiso mostrarle su apoyo y rechazó su dimisión, acto que Mastella agradeció durante su emocionado discurso. "Agradezco a Prodi la confianza que me ha confirmado, pero en este momento es más importante que yo esté al lado de mi mujer", apuntó. No corren buenos tiempos para su círculo más cercano, por lo que Mastella se ha decantado por aparcar su cargo como titular de la cartera de Justicia para centrarse en su familia.

Pero su decisión abre ahora la polémica sobre la estabilidad del gobierno italiano, ya que su continuación en el tiempo podría depender del apoyo de su partido, Udeur. Este tiene tres escaños en el Senado, mientras que Prodi mantiene una mayoría escasa de dos escaños. Por ello, si el partido decide retirarle su apoyo, el gobierno, constituido hace 19 meses, podría caer, aunque de momento el senador de Udeur Tommaso Barbato desmintió que su partido piense dejar de apoyar al gobierno de Prodi.

CAMPAÑA DE DESPRESTIGIO

Tanto Mastella como su esposa se mostraron contundentes al achacar la acusación de esta a una campaña de desprestigio por parte de sus enemigos políticos. El ministro confesó que su mujer es un "rehén" de sus enemigos al mismo tiempo que denunció como toda su familia "ha sido interceptada", tal y como muestra una información del diario italiano 'La Repubblica' recogida por otr/press. Así, aseguró que con su dimisión queda reabierta "la cuestión de las interceptaciones, a veces manipuladas, a veces extrapoladas y con demasiada frecuencia divulgadas sin ningún respeto".

De la misma forma, su esposa también se manifestó sobre la orden de arresto domiciliario que ha recibido, a lo que se refirió en declaraciones a la agencia Ansa alegando que tanto su marido como ella misma están "pagando por nuestra defensa de los valores católicos y los principios de moderación y tolerancia contra el fanatismo y extremismo".

De esta forma, Mastella pone fin a un cargo que alcanzó el pasado 2006, con las elecciones en las que Prodi desbancó al conservador Silvio Berlusconi.