2-2. Ogbeche da el empate al Cádiz en Vallecas

Madrid.-  Rayo y Cádiz se repartieron los puntos en un encuentro en el que los locales se adelantaron dos veces, que igualó Ogbeche, y con polémica al final, pese al hermanamiento de las aficiones, por la expulsión de Albacar y por el final del partido en un contraataque local.

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(EFE)

El delantero nigeriano del Celta Bartholomew Ogbeche logró un doblete. EFE/Archivo

Hubo mucho hermanamiento en los previos del partido, y mucha mezcolanza entre ambas aficiones en la grada del estadio, pero eso no impidió a los equipos buscar los tres puntos desde el primer minuto del encuentro.

Había tres puntos en juego muy importantes que a unos les servían para seguir en la pelea por el ascenso y a los visitantes para alejarse del calor del descenso.

El Cádiz llegó a Vallecas con la clara intención de quitarle el balón al Rayo, de dominar y de impedirle que hiciera su juego. De hecho, le cambió el campo en el sorteo para que toda la segunda parte tuviera que atacar de cara a la pared del fondo norte.

El conjunto andaluz le puso intensidad en los primeros minutos y quiso rondar la puerta de Cobeño, pero apenas creó peligro, no así el Rayo que a poco que cogía el balón se iba hacia arriba con mucha pólvora. La mejor ocasión del Cádiz en la primera mitad fue un balón al palo de López Silva, aunque éste sería el preludio del primer tanto local, de Rubén Castro, tras aprovechar un gran balón de Míchel al hueco.

Javier Gracia buscó el revulsivo en el vestuario con el cambio de Ambraham por Fran Cortés en la medular desde el inicio de la segunda parte y tendría su resultado. Volvió a quitarle el balón en la medular y se hizo con el control del juego. El Rayo sufría.

Así hasta que un mal entendimiento entre Tena y Cobeño, al saque de una falta, hizo que el balón quedara muerto para que Ogbeche sólo tuviera que empujarla.

Con la igualada, Mel buscó su revulsivo, el argentino Pacheco, por un Jofre hoy muy gris, y lo primero que hizo fue una pared con Míchel dentro del área que permitió al segundo adelantar a su equipo.

Pero hoy el Rayo estaba muy difuso, Movilla estaba desbordado, Míchel estaba demasiado pendiente del ataque, y no impusieron los galones que suelen.

Así, el Cádiz siguió insistiendo, bordeó el área, lanzó a portería y en otro semifallo de la defensa local, llegó de nuevo la igualada, Ogbeche le ganó la espalda a Serrano en un balón colgado desde la izquierda de López Silva para cabecear picada ante Cobeño que apenas pudo hacer.

Así, el partido comenzaba de nuevo a falta de sólo veinte minutos para el final, pero el Rayo daba muestras de cansancio y de desorientación, mientras que, según pasaban los minutos, el Cádiz mostraba su conformidad con el empate, aunque los ataques se sucedieron hasta el pitido final del árbitro.

Y cuanto todo parecía decidido llegó la polémica, una internada de Ogbeche dejó el balón dividido a la izquierda de la portería y en la pugna entre Albacar y Cristian, el cadista terminó en el suelo, el local le increpó por tirarse, le lanzó un cabezazo, que no llegó a dar, y el segundo se hizo el herido.

Resultado, Albacar a la calle y unos minutos más de incertidumbre, para que el árbitro pitara el final en una contra del Rayo cuando la conducía Pacheco y era un tres para tres.

Ficha técnica:

2 - Rayo Vallecano: Cobeño; Coke, Serrano, Tena, Albacar; Quero, Michel (Rafa García, min. 78), Movilla, Jofre (Pacheco, min. 61); Piti (Susaeta, min. 74) y Rubén Castro.

2 - Cádiz: Casilla; Cristian, Silva, Fragoso, Cifu (Fleurquin, min. 80); Enrique (Nano González, min. 70), Erice, Abraham (Fran Cortés, min. 45), López Silva; Ogbeche y Caballero.

Goles: 1-0, min. 38: Rubén Castro; 1-1, min. 52: Ogbeche; 2-1, min. 63: Míchel; 2-2, min. 69: Ogbeche.

Árbitro: Lizondo Cortés (Colegio Valenciano). Expulsó a Albacar en el añadido de la segunda parte por parte del conjunto local. Igualmente amonestó a Tena y Susaeta por parte del Rayo Vallecano.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la octava jornada de liga de la Segunda División del fútbol español, disputado en el estadio Teresa Rivero de Madrid, ante unos diez mil espectadores.