Serra (PP) se desvincula de la gestión de las obras, que dice que llevaban Moisés y Pepote

Palma.-  El diputado autonómico del PP Antoni Serra se ha desvinculado hoy de la gestión y el sobrecoste de las obras del Palma Arena, construcción que, ha dicho, era responsabilidad del entonces gerente del pabellón, Jorge Moisés, y del ex director autonómico de Deportes, el campeón olímpico José Luis "Pepote" Ballester.

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(EFE)

El diputado del Partido Popular y ex presidente de s'Institut en la pasada legislatura, Toni Serra (i), a su salida de los Juzgados de Vía Alemania donde ha prestado declaración en calidad de imputado ante el juez José Castro, que instruye el "caso Palma Arena".

Serra ha declarado hoy en calidad de imputado ante el titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma, José Castro, dado que cuando se construyó el pabellón -que costó más del doble de lo presupuestado-, él formaba parte del consorcio que promovió la obra por su condición de conseller insular de Mallorca.

El ahora diputado autonómico, tras prestar declaración, no ha querido desvelar a los periodistas el contenido de su comparecencia por respeto al secretario sumarial y se ha limitado a afirmar que participaba en las reuniones del consorcio del velódromo en su calidad de representante del Consell de Mallorca.

Fuentes judiciales han informado a EFE de que, ante el juez, Serra ha indicado que el peso de las reuniones del consorcio las llevaban Moisés y Pepote Ballester.

Serra ha señalado también que en las reuniones del consorcio (integrado por el Ayuntamiento de Palma, el Consell de Mallorca, y el Govern balear) no se tomaban decisiones sobre el día a día de las obras.

Respecto al sobrecoste del velódromo, el diputado ha señalado que en las reuniones nunca se propuso inspeccionar el velódromo para comprobar el gasto en el mismo, ya que esa función fiscalizadora era competencia de Moisés y Ballester, quienes, a su juicio, realizaban correctamente esa misión.

Respecto al salto que registra en un determinado momento el presupuesto de las obras, que pasan de 48 a 80 millones (finalmente costaría más de cien), Serra ha declarado ante el juez que los desfases en el coste son usuales en las obras públicas, porque surgen imprevistos y se exige rapidez en la finalización de los proyectos.