Oreja a Barrera y Jiménez en un improvisado mano a mano el día de la Comunidad

Valencia.-  Los diestros Vicente Barrera y César Jiménez cortaron una oreja cada uno en la corrida celebrada hoy en Valencia con motivo del día de la Comunidad, un improvisado mano a mano tras la baja de Miguel Tendero, aún convaleciente de la grave cornada que sufrió hace casi un mes en Albacete.

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Se lidiaron toros de Marqués de Domecq, muy bien presentados, cuajados y astifinos, nobles, bajitos de raza, justos de fuerzas, pero "dejándose". El segundo, manso y parado, el único realmente deslucido.

Vicente Barrera: estocada tendida y caída (silencio); bajonazo y dos descabellos (silencio tras aviso); y media tendida (oreja).

César Jiménez: pinchazo y estocada baja (ovación); estocada caída (oreja tras aviso); y pinchazo y estocada corta (ovación).

En cuadrillas, Fernando Casanova saludó tras dos arriesgados pares al primero, en el que destacó también la brega de Vicente Yestera. Antonio Puchol y Domingo Navarro también se desmonteraron en el cuarto.

La plaza tuvo media entrada en tarde agradable.

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TRIUNFOS A MEDIAS

Barrera no se acopló en ningún momento frente a su primero en una labor de muchas dudas, sin quedarse quieto ni una vez. No pasó absolutamente nada.

No anduvo inspirado en el tercero, toro que se movió pero sin clase, con la cara por las nubes y rematando los viajes con un tornillacito. Barrera lo intentó pero de nuevo muy dubitativo, dejándose tropezar muchos los engaños, sin que su labor trascendiera al tendido.

En el quinto, sin embargo, hizo el esfuerzo que no llevó a cabo en los otros dos. Comenzó la labor con cinco estatuarios rematados con un molinete que calentaron los tendidos. Ya en lo fundamental basó todo en su personal estilo de quietud y verticalidad, sobre todo por el pitón derecho. Mató a la primera y cortó una oreja que le salvó de una tarde aciaga.

Jiménez se mostró muy decidido toda la tarde. En el segundo, el peor astado del envío, a base de insistir mucho consiguió Jiménez robar algunos muletazos de buena factura, en una faena en la que en todo momento anduvo por encima de su antagonista.

En el cuarto Jiménez llevó a cabo lo mejor de la tarde, sobre todo en el toreo a derechas, con muletazos ligados, largos templados, de exquisita estética. Al natural lo intentó pero el toro fue más remiso por ahí, y a vueltas sobre la mano diestra firmó otras dos series estimables. Cortó una oreja.

El sexto llegó al último tercio demasiado aplomado y sin humillar. Jiménez lo toreó sobre la mano izquierda a pesar de la cortas embestidas del animal, que imposibilitó que el madrileño pudiera redondear triunfo mayor.