Condenan a prisión a represores chilenos por el secuestro de una pareja

Santiago de Chile.-  La Corte Suprema chilena condenó hoy a prisión al general retirado Manuel Contreras y a otros cinco miembros de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) por el secuestro calificado (desaparición) de un matrimonio de jóvenes opositores a la dictadura de Augusto Pinochet.

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(EFE)

Fuentes judiciales informaron que Contreras, que dirigió el organismo represor, fue condenado a diez años de prisión. EFE/Archivo

Fuentes judiciales informaron que Contreras, que dirigió el organismo represor, fue condenado a diez años de prisión por el secuestro calificado, en octubre de 1974, de Cecilia Bojanic Abad y de su marido, Flavio Oyarzún Soto, ambos militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).

La joven de 23 años y de profesión secretaria, estaba embarazada de cuatro meses en el momento de ser secuestrada y hecha desaparecer, según el expediente del caso.

Contreras, que acumula más de una veintena de condenas que totalizan unos 300 años de cárcel, además de dos cadenas perpetuas, se encuentra recluido en una prisión militar de Santiago.

El fallo de la II Sala Penal del máximo tribunal chileno, en decisión dividida, sentenció a los oficiales retirados Marcelo Moren Brito, Miguel Krassnoff Martchentko, Fernando Lauriani Maturana y Maximiliano Ferrer Lima a cuatro años de presidio, pero les concedió el beneficio de la libertad vigilada.

Sin embargo, ninguno saldrá de la cárcel porque también cumplen sentencias por otros casos de violaciones a los derechos humanos.

Orlando Manzo Durán, ex coronel de Gendarmería (Servicio de Prisiones) recibió una condena de tres años de presidio, como cómplice de ambos secuestros, aunque obtuvo el beneficio de la remisión condicional de la pena, lo que tampoco se llevará a la práctica por tener otras sentencias pendientes.

Cecilia Bojanic Abad y Flavio Oyarzún Soto fueron detenidos el 2 de octubre de 1974 por agentes de la DINA y vistos por última vez, según testimonios de supervivientes, en el centro de torturas conocido como Villa Grimaldi.