Figueruelas anuncia manifestaciones porque el plan de Magna no convence

Madrid.-  El plan que estudia el fabricante de componentes Magna para la factoría española de General Motors (GM) no convence a los trabajadores, quienes ya han convocado una manifestación para el próximo sábado para protestar por el posible despido de más de 1.600 trabajadores de la planta zaragozana.

Un proyecto, que el consorcio liderado por Magna, dará a conocer el próximo 21 de septiembre, día en el que tendrá lugar una reunión con la representación sindical de todas las plantas europeas de Opel, tal y como anunció hoy la secretaria general de Industria, Teresa Santero.

Tras participar en una teleconferencia con GM, representantes del Gobierno aragonés, entre los que se encontraba el consejero de Industria, Arturo Aliaga, y el de Economía, Alberto Larraz, así como miembros de UGT y CCOO, estudiaron las opciones que determinarán el futuro de la planta aragonesa, conscientes de que la oferta de Magna es la que tiene más papeletas.

Dos horas más tarde, el grupo parlamentario socialista, y representantes sindicales hacían lo propio en el Congreso de los Diputados, al que piden que se pronuncie sobre las acciones que lleva a cabo el Gobierno español en la resolución del conflicto.

Para demostrar su "absoluto rechazo" al proyecto industrial que prevé la compañía austríaco-canadiense Magna, el Comité de Empresa de la fábrica de Opel en Figueruelas (Zaragoza) ha convocado para el próximo 19 de septiembre una manifestación en la capital aragonesa.

Protestarán contra un proyecto que contempla la pérdida de más de 1.600 empleos en la factoría y el traslado a Alemania de una parte de la producción de la planta zaragozana, concretamente la línea que fabrica el Opel Corsa de tres puertas y parte del de cinco.

El Comité, que hasta el momento no ha fijado un calendario de huelgas, también se movilizará contra el 10% de GM-Europa que quedará en manos de los trabajadores, tal y como GM ha acordado con Magna, quien pasará a controlar el 55% de la compañía automovilística, mientras que la matriz de Detroit (EEUU) se quedará con otro 35%.

A pesar del rechazo español al plan de Magna, el Gobierno de Angela Merkel defiende la oferta, tanto que en la pasada reunión del martes en Berlín, Alemania solicitó a los países europeos con plantas de Opel una provisión de 4.500 millones de euros en créditos y avales para salvar a la compañía.

Una propuesta que ha suscitado las críticas del titular de Industria en España, Miguel Sebastián, quien declaró que el Gobierno alemán pide a España el pago de "la factura sin haberle mostrado antes el menú".

Las críticas de España también fueron respaldadas por el Gobierno belga, así como por numerosos pesos pesados de la industria del motor, entre los que destaca Volkswagen o BMW.

Sin embargo, el presidente del comité de empresa de Opel en Alemania, Klaus Franz, salió al frente de estas acusaciones y aseguró que todos los países europeos con plantas de la compañía deben tener presente que siguen abiertas gracias a la financiación puente dada por el Gobierno alemán.

La venta de las marcas Opel y Vauxhall al consorcio liderado por Magna podría firmarse a principios de octubre, según avanzó hoy el consejero delegado de GM, Fritz Henderson, en el salón del automóvil de Fráncfort.

Asimismo, la operación, señaló Henderson, se espera que concluya a comienzos de noviembre, o como muy tarde, a final de año.