Navas debuta en Venecia con una violenta cinta sobre Colombia

Venecia (Italia).-  El cineasta colombiano Jorge Navas presentó hoy en el Festival Internacional de Cine de Venecia su filme "La sangre y la lluvia", una cruda y en ocasiones muy explícita ópera prima sobre la violencia en Colombia con la que opta al Premio Luigi de Laurentiis, el llamado León del Futuro.

La cinta, que podría ser galardonada con tal distinción en calidad de debut cinematográfico, acude a la 66 edición de la Mostra dentro de la sección paralela "Jornadas de Autor", en la que también ha participado el filme "Francia", del uruguayo Israel Adrián Caetano, otro de los 5 títulos latinoamericanos que han pasado por Venecia.

"La sangre y la lluvia" condensa en algo más de hora y media el transcurso de toda una noche en Bogotá en la que la violencia, el sexo y las drogas toman protagonismo, elementos que convivirán con una historia de amor que se abre camino en todo ese ambiente sórdido.

La cinta tiene como protagonista a una joven que no termina de encontrarse a sí misma y se pierde por las noches de la capital colombiana en busca de compañía, y a un taxista con deseo de venganza por el asesinato de su hermano que se verá envuelto en todo un enfrentamiento entre bandas rivales con un trágico desenlace.

"Bogotá tiene unos sectores de la ciudad donde es muy denso el ambiente. Si comparas Venecia con Bogotá, tú puedes aquí caminar tranquilo a cualquier hora y no tienes problemas ni estrés", dijo Navas durante la rueda de prensa de presentación del filme, celebrada tras una proyección oficial que fue muy aplaudida.

"Bogotá tiene muchos lugares, sobre todo en el centro, donde sientes que algo te respira. Hay tensión en el ambiente, hay miedo. Yo quería capturar esa sensación, capturar ese ambiente", añadió.

Y es que "La sangre y la lluvia", que cerró las proyecciones de la sección "Jornadas de Autor", incluye como un protagonista más en el reparto a la capital colombiana, cuyas calles en la noche se convierten en la película en escena de toda clase de actos ilícitos.

"Colombia tiene cosas muy bellas, pero hay una realidad violenta inevitable. Los medios dicen que en el cine está agotada la violencia. Pero en Colombia no se han hecho películas serias, profundas, que muestren desde dentro del alma cómo afecta la violencia", comentó el cineasta.

"Esta película pretende que nos miremos en un espejo desde un punto de vista mas íntimo, más profundo. Quiere mostrar cómo un ciudadano normal queda atrapado como en un sandwich, en medio de todo, sin quererlo", agregó.

En lo que respecta al resto de protagonistas, no sólo la película supone un debut en el cine para el joven director, sino también para la protagonista, Gloria Montoya, que interpreta el papel de Angela, la chica de la noche que se enamora de Jorge, al que da vida Quique Mendoza, su esposo.

"A Gloria la conocí hace muchos años. En ese momento no era actriz. Hicimos pruebas con todos los actores colombianos más conocidos. Hicimos pruebas con todas las actrices y la que mejor lo hizo en medio de todo fue Gloria", indicó Navas.

"Lo mismo sucedió con Quique. Ellos son marido y mujer y ha sido más una coincidencia que otra cosa. Simplemente fueron quienes mejor hicieron las pruebas. Quique sí tenía experiencia en televisión", agregó.

Marido y mujer, Montoya y Mendoza, acompañan al cineasta en su aventura veneciana, donde explicaron este viernes la experiencia que para ellos ha supuesto rodar juntos y bajo las órdenes de Navas.

"Asistí a la primera lectura de guión. Desde entonces el personaje de Angela se me clavó en el corazón. Creo que desde entonces empecé a prepararme para el momento de las pruebas", afirmó Montoya.

"Para el personaje me basé en experiencias personales. Vengo de una ciudad también pesada de noche, como es Medellín. Salí por la noche a preguntar a las chicas. Y ya en el momento de rodaje, fue de gran ayuda tener a mi esposo al lado. El fue un gran soporte", añadió.

Para Mendoza, el proceso de captación del personaje fue de un modo mucho más "interior", acercándose a su esposa para conocerla algo mejor y encontrar una parte más psicológica y de sentimientos que ofrecer a Jorge, el protagonista.

"Era como un rompecabezas que yo armaba, más desde adentro. La experiencia de haber estado al lado de mi mujer me enorgullece. Me siento feliz por haber trabajado a su lado", comentó Mendoza.