Los partidos navarros rechazan los ataques perpetrados en San Cristóbal y Aizoáin

Pamplona.-  UPN, Nafarroa Bai, CDN y Batzarre han condenado los ataques contra el monumento a los fallecidos en la fuga de la cárcel de San Cristóbal y la placa en recuerdo a los fusilados en la Guerra Civil en el cementerio de Aizoáin, en los que se han hecho además pintadas de simbología falangista.

Al respecto, UPN ha señalado en un comunicado que estos hechos "son totalmente rechazables en democracia" y ha destacado que "las ideas pueden ser defendidas a través de la palabra pero nunca a través de las coacciones o la violencia".

UPN ha subrayado que los ciudadanos "quieren vivir en armonía, en una sociedad sin violencia donde imperen los principios del Estado de Derecho".

Por otro lado, Nafarroa Bai ha condenado en otro comunicado "los ataques fascistas y de ultraderecha" ocurridos en San Cristóbal (monte Ezkaba) y el cementerio de Aizoáin, así como en los bares Zurgai y Ezpala, de Pamplona, donde "también han aparecido pintadas amenazadoras".

La parlamentaria de la coalición, María Luisa Mangado, ha solicitado que se arreglen los daños lo antes posible y se investiguen los hechos "con urgencia", y ha hecho un llamamiento a todas las fuerzas políticas para que "denuncien también este tipo de violencia, y no se sirvan, como hacen algunas, del silencio ante hechos fascistas como estos".

CDN ha considerado por su parte que nadie puede quedar "impasible ante cualquier tipo de violencia, aunque ésta se pueda considerar de baja intensidad" y ha declarado que rechazar la violencia "es un fin político y democrático en sí mismo".

Los convergentes han manifestado su "firme convicción" en que "la inmensa mayoría de la personas que formamos parte de esta sociedad apuestan por la pluralidad, por una memoria histórica que supere rencores y venganzas" y han afirmado trabajar "con la unánime voluntad de avanzar hacia un futuro en el que la política jamás sirva de excusa para actuaciones violentas de cualquier tipo".

Batzarre también ha condenado estos ataques y ha solicitado la actuación de la Delegación del Gobierno, porque estos hechos, "que en un principio podrían parecer anecdóticos", se han convertido ya en "algo sistemático" y "planificado".

Estos ataques, ha señalado Batzarre, suponen "una agresión a las víctimas de la violencia franquista, y por eso mismo suponen también un ataque contra la propia sociedad democrática".