El presidente iraní afronta complicaciones para la aprobación de su Gobierno en el Parlamento

Teherán.-  El presidente iraní, el ultraconservador Mahmud Ahmadienyad, afrontará durante la próxima semana una difícil prueba en el Parlamento para tratar de lograr el voto de confianza para su nuevo gabinete, a juzgar por las primeras reacciones que ha generado la lista de futuros ministros.

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(EFE)

El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, tras jurar su cargo para un segundo mandato, el pasado día 5 en Teherán. Ahmadineyad afronta la semana próxima la votación de nuevo gabinete en el Parlamento. EFE/Archivo

La prensa estatal despejó hoy, jueves, las dudas y anunció que Ahmadineyad depositó los 21 nombres en la Cámara poco antes de la medianoche del miércoles, momento en el que expiraba el plazo de dos semanas que estipula la ley.

Lo apurado del proceso parece confirmar los obstáculos a los que está haciendo frente el mandatario, presionado incluso desde los propias filas conservadoras, mayoritarias en Cámara.

Algunos de sus miembros más moderados ya han avanzado que varios de los elegidos no cuentan con su beneplácito, y que podría ser rechazados.

Así lo ha dado a entender el vicepresidente de la Cámara, Mohamad Reza Bahonar, en declaraciones divulgadas hoy por la televisión estatal PressTV.

"Algunos de mis colegas y yo mismo creemos que al menos cinco ministros propuestos no recibirán el voto de confianza", señaló Bahonar, sin detallar nombres.

El diputado predijo, asimismo, que la mayoría de las restantes carteras se decidirán por un estrecho margen.

En el trasfondo emerge la división que se ha destapado en la corriente tradicionalista del régimen tras las polémicas elecciones presidenciales del 12 de junio, reconocida hoy por el propio presidente de la Cámara, el conservador moderado, Ali Lariyani.

"Puedo confirmar que existen diferencias entre los tradicionalistas, aunque en su mayoría son (sólo) de opinión", dijo Lariyani, a quien cita la agencia de noticias local Mehr.

Ahmadineyad, que se siente reforzado por su aplastante triunfo electoral -calificado por la oposición de fraudulento- ha expresado su deseo de renovar el ejecutivo con políticos jóvenes cercanos a su generación y a su ideología, mucho más dura y conservadora.

Sin embargo, desde la Cámara se le ha advertido con reiteración que debe elegir un ejecutivo formado y experimentado.

El primer asalto de este pulso, que se aventura férreo, lo perdió el presidente, quien el pasado julio se vio obligado a ceder y descartar a su favorito para la vicepresidencia primera, Esfandiar Rahim Mashaie, a cuyo nombramiento se opuso hasta el líder supremo de la Revolución, ayatolá Ali Jameneí.

Aún así, Ahmadineyad ha cumplido su promesa y ha elegido un Ejecutivo renovado, con rostros jóvenes y nombres nuevos provenientes de los sectores más conservadores, y en el que se ha rodeado de estrechos aliados.

La principal novedad es la designación, por primera vez en los treinta años de historia de la República Islámica, de tres mujeres con el rango de ministra.

La diputada conservadora Fateme Ayorlu, de 43 años, es su opción para dirigir el ministerio de Bienestar Social, y la ex diputada Marzie Vahid Dastyerdi, ginecóloga de 50 años, para el ministerio de Sanidad.

Además, se ha decantado por Susan Keshvard, doctora en Filosofía, para la cartera de educación, pese a las reticencias de algunos de los diputados.

En declaraciones a la agencia de noticias local Mehr, el parlamentario Effat Shariati apreció el jueves la iniciativa de Ahmadineyad de integrar a las mujeres pero advirtió de que la "la competencia es más importante que el sexo".

Muchas dudas genera también la elección del ex viceministro de Comercio Masud Mirkazemi para el Ministerio de Petróleo, crucial en un país que guarda las terceras mayores reservas probadas del mundo de crudo y gas.

Los analistas aventuran hoy que la confirmación de Mirkazemi puede ser una de las más difíciles, ya que su currículum parece no incluir una amplia experiencia técnica en el sector, algo que siempre demandan los diputados.

Sin embargo, nada más conocerse su designación, el representante de Irán ante la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Mohamad Ali Jatibi, aseguró que Mirkazemi cuenta "con el respeto de toda la industria petrolera" iraní.

Ahmadineyad ha apostado, además, por la continuidad en otros puestos de relevancia como el Ministerio de Asuntos Exteriores, en el que repite el actual jefe de la diplomacia iraní, Manoucher Mottaki.

En el ministerio de Interior ha colocado a su anterior ministro de Defensa, Mostafa Mohamad Nayar, mientras que para su vacante ha sido propuesto el general Ahmad Vahidi, que ya ha ejercido como viceministro en ese mismo departamento.

Además, ha elevado al rango de ministro de Ciencia, Investigación y Tecnología a Kamram Daneshjoo, jefe del Comité Electoral Nacional durante las pasadas elecciones.

Según la prensa local, está previsto que el Parlamento comience sus deliberaciones el próximo domingo y que una semana después tenga lugar el voto de confianza.