La Casa Blanca asegura que sigue apoyando la "opción pública" en la reforma de salud

Washington.-  La Casa Blanca afirmó hoy que la Administración Obama continúa apoyando la "opción pública" en una eventual reforma del sistema de salud, y que "nada ha cambiado" pese a la "ola" de informes que indican lo contrario.

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(EFE)

El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, dijo que "nada ha cambiado" respecto a la idea del presidente Barack Obama de incluir una "opción pública" en la reforma de salud. EFE/Archivo

El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, dijo que "nada ha cambiado" respecto a la idea del presidente Barack Obama de incluir una "opción pública" en la reforma de salud.

Agregó que el Ejecutivo no ha alterado en absoluto su postura en torno al papel que puede jugar el Gobierno federal a la hora de ofrecer un plan de seguro que compita con los del sector privado.

Aunque no ofreció una lista de compañías y grupos que obstaculizan la reforma, Gibbs aseguró que en la actualidad "el mercado de seguros no ofrece opción ni competencia".

Obama prefiere "la opción pública, pero si surgen otras ideas, estará contento de verlas", reiteró Gibbs en varias ocasiones a los periodistas, al regresar con Obama de un viaje a Arizona.

Sus declaraciones llegan un día después de que funcionarios de alto rango del Gobierno sugiriesen que la Administración estaría dispuesta a abandonar la "opción pública", que se ha topado con amplia resistencia republicana.

La "opción pública", contenida en una versión de la reforma que sopesa la Cámara de Representantes, es uno de los puntos más contenciosos de la reforma sanitaria, que busca dar cobertura médica universal a todos los estadounidenses.

Quienes se oponen a esa opción aseguran que el Gobierno no debe tener injerencia en el cuidado médico de las familias, mientras que grupos progresistas que la apoyan replican que es un elemento clave para competir con el sector privado y así abaratar los costos de salud.

Entre sus partidarios figura el ex presidente del Comité Nacional Demócrata Howard Dean, quien aseguró hoy a la cadena televisiva NBC que, en realidad, no puede haber reforma sin la participación y competencia del Gobierno federal.

En eso lo apoyan buena parte de la mayoría demócrata en el Congreso, entre ellos la presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, y la mayor federación sindical de Estados Unidos, la AFL-CIO.

Para el ala liberal del Partido Demócrata, la "opción pública" fomentaría un ambiente "competitivo" que pondría fin a las prácticas del sector privado que, a su juicio, han impuesto cobros exorbitantes a muchas familias y han forrado los bolsillos de los ejecutivos de las aseguradoras.

La andanada de informes de prensa sobre el presunto giro de la Casa Blanca surge de declaraciones que el propio Gibbs y la secretaria de Salud, Kathleen Sebelius, hicieran el domingo en varios programas de la televisión estadounidense.

Sebelius, por ejemplo, dijo que el plan público "no es el elemento esencial" de la reforma e indicó que el Gobierno podría estar dispuesto a aceptar en lugar de eso cooperativas de salud sin fines de lucro.

Gibbs, por su parte, dijo que Obama estaría "satisfecho" si hay "opciones y competición" en el mercado privado de las aseguradoras.

La reforma de salud fue una de las promesas electorales de Obama en 2008, y su objetivo es mejorar la calidad y cantidad de cobertura médica, ofrecer más opciones a los pacientes y reducir los astronómicos costos de los servicios médicos en el país.

Se calcula que hay alrededor de 47 millones de estadounidenses sin seguro médico, pero esa cifra no incluye a quienes sí tienen cobertura pero ésta no atiende todas sus necesidades médicas.

El Congreso retomará el espinoso tema de la reforma cuando reanude sus sesiones el mes próximo y, según analistas, el éxito de la iniciativa dependerá del consenso que puedan pactar quienes apoyan la "opción pública", por un lado, y quienes favorecen la idea de las cooperativas, por otro.

"La reforma de salud es una de las decisiones legislativas más importantes de nuestros tiempos, y no podemos darnos el lujo de equivocarnos", afirmó el legislador demócrata Elijan Cummings.

"Tenemos que movilizarnos rápido para corregir el maltrecho sistema de salud, pero debemos impedir que la politiquería y los grupos de presión manipulen esta iniciativa de tal forma que no responde a las normas que merece el pueblo estadounidense", agregó.