Valladolid se suma a red de minirresidencias que en otoño estará definida en Castilla y León

Valladolid.-  Valladolid se ha sumado hoy a la red de minirresidencias para discapacitados por enfermedad mental grave, que en otoño contará con centros definidos en todas las provincias de Castilla y León, donde ya funciona el de Toro (Zamora) y están en construcción los de Ávila y Burgos.

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(EFE)

El consejero de Familia e Igualdad de Oportunidades, César Antón, junto a la concejala de Bienestar Social, Isabel Hernández (i), y la superiora provincial de Hermanas Hospitalarias del S.C.J., María del Carmen Martín, tras la firma de un convenio de colaboración entre las tres instituciones.

Así lo ha explicado hoy el consejero de Familia e Igualdad de Oportunidades, César Antón, tras firmar el protocolo que permitirá construir una minirresidencia de cuarenta plazas en Valladolid y 25 puestos de trabajo, en colaboración con el Ayuntamiento de la capital y el centro hospitalario Benito Menni, de las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús.

La Administración regional aportará el 70 por ciento del coste del proyecto, presupuestado en unos 3,2 millones de euros, mientras que el resto lo sufragará la congregación religiosa y el Ayuntamiento "buscará la parcela adecuada e idónea".

Las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús se encargarán de la construcción del centro y de su posterior gestión aunque corresponderá a la Junta de Castilla y León el seguimiento de quién debe ingresar en esa minirresidencia, por cuánto tiempo y qué hace una vez que sale.

"Es un recurso que faltaba y que debíamos", ha observado Antón, quien ha recordado el compromiso del presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, de que cada provincia cuente con un centro de estas características.

Antón ha confiado en que antes de que finalice la legislatura puedan estar los proyectos de todas las provincias de Castilla y León, donde ya funciona el de Toro, en Zamora, están en construcción los de Ávila y Burgos, hay firmados protocolos en León, Soria y Valladolid; acuerdos con las diputaciones de Salamanca y Segovia y "sólo falta por concretar Palencia".

En el caso de Valladolid se trata de una minirresidencia que se propone como un alojamiento alternativo para personas con discapacidad por enfermedad mental grave y prolongada estabilizada, con un grado de minusvalía igual o superior al 33 por ciento y de entre 18 y 64 años, que carezcan de familia o que teniéndola no puedan atenderles de forma temporal o permanente.

Desde la experiencia del proyecto hospitalario de las Hermanas del Sagrado Corazón de Jesús, de más de 128 años, la representante de la orden en Valladolid, María del Carmen Martín, ha defendido que se ponga voz a los que no la tienen, y ha animado a conocer la realidad de un colectivo, "que a veces se oculta", "siempre olvidado por todos y a veces incluso por sus familias".

La superiora de la orden en la provincia de Palencia y titular del Centro Hospitalario Benito Menni ha aprovechado la presencia del consejero para reclamarle igualdad de condiciones para estos enfermos y ha defendido el buen hacer profesional de los profesionales que trabajan con ellas.

En cuanto al modelo público de gestión privada elegido para Valladolid, que cuenta con el visto bueno de la Federación de Asociaciones de Enfermos Mentales, el consejero ha defendido que es el "más ágil, eficaz, rápida y con mayores garantías", mientras que la concejala de Bienestar Social del Ayuntamiento de Valladolid, Rosa Isabel Hernández, ha calificado la fórmula como "la más adecuada", ya que se "apuesta por un servicio público pero especializado".

En otros casos, como León y Soria, será la Federación de Asociaciones de Enfermos Mentales la que se haga cargo de la gestión, y en otros las diputaciones provinciales.

El coste de las plazas va en función de los recursos de los que las necesiten, y según ha explicado el responsable de la Federación de Asociaciones de Enfermos Mentales en Castilla y León, Jesús Corrales, en los casos en que tengan una "paga no contributiva" que es de 336 euros al mes, sólo pagarán 73, ya que se quedan como mínimo con 226 euros.

"Es un buen sistema que pague más el que más puede", ha referido Corrales, y "que el que no puede no pague nada".

El plazo de construcción de la residencia de Valladolid es de entre dieciséis y dieciocho meses desde el inicio de la obra, una vez que se cuente con la parcela y el proyecto de la minirresidencia.