Un trabajador asegura que ningún empleado de la panificadora de Real de Gandia tiene contrato

Gandia (Valencia).-  Uno de los trabajadores de la panificadora de Real de Gandia, donde el pasado 28 de mayo un empleado de origen boliviano perdió un brazo en accidente laboral, ha asegurado hoy a la salida del juzgado de Gandia que instruye el caso que todos los empleados de la empresa se encontraban sin contrato, en su caso desde hacía dos años.

ampliar foto

(EFE)

J.O.G.G, uno de los tres trabajadores de la panificadora de Real de Gandia, donde en mayo un empleado de origen boliviano, perdió el brazo en accidente laboral, a su llegada al Juzgado de Primera Instancia número 6 de Gandia para comparecer como testigo ante el titular que instruye el caso.

El trabajador, también de nacionalidad boliviana, ha declarado esta mañana como testigo ante el titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Gandia.

El hombre ha manifestado que lleva tres años residiendo en España y dos años trabajando en la panificadora de Real de Gandia.

"No teníamos horario fijo, podía ser de diez a doce horas, como nosotros nos lo organizáramos, y cobrábamos unos 800 euros al mes", ha señalado.

El trabajador ha asegurado que "no tenía contrato" y que los empresarios dueños de la firma familiar se habían comprometido a legalizar su situación este mismo mes de julio.

Respecto a la situación de la maquinaria de la fábrica, ha manifestado que las reparaciones las realizaban "técnicos particulares", y no los trabajadores.

Este empleado no se encontraba en la panificadora en el momento del accidente que le costó a su compañero, Franns Rilles, la pérdida de un brazo.

"Llegué después y estaba la Guardia Civil en la empresa precitando la máquina y haciendo pesquisas", recuerda de esa noche.

Según su versión, cuando se produjo el incidente en la empresa se encontraban sólo dos trabajadores, Rilles y otro compañero. "No me explico cómo le pudo agarrar el brazo", ha señalado.

Franns Rilles era el encargado de los trabajadores, y el responsable de la máquina amasadora que le cortó el brazo por accidente.

"Yo había trabajado con esa máquina y tiene varios botones. En alguna ocasión se me había caído algún objeto y sólo hay que mover un botón que para en seco la máquina", ha señalado.

Según su versión, en el momento del accidente Rilles "estaba sólo junto a la máquina, ya que su compañero había ido a recoger los pedidos. Cuando regresó se encontró a Franns gritando y ensangrentado en el suelo".

Está previsto que mañana testifiquen ante el juez el compañero que se encontraba trabajando junto a Franns Rilles la noche del accidente, y el guardia jurado que estaba de guardia en el hospital Francesc de Borja de Gandia cuando el trabajador ingresó en urgencias, según fuentes cercanas al caso.