El PPE, los socialistas y los liberales de acuerdo en votar a Barroso en septiembre

Estrasburgo (Francia).-  Los tres principales grupos del Parlamento Europeo -populares, socialistas y liberales- están de acuerdo en incluir en la agenda de la sesión plenaria de septiembre el voto sobre la renovación de José Manuel Durão Barroso como presidente del Ejecutivo de la UE.

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(EFE)

El presidente de la Comisión Europea, el portugués Jose Manuel Durao Barroso, participa en la sesión plenaria del Parlamento Europeo hoy miércoles 15 de julio en Estrasburgo (Francia).

El examen parlamentario al candidato Barroso, que no ha podido celebrarse en julio como reclamaba el Partido Popular Europeo (PPE) debido a la oposición socialista y liberal, tendrá lugar el 14 y 15 de septiembre, a la vuelta de las vacaciones, según han confirmado varias fuentes parlamentarias.

"Hemos alcanzado un acuerdo los tres: la elección de José Manuel Barroso figurará en el orden del día de la sesión de septiembre, y mañana lo verán ustedes cuando se publique la agenda tras la reunión de la conferencia de presidentes", ha anunciado en rueda de prensa el jefe del grupo popular, el francés Joseph Daul.

Por su parte, el líder liberal, el belga Guy Verhofstadt, ha confirmado en otra conferencia de prensa que su grupo no tiene inconveniente en "comenzar la discusión" sobre la renovación del mandato de Barroso el 14 de septiembre.

Ahora bien, el sentido del voto liberal, a favor o en contra del candidato, "dependerá al ciento por ciento del programa que presente", ha advertido Verhofstadt.

El conservador portugués Durão Barroso fue designado unánimemente el mes pasado por los jefes de Estado o Gobierno para un segundo mandato de cinco años como presidente de la Comisión Europea, órgano motor de la Unión.

Según los tratados europeos, el candidato elegido por los líderes ha de ser confirmado después por el Parlamento Europeo.

El grupo socialista se ha negado a que el voto de confirmación tuviera lugar durante la sesión constitutiva que la Asamblea ha celebrado esta semana en Estrasburgo y ha puesto a Barroso una larga lista de once condiciones programáticas si quiere obtener su apoyo en septiembre.

También hoy los liberales han publicado su memorando de exigencias, en el que le urgen a presentar un auténtico plan europeo de relanzamiento económico, a insistir en la creación de un supervisor europeo del sistema financiero, y a crear una nueva cartera específica en la futura Comisión dedicada a la promoción de los derechos fundamentales y a luchar contra la discriminación.

Verhofstadt ha sido tajante al pronosticar que "con veintisiete planes diferentes de recuperación económica Europa no saldrá de la crisis".

"Los demás bloques sí van a salir, pero nosotros caeremos en un estancamiento a la japonesa. Ya nadie lo pone en duda", ha advertido el ex primer ministro belga.

El pulso político entre una parte importante del nuevo Parlamento y Barroso no es una disputa sobre personalidades, sino sobre programas, aseguran socialistas y liberales.

"Si su programa resulta convincente, si manifiesta coraje y voluntad política, será un buen candidato", ha admitido Verhofstadt.

Por su parte, Daul ha considerado muy probable que todo el proceso de confirmación de la futura Comisión Europea -presidente y comisarios- se desarrolle bajo el actual Tratado de Niza, lo que implica que habrá que reducir el número de miembros de 27 a 26.

En su opinión, el país que se quedará sin comisario será el que no haya ratificado para entonces el nuevo Tratado de Lisboa.

"He leído esta mañana en el periódico que el presidente polaco firmará Lisboa el mismo día en que sea adoptado en Irlanda, luego no hay problema con Polonia", ha dicho Daul.

Se espera que Alemania, que tampoco ha completado la ratificación, lo haga a tiempo, pese a la demora que ha introducido la reciente sentencia del Tribunal Constitución.

Sólo quedaría, entonces, un país que no habría firmado la ratificación: la República Checa.

Está claro, en esas circunstancias, según Daul, cómo aplicar la reducción estipulada en Niza: quien no haya ratificado el nuevo tratado se quedará sin comisario.