"Joselillo" corta una oreja pero pierde con la espada un triunfo mayor

Pamplona.-  El diestro José Miguel Pérez "Joselillo" cortó la única oreja del festejo celebrado hoy en Pamplona, pero perdió las dos del sexto, tras "pinchar" con la espada una importante y valiente faena.

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(EFE)

El diestro Joselillo brinda su primer toro mirando al cielo en honor de Daniel Jimeno Romero, el corredor de 27 años y natural de Alcalá de Henares que falleció ayer en el cuarto encierro de los Sanfermines, durante la corrida de Feria del Toro de los Sanfermines 2009 celebrada esta tarde en la plaza de toros de Pamplona en la que ha compartido cartel Serafín Marín y David Mora y se han lidiado reses de la ganadería de Dolores Aguirre.

FICHA DEL FESTEJO.- Toros de Dolores Aguirre, bien presentados aunque con desigualdades, serios y bien armados. Corrida mansa, con mal estilo. Algunos toros apuntaron cosas buenas en los comienzos de faena, pero ninguno tuvo buen final, ni siquiera el sexto, el mejor con diferencia.

Serafín Marín: pinchazo y estocada ligeramente contraria (silencio tras un aviso); y dos pinchazos, media estocada y un descabello, echándose el toro (pitos).

David Mora: estocada caída (silencio); y estocada trasera (ovación).

José Miguel Pérez "Joselillo": estocada desprendida (una oreja); y pinchazo, media estocada, nuevo pinchazo y cinco descabellos (dos avisos y ovación en la despedida).

En cuadrillas, Félix Jesús Rodríguez se desmonteró tras dos buenos pares al quinto.

La plaza tuvo lleno de "no hay billetes" en tarde de calor.

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PREMIO AL VALOR

La corrida, en lo que a toros se refiere, "no sirvió". Por delante esa premisa.

El primero de Serafín Marín embistió al paso en el capote, manseó en varas y no fue fácil en banderillas. Llegó a la muleta con poca fijeza y el viaje corto, a pesar de que en las dos tandas primeras por la derecha pasó con cierta nobleza, incluso repitiendo, pero quedándose corto. Y problema añadido, el torero no se quedó quieto, no terminó de llevarlo en el sentido de "llevarlo toreado". En realidad estuvieron toro y torero a la defensiva.

El cuarto fue el más manso de todos. Lo machacaron en el caballo a conciencia, tapándole la salida en uno de los cuatro puyazos que tomó. En la muleta, frenándose y topón, llevó siempre la cara por encima del palillo. Marín merodeó mucho, sin llegar a ponerse.

David Mora quedó fuera de combate por un tremendo golpe al recibir a su primero "a portagayola". El agua "milagrosa" de entrebarreras por la cabeza y el cuello no le hizo mucho efecto. Cuando volvió al toro iba mermado. Anduvo torpón en esta primera faena. Con voluntad pero sin acierto. El toro respondió en la distancia corta, pero sólo en dos tandas. Enseguida se paró. Y en las postrimerías, otro volteretón. No pasó nada, menos mal.

Bonitos lances en el saludo al quinto. Nuevo amago de voltereta mientras lo llevaba al caballo. No estaba recuperado Mora de la fuerte conmoción. Aunque todavía firmó estimables muletazos por el lado derecho en el inicio del trasteo antes de que el toro buscara tablas. En las cercanías de la querencia, tomándolo en corto y tapándole la huida, pases sueltos muy trabajados. El toro, ya "rajado", llegó a echarse. Imposible el intento de faena.

"Joselillo" tuvo muy buena actitud en el tercero, toro con mucho motor que a la postre marcó el ritmo de la faena. Así y todo, nada desmerece al torero, que atacó en todo momento. Notable recibo de capote, intercalando verónicas con chicuelinas. El de Dolores Aguirre peleó con mal estilo en varas, doliéndose y yéndose suelto. Intervino "Joselillo" nuevamente en un airoso quite por verónicas.

El toro campaba a su aire, suelto y sin fijeza. Tras el brindis a la concurrencia "Joselillo" lo sujetó desde la misma apertura de faena con dos ceñidos pases cambiados. Lo fundamental, principalmente a derechas, se dio con mucha rapidez. Pases muy seguidos, aunque limpios. Y poco a poco imponiéndose el torero. En conjunto hubo brillantez y mereció la oreja.

Y estuvo todavía mejor "Joselillo" en el sexto, con ráfagas de toreo bueno, y, sobre todo, de valor. Templó "Joselillo" en unos muletazos de rodillas, cinco seguidos, en la apertura. Y tuvo fibra lo fundamental por los dos pitones. Tanto que las peñas se volcaron con él, jaleando su nombre como el de un campeón. Lástima que cuando más y mejor hervía el ambiente, una inmensa voltereta dejó al torero bajo mínimos. Al regresar de ser atendido junto a la barrera, ya no levantó cabeza. La espada lo echó todo por la borda. Iba camino de las dos orejas, y, lo que son las cosas, se quedó en dos avisos.