Los sindicatos animan a los trabajadores a resistir en el conflicto hasta lograr el acuerdo

Santiago de Compostela.-  Los sindicatos del metal animaron hoy a los trabajadores del sector en la provincia de Pontevedra a continuar en la "lucha" que mantienen en la negociación del convenio colectivo, durante una protesta ante la sede de la Xunta en San Caetano, a donde llegaron a pie desde Pontevedra.

Más de 2.500 trabajadores, según los sindicatos, y menos de 1.500 según la Policía, llegaron en torno a las 14:00 horas de hoy a los edificios de San Caetano, custodiados por más de medio centenar de agentes antidisturbios de la Policía Nacional y al menos 14 furgones, además de un helicóptero que vigilaba la zona.

Los trabajadores, que desde ayer por la mañana recorrieron caminando los más de 60 kilómetros que separan Pontevedra de Compostela, ocuparon los jardines exteriores de la Xunta, donde corearon consignas contra la Policía y el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, porque "somos trabajadores, no delincuentes".

Con pitadas y algún petardo los trabajadores pidieron a gritos una solución para el convenio colectivo del sector que vienen reclamando durante estas últimas veinte jornadas de huelga, solicitud que plasmaron en una pancarta colocada a las puertas del Gobierno autonómico con el lema "Adelante en la lucha del metal, por un convenio justo".

Esta tarde se celebrará una reunión convocada por la Xunta en la que patronal y sindicatos tendrán que explicar si aceptan la propuesta de los mediadores para acabar con el conflicto laboral, que pasa por un incremento salarial de un 2,5 por ciento para 2009, 1,10 por ciento por encima del IPC para 2010 y el Índice de Precios al Consumo más un 1,25 por ciento para 2011.

La CIG rechazó la propuesta, mientras que UGT, que la consideró insuficiente, y CCOO no se mostraron tan tajantes. A expensas de lo que ocurra esta tarde, está previsto que la huelga continúe mañana.

De hecho, el portavoz de CCOO, Ramón Sarmiento, fue el primero en coger el megáfono para dirigirse a los trabajadores a las puertas de la Xunta y asegurar que tienen la "obligación" de acudir a la reunión con "optimismo", pese a estar "escarmentados", para decirle a los empresarios que "el valor más importante con el que cuentan son los trabajadores".

También les advirtió de que las máquinas no pueden hacer piezas, ni ventanas, ni barcos, ni coches, por lo que subrayó que "este conflicto no acabará con vencedores ni vencidos, sino con un acuerdo".

Por su parte, el representante de UGT, Manuel Golpe, lamentó que la conselleira de Trabajo, Beatriz Mato, esté en Vigo y no en Santiago para hablar con ellos, un reproche que, junto al de "falta de educación", el sindicalista de la CIG Antolín Alcántara extendió a Núñez Feijóo, a quien pidió que "en vez de tomar parte por los empresarios que guarde silencio y gestione esto cuanto antes".

De lo contrario, continuó, "el recorrido será largo" y por ello animó a los trabajadores con "sed de justicia" a "tener confianza" y "aguantar" mientras no cuenten con un convenio y un salario "dignos", porque si no lo consiguen "de golpe" lo harán "por etapas".

"Vamos a ir hasta donde seáis capaces de aguantar y resistir", alentó Alcántara a los trabajadores concentrados en Santiago, a los que consideró el "corazón del sector que no serán capaces de parar ni a cañonazos".

Los trabajadores del metal de la provincia de Pontevedra abandonarán San Caetano a las 16:00 horas, cuando los recogerán varios autobuses para devolverlos a Pontevedra, Vigo o Ferrol, de donde partieron ayer.