Betina Rodríguez Salmones se desayuna a Carme Chacón en el Congreso

Beatriz Rodríguez Salmones está en los pasillos del Congreso, comentando su interpelación a la ministra de Defensa sólo unos minutos antes. José Bono, presidente de la Cámara y socialista, se acerca a ella sonriente y le susurra al oído: "Qué buena parlamentaria eres", con el volumen suficiente como para que la periodista que charla con la diputada se entere del cumplido. Salmones es hoy la protagonista. Se la rifan los medios mientras los compañeros le dan palmaditas en la espalda. "Es excelente y tiene a raya a Chacón, con toda la razón del mundo" reconoce José Luis Ayllón, secretario general del grupo parlamentario popular. "Chacón estaba tan tensa, tan nerviosa y tan alterada, que daba miedo. Su actitud hacía pensar que igual existen motivos para preocuparse", comentaba un diputado socialista tras el rifirafe matutino .

EFE

Las dos damas de la Defensa se tienen tomadas las medidas.

La portavoz de Defensa popular es una política inteligente, serena y segura de sí misma. Curtida y experimentada, el juego político carece de secretos para ella. No es una estrella mediática como Soraya Sáenz de Santamaría, pero controla el tono y el lenguaje corporal y sólo en contadas ocasiones pierde su plácida sonrisa. Fundadora del diario El Pais, acabó introduciéndose en los círculos de centro derecha y de ahí desembarcó en el PP. Fan de Rato y mentora de Güemes, es una completa matriarca. Y con la mano derecha que usan las abuelas más templadas, se enfrenta también a la ministra de Defensa en las sesiones de control del Congreso. El método que emplea para interpelar a Carme Chacón logra desestabilizarla. "Personalmente nos llevamos muy bien. A mí gusta como ministra, y ella lo sabe, pero hay cosas que una ministra no puede decir", explica. La lista de comentarios indebidos que maneja Betina —como la llaman sus compañeros— la encabeza la respuesta que hoy mismo le ha soltado Chacón. Salmones, todo naturalidad y simpatía, preguntó sobre Alberto Sáiz, director del Centro Nacional de Inteligencia y el supuesto uso de fondos públicos para uso privado. Chacón, visiblemente alterada, contestó: "Si tuviera alguna constancia de algo ilícito, acudiría a los tribunales. Lo que me pregunto es por qué no lo hacen ustedes". La indignación de la diputada popular ha provocado una buena reprimenda: "A mí no me manda usted a los tribunales porque soy una diputada controlando a una ministra".

La sentencia del Yak 42 provocó otro enfrentamiento entre colegas cuando Chacón dijo "los verdaderos responsables están ahí sentandos" en referencia a Federico Trillo, ex ministro de Defensa cuando se produjo el accidente. Betina las calificó de "indignas, abyectas y viles", protagonizando ambas un duro intercambio. El anuncio de la salida de las tropas españolas de Kosovo que efectuó Chacón desatando un incidente diplomático con la OTAN y Estados Unidos, motivó otra disputa. Chacón no pasa por uno de sus mejores etapas desde entonces y es de sobra conocida el temor que padece a sentirse expuesta. Quizá por eso, el guiño de Bono a Salmones incluye una crítica implícita a la cuestionada ministra. La vicepresidenta De la Vega y la portavoz Sáenz de Santamaría tienen los días de reinado contado. Su coreografiado reto dialéctico promete verse eclipsado por otras dos políticas que se tienen tomada la medida.