Portugal mantiene el AVE con España como una "prioridad política"

Lisboa.-  El ministro de Obras Públicas de Portugal, Mario Lino, ha afirmado hoy que el proyecto de tren de alta velocidad que unirá la capital lusa con Vigo -vía Oporto- y Madrid, se mantiene como "una prioridad política" con calendarios "bien definidos".

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(EFE)

El ministro de Obras Públicas de Portugal, Mario Lino, ha afirmado hoy que el proyecto de tren de alta velocidad que unirá la capital lusa con Vigo -vía Oporto- y Madrid, se mantiene como "una prioridad política" con calendarios "bien definidos". EFE/Archivo

"No realizar esta inversión no sólo convertiría al país en menos competitivo a medio y largo plazo, desplazándonos del resto de Europa, sino que también implicaría pérdidas significativas a corto plazo", dijo Lino al intervenir hoy en un coloquio sobre el AVE en el Parlamento luso.

El ministro puso en duda la posibilidad de que el proyecto sea vetado por el jefe de Estado, Anibal Cavaco Silva, líder histórico del principal partido de la oposición en Portugal, el Social Demócrata (PSD, centro-derecha), que se opone al plan luso de alta velocidad.

Lino explicó que el contrato de concesión del ferrocarril tendrá que ser aprobado por el Consejo de Ministros luso y promulgado después por Cavaco, que ha vetado en los últimos años una decena de leyes promovidas por el socialismo gobernante.

"No temo que eso vaya a suceder", aseguró Lino, que agregó: "estoy convencido de que es un proyecto de la mayor importancia para el país y no veo razón para un veto".

El tren de alta velocidad portugués, que prevé estar en funcionamiento en 2013, tiene un presupuesto de 7.700 millones de euros, a los que se suman más de mil millones en obras de la red convencional e infraestructuras de tráfico rodado asociadas al proyecto.

De esa cantidad, 1.400 millones serán financiados por fondos comunitarios y el resto por el Estado portugués y los ingresos del servicio, que será objeto de una concesión de explotación a 40 años.

Frente al reiterado apoyo expresado por el Gobierno socialista luso, los dirigentes del PSD, ganador de los últimos comicios europeos, se oponen al plan por considerarlo muy costoso, difícil de rentabilizar e inoportuno en el actual marco de crisis económica.

Asimismo, la Confederación de Industria Portuguesa (CIP) se unió a las voces críticas y sugirió que el tren de alta velocidad Lisboa-Oporto, que enlazará con la ciudad española de Vigo, debería retrasarse "al menos diez años".

"Si no se lleva a cabo el plan, está claro que no se asumirían sus gastos, pero, por otro lado, se perderían unos beneficios inmensamente superiores a los costos", defendió hoy el ministro Lino, quien explicó que el proyecto generará unos 56.000 puestos de trabajo, entre otras ventajas.

Uno de los primeros tramos de las obras a adjudicarse, en las próximas semanas, es el de Poceirao, a unos 50 kilómetros de Lisboa, y Caia, junto a la frontera española de Badajoz, para el que compiten dos consorcios.

Las compañías españolas ACS y Dragados, englobadas en el grupo ELOS junto a varias empresas locales, y la también española Sacyr Vallehermoso, dentro del consorcio luso Altavia Alentejo, optan a la adjudicación.

La ejecución de estas obras contarán con fondos comunitarios por 641 millones de euros, otros 191 provenientes del Programa Multianual 2007-2013 de la Red Transeuropea de Transportes (RTE-T) y 450 a cargo del presupuesto luso.

Gracias al futuro servicio de alta velocidad, el Gobierno portugués estima que el trayecto entre Madrid y Lisboa tenga una duración de dos horas y 45 minutos, mientras el de Oporto-Vigo sea de apenas 60 minutos.