El nombre de gripe porcina ha sido "desafortunado" para la visión del consumidor

León.-  La denominación inicial de la Gripe A como "virus porcino" ha sido "desafortunada" por las consecuencias que ha acarreado en la visión del consumidor hacia el alimento, ya que ha creado la "confusión popular" y una asociación "inmediata" entre enfermedad y producto por parte de la sociedad.

ampliar foto

(EFE)

Jorge Llorente, director de la Agencia de Salud Alimentaria, participó hoy en el VIII Congreso de veterinarios de Castilla y León.

Así lo ha explicado la directora ejecutiva de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), Ana María Troncoso, que ha participado hoy en León en el VII Congreso de Veterinarios de Castilla y León con una conferencia en la que ha explicado a los presentes el funcionamiento de la Red de Alerta Alimentaria Comunitaria (RASFF).

Este sistema exige la identificación de un riesgo por parte de la institución ante el cual determinar qué tipo de alerta conlleva, y que en el caso de la Gripe A no ha sido necesario activar, puesto que "no hay peligro".

Sin embargo en 2008, sí se registraron casos que conllevaron la activación del nivel de alerta, por constituir un "riesgo grave e inmediato para la salud", como fue el otoño pasado con un brote de Hepatitis A derivado de coquinas procedentes de Perú.

Además, existe otro nivel de alerta que se detecta cuando ciertas sustancias se aparecen de forma persiste y se establece un riesgo crónico, al darse la posibilidad de que éstas se vayan acumulando en el organismo y a la larga puedan ser perjudiciales para la salud.

Este tipo de alarma desde el punto de vista científico "es más claro", pero comunicarlo a la población "se complica", puesto que sus efectos no son inmediatos.

Es el caso de la contaminación de aceite de girasol crudo procedente de Ucrania con aceites minerales derivados del petróleo, que no acarreaban un riesgo inmediato, pero a larga si este producto se hubiera continuado consumiendo se habría podido producir una intoxicación crónica.

El objetivo de las alertas es que la sociedad "cada vez más madura, sepa comprender sin generar alarma", al tiempo que se pueda fomentar en ella "una práctica alimentaria saludable".