Pasión turca... en los despachos

Igual que Mónaco. El Gran Premio de Turquía volverá a ser más importante fuera que dentro del asfalto. El grupo de equipos oficiales ya se ha inscrito para el próximo Mundial, pero bajo la amenaza de retirarse si Mosley no retira el límite presupuestario de 45 millones de euros para 2010. Monótona banda sonora para un Mundial que, en la pista, seguirá con los actores de Brawn GP como protagonistas.

(EFE)

Button, de Brawn GP, camina por el circuito de Turquía.

El rastro de 2010 ya está en marcha. Todos quieren tener una parada en él, desde las históricas escuderías Brabham y March a Prodrive, USF1 y hasta dos equipos españoles, Epsilon Euskadi y Campos Racing. Algunos sin apenas fondos, otros con muy pocos y todos, absolutamente todos, acogiéndose al clavo ardiendo de los 45 millones de euros y un motorista "comodín", Cosworth, del que apenas se sabe nada después de la quiebra del campeonato ChampCar norteamericano (la sociedad Cosworth pertenecía a los dos propietarios del certamen... y se fue a la bancarrota con ellos). En definitiva, el futuro de la F-1 es, hoy por hoy, humo, nada más que eso.

¿Y los oficiales? A la suya. Amenazaron con retirarse el mes pasado amparándose en el límite presupuestario, pero hete aquí que, hoy, están todos inscritos en el próximo Mundial. Mosley ha vuelto a imponerse en esta guerra de intereses. Ya se sabe, la banca siempre gana. Los Ferrari, BMW, Renault y compañía, agrupados bajo el paraguas de la asociación de equipos, la FOTA, excluyeron a Williams de esta suerte de lobby encubierto cuando Frank Williams Patrick Head enviaron el fax a la FIA con sus datos y el abono de la cuota de inscripción. Esquiroles, les llamaron. Una semana después, al límite del plazo máximo exigido por la FIA, todos los demás hicieron lo propio... "Eso sí –declaraba Luca di Montezemolo, presidente del grupo Fiat–, si la FIA renuncia a la aplicación del límite presupuestario, ¡retiraremos nuestra solicitud!"... El escenario de fondo de todo ello es un supuesto nuevo campeonato impulsado por la FOTA, escisión que fraccionaría aún más el automovilismo mundial (no olvidemos que, de todas las carreras de alcance mundial que se disputan en el mundo, sólo la F-1, el Mundial de rallies y el de turismos los gestiona la FIA). Ahora bien, con todos los equipos en el redil, por provisional que éste sea, vuelta a las discusiones de Montecarlo.

A todo esto, este fin de semana la F-1 aterriza en Turquía, un circuito adorado por la mayoría de pilotos y detestado por los camioneros de las 10 escuderías, que deben afrontar el desplazamiento por carretera más largo del año. Estambul aterrizó en la categoría en 2005 impulsado con fervor con Ecclestone, que seguía, así, abriéndose camino rumbo Este (próxima parada, Rusia). La idea empezó con mal pie: como casi en todas las pruebas asiáticas, muy poco público y menos pasión hacia una categoría que lleva dando la espalda a Turquía desde tiempos inmemoriales. La sociedad impulsora de la pista, que se veía con los bolsillos vacíos y un trazado desocupado el 90% del año (el otro 10% se lo repartían F-1, MotoGP y, a lo sumo, el Mundial de turismos), puso a la venta sus participaciones (deuda incluida), y su comprador no fue otro que el mismo Bernie, que abrió su billetera y adquirió el circuito como quien va al concesionario a preguntar precio por un utilitario.

(EFE)

Un mecánico de Brawn GP trabaja en el garaje de su equipo.

La historia de esta interesante pista es un monólogo Ferrari. La rossa ganó en 2005 con Kimi Räikkönen y desde 2006 domina de la mano de Felipe Massa, que obtuvo en este mismo asfalto la primera victoria de su historial. Probablemente, la línea de triunfos rojos se romperá este fin de semana, pues las particulares condiciones del trazado favorecen especialmente a los Brawn GP. Istanbul Park está repleto de curvas rápidas que exigen la máxima carga aerodinámica, pero a la vez rectas generosas donde los monoplazas deberán buscar una buena velocidad punta. En definitiva, que la mejor receta para salvar este complicado entuerto responde a la palabra compromiso, y esto pasa por tener un buen motor y la mejor aerodinámica... Vamos, por pilotar uno de los monoplazas de Ross Brawn, que amenazan con conquistar su cuarto doblete.

Los principales rivales de Button y Barrichello deberían ser Red Bull y Ferrari. La escudería de la bebida energética lo pasó bastante mal en las calles de Montecarlo como consecuencia de la particular morfología de su monoplaza, que cuenta con la mayor distancia entre ejes de toda la parrilla. Esta circunstancia amagó, en parte, el estreno del doble difusor, que ha mantenido al director técnico, Adrian Newey, trabajando de sol a sol desde el GP de Australia. En cuanto a Ferrari, los pilotos nos han sorprendido con declaraciones contradictorias. Tras Mónaco, se decía que sería complicado repetir un resultado parecido; esta semana, de repente, Stefano Domenicali vuelve a insuflar esperanza confirmando que sus dos pilotos volverán a la lucha por el triunfo. Veremos.

Y todo esto mientras Renault, que estrena patrocinador, mantiene multitud de frentes abiertos, que abarcan desde su continuidad en 2010 a la identidad de su segundo piloto. De lo primero, pocas noticias aunque, por si acaso, Flavio Briatore se ha ofrecido a comprar el equipo si Carlos Ghosn, presidente de la alianza Renault-Nissan, opta por la retirada. De lo segundo, más de lo mismo. Nelson Piquet, cada vez más presionado, sigue sin cuajar un Mundial digno de la primera mitad de la parrilla mientras su cacareado sustituto, Romain Grosjean, no deja de asombrar a base de triunfos en la GP2...

Fernando Alonso, por su parte, recuperará su rol de siempre: la tediosa espera. Ahora bien, casi sin parecerlo, el asturiano ya ha encadenado cuatro carreras seguidas en los puntos, y tiene a los dos Toyota a tiro en la quinta y sexta plaza del Mundial de pilotos. Las victorias y los podios apuntan a un lejano horizonte, aunque en esta categoría de locos, nada es imposible entre ahora y el GP de Abu Dhabi. Parecida tesitura para Hamilton, sobre cuyos hombros recae el honor de McLaren...

El Gran Premio de Turquía empezará a definirse mañana a las 14 horas con la disputa de los ensayos, esta vez menos decisivos que en Mónaco. La carrera, el domingo a la misma hora.