Sastre se luce en el Monte Petrano y se mete en el podio

ITALIA.-  El ciclista español Carlos Sastre (Cervelo) logró hoy inaugurar su palmarés en el Giro de Italia tras adjudicarse la decimosexta etapa de la edición de 2009, con final en el Monte Petrano, donde el abulense se lució para dar un salto al podio de la ronda.

Reuters (EUROPA PRESS)

El ciclista español Carlos Sastre (Cervelo) logró hoy inaugurar su palmarés en el Giro de Italia tras adjudicarse la decimosexta etapa de la edición de 2009, con final en el Monte Petrano, donde el abulense se lució para dar un salto al podio de la ronda.

La jornada estaba marcada en rojo por el ganador del Tour de Francia 2008 y al final pudo sonreír por primera vez en la 'corsa rosa', con un triunfo de clase y de escalador, logrando además acercarse un poco más al líder, el ruso Denis Menchov (Rabobank), que salvó el día con menos problemas que ayer domingo.

Sastre lo hizo a su manera, la que exhibió en Alpe d'Huez. Fue un ataque lejano, cuando parecía haber dado algún síntoma de flaqueza anteriormente, y pudo con todos sus rivales, sobre todo Ivan Basso (Liquigas), el único que le intentó seguir porque la 'maglia rosa' prefirió controlar y marcar a Danilo Di Luca (LPR).

El español había superado con buenas sensaciones las anteriores etapas montañosas, pero hoy decidió pasar al ataque y tratar de recortar diferencias, acercarse al podio y apurar sus opciones para la victoria final, sabedor de que aún queda montaña para hacerlo.

De este modo, tras su exhibición de hoy, el ciclista español asciende a la tercera plaza, aprovechando el mal día tanto de Franco Pellizotti (Liquigas) como de Levi Leipheimer (Astana), que le precedían en la clasificación, aunque Menchov sigue a más de dos minutos, una distancia aún considerable y viendo el rendimiento del jefe de filas del Rabobank.

El Cervelo entró en acción, como ayer, a través del belga Serge Pauwels que se puso a tirar en las primeras rampas del Monte Petrano, las más duras, junto al Liquigas, que dejaba claro que Basso iba a presentar 'batalla' de nuevo.

El ganador del Giro de 2006 fue el primero en atacar, con respuesta de Menchov y Di Luca, y aunque Sastre se quedó relegado en un principio supo conectar con los favoritos, donde los únicos que fallaban eran Leipheimer y Pellizotti, tercero y cuarto en la general, respectivamente.

Por ello, el abulense, quinto clasificado, probó fortuna y buscó un ataque lejano como hiciese en el Tour, y con el 'permiso' de Menchov, que veía sus casi tres minutos con el español una distancia para no ponerse nervioso. Además, el ruso marchaba fino y sólo se preocupaba de Di Luca, que tras intentarlo, prefirió abandonar y quedarse junto al líder.

SASTRE FUERTE, MENCHOV SÓLIDO

Únicamente Basso, ex compañero de Sastre en el CSC, quiso ir a por el del Barraco, que demostró ser uno de los mejores escaladores del pelotón, 'devorando' a todos los osados que habían probado fortuna con una larga y numerosa escapada, y entre los que se encontraban dos ciclistas de clase como el italiano Damiano Cunego (Lampre) y el ucraniano Yaroslav Popovych (Astana).

Éste último se había quedado solo y afrontó así la última ascensión. El compañero de Lance Armstrong, que se descolgó para ayudar a Leipheimer, tuvo por momentos cerca la victoria, pero el cansancio y el ritmo del jefe de filas del Cervelo acabaron con sus opciones a falta de tres kilómetros.

A partir de ahí, Sastre supo mantener más de medio minutos con sus perseguidores, el trío formado por Menchov-Di Luca-Basso. El campeón del Tour no tuvo problemas para mantener su ventaja y alzar los brazos en la meta, arañando más de medio minuto a la 'maglia rosa', que atacó al final a Di Luca para coger algunos segundos de bonificación.

El del Rabobank aguantó con solidez su liderato por delante de Di Luca, que está a 39 segundos, mientras que Sastre se afianza de cara al podio, siendo su principal amenaza un Basso que cada día parece ir a más. Todos ellos, descansarán mañana antes de meterse en las jornadas decisivas, empezando el miércoles por la etapa con final en el Blockhaus y de tan sólo 83 kilómetros.