El misil norcoreano pone en duda la influencia de Pekín sobre Pyongyang

Pekín.-  China pidió hoy calma y moderación después de que Corea del Norte lanzara esta mañana un misil, en una provocación que pone en tela de juicio la supuesta influencia de Pekín sobre Pyongyang.

"Esperamos que las partes implicadas mantengan la calma y la moderación, manejen de forma adecuada este problema, y trabajen juntas para salvaguardar la paz y la estabilidad en la región", señaló en un comunicado la portavoz de turno de la cancillería china, Jiang Yu.

La tibia respuesta de Pekín se producía tres horas después del lanzamiento, cuando potencias como Japón, Corea del Sur o Estados Unidos ya se habían pronunciado y condenado con rotundidad lo que califican de "acto de provocación" por parte de Pyongyang.

El pasado jueves y en el marco de la reunión del G-20 en Londres, el presidente chino, Hu Jintao, aseguró al primer ministro japonés, Taro Aso, que su gobierno estaba haciendo todo cuanto estaba en su mano para persuadir por distintas vías a Pyongyang del lanzamiento.

Aunque el régimen estalinista norcoreano asegura que el objetivo del lanzamiento, al que ha calificado de exitoso, era poner en órbita un satélite de comunicaciones, los países de la zona creen que se trata en realidad de un misil de largo alcance.

No así China, principal aliado, valedor internacional y suministrador del aislado régimen de Kim Jong-il, que cree que Pyongyang ha lanzado un satélite.

"La República Democrática de Corea del Norte anunció con anterioridad el lanzamiento experimental de un satélite de comunicaciones. Hemos tomado nota del lanzamiento esta mañana, y de las respuestas de las partes relevantes", señalaba el comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores chino.

La nota reiteraba la habitual postura de Pekín en los conflictos que desencadena su díscolo vecino: "China continuará desempeñando un papel constructivo" para mantener la paz en la zona.

La respuesta de Pekín da claves para la que puede ser su postura en la reunión de urgencia que ha convocado para esta tarde el Consejo de Seguridad de la ONU, en el que China es uno de los cinco países con asiento permanente y derecho a veto.

"La opción de China es muy clara. Va a hacer un llamamiento contra cualquier acto que pueda complicar la situación", estimó en declaraciones a Efe el profesor de Política Internacional Shi Yinhong, de la Universidad Popular de China.

China y Rusia, ambos con derecho a veto, se han opuesto en ocasiones anteriores a aplicar sanciones drásticas contra el régimen de Pyongyang, que ha amenazado con retirarse del diálogo multipartito para la desnuclearización de la península en caso de que el lanzamiento de hoy sea castigado con nuevas sanciones.

Pekín es el país anfitrión de un diálogo en el que desde 2003 participan ambas Coreas, EEUU, Rusia y Japón y que, a pesar de los intermitentes boicot de Pyongyang y su prueba nuclear de 2006, ha arrancado del Norte avances como un compromiso de desarme a cambio de ayuda energética y reconocimiento político.

Durante estos años, Pekín ha tratado de convencer al régimen norcoreano de que puede llevar a cabo una apertura similar a la china manteniendo un gobierno de partido único, y al resto del mundo de que es un mediador internacional válido.

Pero el lanzamiento de hoy pone de nuevo en tela de juicio la capacidad de persuasión de Pekín, que es de esperar que esgrima en la ONU que el lanzamiento de un satélite no supone peligro suficiente como para imponer sanciones radicales.

"Creo que China ha tratado de convencer a Corea del Norte, pero su influencia es restringida. Ha llevado a cabo algunas diligencias, pero de forma limitada", asegura el profesor Shi.

En este sentido, el académico cree que su país no es el único que puede ejercer una influencia sobre el régimen norcoreano, "todos pueden influir. No creo que Estados Unidos, Japón o Corea del Sur no tengan capacidad para persuadir al régimen".