Chrysler se agarra a Fiat tras el ultimátum de Obama

Dicho y hecho. El ultimátum de Obama ya ha surtido efecto. Poco después de que el presidente estadounidense marcase un plazo a General Motors (GM) y Chrysler para "reestructurase", Chrysler ha anunciado que ha llegado a un acuerdo final con la italiana Fiat para formar una alianza. Mientras, GM ha dicho que agotará el tiempo otorgado por Obama para mejorar su plan de viabilidad y ha dejado abierta la puerta a una posible declaración de bancarrota al señalar que aunque preferiría reestructurarse "fuera de los tribunales", la empresa "tomará cualquier paso necesario" para tener éxito.

Acuerdo tras el ultimátum de Obama.

El presidente de Chrysler, Bob Nardelli, ha hecho público este acuerdo, "apoyado por el Departamento del Tesoro", a través de un comunicado. A principios de mes, la compañía estadounidense y la italiana llegaron a un pacto provisional, según el cual Fiat recibirá un 35% de las acciones de Chrysler a cambio de la transferencia de tecnología, modelos y la capacidad de distribución mundial. "Al proporcionar a Chrysler productos y plataformas, cooperación tecnológica y distribución global, Fiat fortalece la capacidad de Chrysler para crear y preservar puestos de trabajo en Estados Unidos", ha dicho Nardelli.

El directivo también ha asegurado que "Chrysler operará normalmente durante los próximos 30 días", el plazo de tiempo que ha marcado Obama a la compañía para su reestructuración.

Mientras, GM ha dicho que aprovecharán el plazo de 60 días para mejorar su plan de viabilidad, "incluida la reestructuración de las obligaciones financieras con los tenedores de bonos, sindicatos y otras partes interesadas". "Nuestra primera preferencia es completar esta reestructuración fuera de los tribunales (sin declarar la bancarrota). Sin embargo, GM tomará cualquier medida necesaria para reestructurar con éxito la compañía, lo que podría incluir un proceso supervisados por los tribunales", añadió el fabricante.

Henderson, que asumió la dirección de GM hoy tras la dimisión de Rick Wagoner, dijo estar "seguro de que el equipo de GM tendrá éxito y que un GM más fuerte y saludable jugará un papel importante en revitalizar la economía de Estados Unidos".

El plan de Obama

Ambos anuncios se producen poco después de que el presidente estadounidense diese un ultimátum a las compañías para presentar un plan de reestructuración más profundo y radical, de forma que Washington pueda invertir más dinero público en las dos compañías, que ya han recibido 17.400 millones de dólares desde diciembre.

Larry Downing (REUTERS)

El ultimátum hizo efecto.

En una comparecencia pública para presentar sus planes para el sector del automóvil, Obama reconoció que la supervivencia de Chrysler es "más difícil" que la de GM, por lo que consideró que el fabricante necesita un socio para "seguir siendo viable".

El presidente estadounidense destacó que el sector, "emblema del espíritu estadounidense" y símbolo del futuro éxito del país, tiene que sostenerse a sí mismo, y no depender del dinero de los contribuyentes por lo que solicitó a las dos compañías la toma de "difíciles decisiones".

Tras decidir que los planes iniciales presentados por GM y Chrysler el pasado 17 de febrero "no son suficientes para merecer los nuevas inversiones sustanciales que estas compañías están solicitando", Obama dijo que Washington proporcionará a GM dinero para que funcione durante 60 días y a Chrysler para que pueda operar sin problemas durante un mes. Durante ese tiempo ambas tienen que mejorar su plan de reestructuración.

Finalmente, el presidente se dirigió a los trabajadores del sector y les dijo que no puede "prometerles que no vayan a sufrir más. Pero puedo prometerles que lucharé por ustedes. Ustedes son la razón por la que estoy aquí hoy". Obama terminó señalando que "hay puestos de trabajo que no pueden ser salvados" y "plantas que no se reabrirán" y reconoció la frustración de los trabajadores afectados "por fallos que no fueron los suyos".