Ataques contra los medios e impunidad dominaron la segunda jornada de la reunión de la SIP

Asunción.-  Los persistentes ataques contra la prensa en América Latina y la impunidad que impera en los casos de asesinatos, principalmente en México, dominaron la segunda jornada de la reunión de medio año que la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) realiza en Paraguay.

Además del alto riesgo que hay en México para ejercer el periodismo, la Comisión de Libertad de Prensa advirtió de la falta de apertura en Cuba y de la "expansión del populismo" del mandatario de Venezuela, Hugo Chávez, a otros países de la región.

El presidente de la Comisión, Robert Rivard, dijo que "México sigue siendo el país más peligroso para el periodismo, especialmente para quienes reportan sobre el crimen organizado, los enfrentamientos entre los carteles de la droga y la intensificación de la campaña contra éstos por parte del presidente (Felipe) Calderón".

En la primera jornada de la Comisión, Rivard, del diario estadounidense San Antonio Express-News, precisó que de los seis asesinatos de periodistas reportados en el último año por el organismo, cuatro ocurrieron en México, uno en Venezuela y otro en Paraguay.

Con respecto a Cuba, el directivo del organismo que agrupa a dueños y editores de unos 1.300 medios impresos del continente, afirmó que en la isla "persisten otros problemas de larga data" y que "lo más notable es la absoluta represión a una prensa independiente y a la libertad de expresión".

"Las libertades civiles no existen bajo un segundo régimen castrista, el de Raúl (Castro, presidente de Cuba), al igual que bajo el largo régimen de Fidel (Castro)", indicó Rivard, para quien "la expresión más trágica de este estado policiaco oficial es el hecho que aún permanecen presos 26 periodistas independientes".

Además, opinó que "un creciente populismo se ha ido esparciendo los últimos años de la Venezuela del presidente Hugo Chávez hacia Ecuador, Bolivia, Honduras, Nicaragua, Argentina y otros países liderados por presidentes electos que comparten un deseo nada disfrazado de extender su propio poder político".

"Si bien los periodistas en el ejercicio enfrentan amenazas físicas, aquellos que son propietarios de medios impresos y televisión de estos países enfrentan amenazas económicas como el uso de la publicidad oficial para recompensarles o castigarlos", aseveró.

La Comisión de Libertad de Prensa e Información comenzó a deliberar hoy tras recibir los informes de los delegados de cada país de la situación de los medios de comunicación y el próximo lunes emitirá una conclusión, con la que se cerrará la reunión de Paraguay.

También lo hizo la Comisión de Impunidad, presidido por el mexicano Roberto Rock, del diario Universal, quien afirmó a Efe que su país registra el mayor número de asesinatos de periodistas en América Latina, región donde desde 1995 hasta ahora han muerto unos 100 informadores, de los cuales 24 denuncias fueron elevadas a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Unos de estos casos, el de Alfredo Jiménez Mota, fue detallado por Rock, quien explicó que el periodista, del diario El Imparcial de Sonora, desapareció el 2 de abril de 2005 en momentos en que se encontraba investigando temas vinculados al crimen organizado y a la seguridad pública.

La SIP aseveró además en su informe a la CIDH que las autoridades mexicanas no ha podido ofrecer al reportero las garantías de derecho a la vida, protección judicial y libertad de expresión, que están contemplados en la Convención Americana de Derechos Humanos.

El documento en cuestión fue entregado al secretario ejecutivo de la CIDH, Santiago Cantón, durante el seminario de "Relatoría Especial para la Libertad de Expresión", que forma parte de la ronda de diálogos de la SIP.

Ese debate también contó con la participación de Frank Larue, relator especial en Libertad de Expresión de las Naciones Unidas, y Catalina Botero, de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Larue opinó durante su alocución que "la impunidad es una enfermedad a combatir" y exhortó a "exigir que los estados frenen a la violencia y protejan a los periodistas, además de investigar y llegar a conclusiones reales".