Biografía no autorizada de Francisco Correa

Normalmente, los protagonistas de las grandes tramas de corrupción generan mucha expectación. En el caso de Francisco Correa, considerado 'cerebro' en las irregularidades que investiga Garzón, ni siquiera habíamos podido conseguir una foto actualizada de su persona. Pues bien, el magistrado ha trazado hoy, al hacer público el auto de prisión, las primeras líneas de la esperada biografía de Correa. Y hay que reconocer que, desde un punto de vista novelesco, los tejemanejes relatados en el auto no desmerecen ni un ápice las expectativas que había generado Correa. Eso sí, la de Garzón se trata de una biografía no autorizada, ya que seguramente no contaría con el visto bueno de su principal protagonista.

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Garzón.

Correa, el dadivoso

Quizás el punto más jugoso del auto es cuando Garzón afirma que Correa "da instrucciones para realizar dádivas a funcionarios públicos, con el fin de obtener un provecho económico para él y el grupo que dirige o para conseguir la paralización de procedimientos sancionadores que afectan a su patrimonio". Así, esta biografía comienza dibujando el perfil de un personaje dadivoso. Sin embargo, si leemos el diccionario nos encontramos que esa palabra se refiere a personajes "liberales y generosos", algo que quizás no se corresponda exactamente con las actividades que supuestamente llevaba a cabo el imputado, las cuales tal vez encajen mejor con otros términos, como los que se describen en el artículo 423 del Código Penal bajo la etiqueta de "cohecho".

Como consecuencia de estas acusaciones, es muy probable que algunos alcaldes o ediles de urbanismo acudan a sus próximos plenos algo nerviosos, revolviéndose y agitándose sobre la silla como aquella princesa acostada sobre un guisante en el cuento de Andersen. Y es que Garzón ha lanzado un aviso a navegantes, al asegurar que está investigando la identidad de los funcionarios y autoridades que podrían haber estado implicados en los sobornos, que se produjeron principalmente en las Comunidades Autónomas de Madrid y de Valencia. Y, la verdad, sabiendo que Garzón sigue tus pasos, a uno difícilmente puede llegarle la camisa al cuerpo.

Correa, el explorador

En un artículo de Lucía Méndez que se titula "Paco Correa, el hombre que quería vivir como los pijos", la periodista aseguraba que nuestro personaje inició toda su carrera empresarial en una agencia de viajes situada en las cercanías de la sede central del Partido Popular en Madrid. Quizás en aquel momento, en vez de pensar en los mejores destinos de vacaciones para sus clientes —el Caribe, Kenia, Nueva York...—, ya andaba pensando en el mejor destino para su futura fortuna —Suiza, las Antillas Holandesas, Islas del Canal...—. Y es que Francisco Correa manejaba supuestamente un tinglado ejemplar y controlaba a la perfección la geografía del blanqueo de capitales. "Consta un entramado de sociedades para colocar el importe en territorios offshore ('paraísos fiscales') o cuya falta de transparencia fiscal o cooperación impide, gracias a las técnicas de ingeniería financiera, alcanzar los fondos desplazados", reza el auto.

Pero la geografía española tampoco le era ajena a este hombre, ya que en España manejaba posesiones inmobiliarias en plazas lustrosas como Las Rozas, Sotogrande, Ibiza, Tarifa, Puerto Marina, entre otros. Sin embargo, tras la lectura del auto, nos quedamos con las ganas de saber hasta dónde asciende la fortuna amasada por Correa: "Ha llegado a reunir un patrimonio inmobiliario en España que tiene un valor muy elevado considerando el lugar donde están ubicados", escribe de forma algo escueta el juez Garzón.

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Trillo y Soraya, con el escrito de recusación.

Correa, el que se adapta

Como buen empresario, Correa era una persona que sabía leer las fluctuaciones del mercado y adaptarse a los cambiantes escenarios, como se deduce del texto de Garzón. Y es que "Correa —explica el magistrado— de forma prioritaria se dedica a la valoración de posibles negocios en distintos sectores económicos, fundamentalmente el inmobiliario, si bien ante la situación del sector busca nuevas opciones en cualquier lugar del mundo y en sectores que le generan alta rentabilidad y le permitan la inversión directa". De ahí que Correa se fuera a negociar a países como China, Azerbaiyán o Estados Unidos, según el juez.

Mutis por el foro

Esta expresión se utiliza en teatro para aludir a los personajes que abandonan la escena. Y eso es justamente lo que se disponía a hacer Correa en el momento de su detención, ya que, según el auto, Correa había planeado salir de España "el día siete de febrero o inmediatos" y había comenzado a gestionar la obtención de la residencia en un país de Centroamérica. La razón es que los imputados habían comenzado a sentirse investigados, por lo que la organización "estaba en proceso de desaparecer". La inminencia de la salida es la que motivó que se precipitaran las detenciones, lo que, en un principio, choca con la teoría del Partido Popular de que la operación responde a un intento de influir en los resultados de las próximas elecciones en el País Vasco y en Galicia.

Desde luego, quien no hace mutis por el foro —sino todo lo contrario— es el propio Partido Popular, que hoy se ha personado como acusación en el caso para tener la posibilidad de recusar al juez Garzón, "al haber mostrado una constante actitud de enemistad manifiesta" con el Partido Popular y "tener interés directo o indirecto en la causa de referencia". Sin embargo, a la vista de los precedentes que existen, la vía escogida por el PP para la recusación tiene pocos visos de prosperar, según explica el periodista José Yoldi en 'El País'.

Continuará

Garzón no se ha recreado mucho en los detalles porque se ha limitado a exponer las razones que motivan el ingreso en prisión provisional de Correa —junto al de sus supuestos secuaces Pablo Crespo y Antoine Sánchez— intentando preservar el secreto de las actuaciones y sin perjudicar las investigaciones que se están practicando. Finalmente, Álvaro Pérez 'El Bigotes' no compartirá destino con los otros tres imputados ya que el juez ha decidido dejarle en libertad, con la obligación de comparecer semanalmente en el juzgado y con la prohibición de salir del país. En todo caso, parece que todavía queda mucha tela que cortar. Lo reconoce hasta el propio Garzón en su auto: "La trama parcialmente desvelada, en este momento, no alcanza a la totalidad de las actividades delictivas que se pueden imputar, pero, extendiéndose a todas las personas que ya están imputadas, puede afectar a un mayor número".

Para saber más:

• El auto íntegro de Garzón (en pdf).
• El escrito de recusación del PP contra el juez (en pdf).