El fiscal mantiene su petición de penas para los hermanos acusados por el crimen de Ugena

Toledo.-  El fiscal mantiene la petición de las penas solicitadas para los hermanos Mónica y Francisco Javier M.S. acusados de matar con un cuchillo a César Consuegra, ex-pareja sentimental de la procesada, en el polígono industrial 'La Frontera' de Ugena (Toledo) el 12 de septiembre de 2006.

En la tercera sesión de la vista oral que se sigue con jurado popular en la Audiencia de Toledo, el fiscal del caso, Joaquín López, elevó a definitivas sus conclusiones con una única modificación al introducir el término de "dolo eventual" en la comisión del delito que no influye, sin embargo, en las penas.

Así, considera que Mónica debe ser condenada a catorce años de prisión por un delito de homicidio, mientras que para su hermano Francisco Javier, que está en libertad provisional tras pasar casi dos años en la cárcel, la pena ha de ser de doce años y seis meses de prisión.

Por su parte, el abogado de la familia del fallecido, considera que los acusados son autores de sendos delitos de asesinato por inducción y pide penas superiores a los quince años de prisión para cada uno.

También pidió al magistrado presidente del tribunal del jurado, Emilio Buceta, que se abra un procedimiento judicial por falso testimonio contra varios testigos que según él son los autores verdaderos del crimen, que relaciona con una trama de tráfico de drogas, pues, dos días antes del suceso aparecieron en ese polígono industrial dos mil kilos de cocaína.

Por su parte, el abogado Ángel Gómez San José, que defiende a Mónica, pide la absolución por entender que aunque es la autora del crimen, aplica la eximente completa de "miedo insuperable".

Como alternativa, la defensa de la mujer propone una eximente incompleta por miedo insuperable y las atenuantes de confesión y reparación del daño ocasionado al poner a disposición de la familia del finado la vivienda que la acusada tiene en la localidad madrileña de Humanes.

Asimismo, la defensa de Francisco Javier pide la absolución para su patrocinado por entender que ha quedado demostrado que no tuvo ninguna participación en los hechos.

Durante la sesión matinal se vieron media docena de informes periciales, uno de ellos relativo al análisis de tóxicos en la sangre y en el humor vítreo (líquido de los ojos) del fallecido elaborado por especialistas del Instituto Nacional de Toxicología.

El informe concluye que durante las horas previas a su muerte César había consumido una "cantidad considerable" de cocaína y éxtasis (MDMA).

También comparecieron dos peritos del departamento de Criminalística de la Guardia Civil que han determinado que de las seis huellas encontradas en el exterior del vehículo en que viajaron Mónica y César hasta Ugena cuatro son de Mónica.

Sin embargo, las dos restantes no pertenecen ni al otro acusado ni a ninguno de los otros dos hermanos (Esther y Daniel) que viajaron esa madrugada hasta el lugar de los hechos tras recibir varias llamadas de socorro de Mónica que les alertaba del peligro que estaba corriendo su vida porque César la quería matar, según la versión que ha dado la procesada.

Otros dos peritos biólogos de la Guardia Civil cotejaron el ADN de la saliva de los acusados con la sangre del fallecido y los restos biológicos hallados en el lugar del suceso y que han concluido que no se han encontrado restos que se correspondan con el perfil genético de Francisco Javier.

Asimismo, un informe elaborado por un psiquiatra y una psicóloga concluye que la acusada pudo cometer el crimen con un trastorno depresivo-ansioso provocado por los malos tratos que le pudo afectar "parcialmente" a sus facultades mentales.

La sicóloga Blanca Fernández también indicó que aunque no hay constancia anterior de malos tratos tenía la "impresión" de que Mónica no estaba fabulando cuando le relató el comportamiento violento del fallecido.

Durante esta sesión también se visionó un vídeo de 37 minutos sobre la reconstrucción de los hechos que acaecieron en la madrugada del 12 de septiembre de 2006 en el polígono industrial 'La Frontera' de Ugena en el que estuvieron presentes los acusados para recrear lo sucedido aquel día.

Al comienzo de la vista el magistrado presidente del jurado, Emilio Buceta, pidió a un cámara de una cadena de televisión que entregara la cinta de vídeo por entender que estaba grabando al jurado, aunque horas después le fue entregada para su emisión con la advertencia de que no apareciera ninguna imagen de las nueve personas que han de dar el veredicto del caso.