Cerebros en acción

El Gobierno de Francia está barajando la posibilidad de trasladar el cráneo de Descartes, que actualmente se encuentra en el Museo del Hombre, a la Prytanee de Sarthe, el lugar donde el padre de la moderna filosofía trabajó hasta poco antes de morir. Una anécdota. Parece evidente que lo importante no es el transporte o tráfico de cráneos, la carcasa, sino de sus contenidos, los cerebros.

Punset, todo actividad cerebral.

Buenafuente, sin ir más lejos, ha incluido a Eduard Punset en su nómina de colaboradores. El divulgador científico, economista, abogado y escritor cambia una vez al mes el laboratorio, el despacho, el estudio, o lo que sea, por el plató de La Sexta. Una mudanza interesante, puesto que nos permitiría disfrutar de toda una rareza: un individuo con actividad cerebral en televisión.

Antes ya podíamos hacerlo. No lo digo por los protagonistas de 'Terrat Pack' (La Sexta), que también, sino porque Punset lleva tiempo trabajando, por si ustedes no se habían dado cuenta, en TVE. No escriban 'Redes' en el buscador de la magnífica web de TVE, porque no aparecerá el programa de Punset, sino "Los prefijos telefónicos 905 serán de tarificación adicional desde este martes". O algo parecido. Sintonicen sin miedo la televisión pública, concretamente La 2, en la madrugada del domingo al lunes, a partir de la 1:25 horas. Lo que viene siendo un horario de lujo: el prime time de los conductores del metro, embalsamadores, camellos de guardia y porteros de discoteca.

Punset llega al programa de Buenafuente para ayudarnos a los telespectadores a "saber por qué somos como somos". Casi nada. No sé cuanto le pagará Buenafuente a Punset, pero ya les adelanto que es una miseria. No porque Andreu sea catalán, Dios me libre (Punset también lo es). Sino porque no hay dinero en todo el Terrat, ni siquiera en toda La Sexta, para pagar lo que vale la respuesta a esa eterna inquietud filosófica. Rajoy, sin ir más lejos, vendería su alma a Aznar por saber qué ha hecho él para ser como es. O por qué Esperanza Aguirre es así, y se empeña en que él no llegue a ser lo que quiere ser para ver si algún día puede serlo ella.