La banca perderá 2,2 billones de dólares por la crisis, según el FMI

Washington.-  La banca perderá 2,2 billones de dólares por la crisis en sus inversiones en títulos estadounidenses, según el FMI, que instó hoy a los Gobiernos a intervenir más en los mercados para anclar un sistema financiero que sigue a la deriva.

En octubre, el organismo había pronosticado que las pérdidas sumarían 1,4 billones de dólares, pero las carteras de préstamos se han deteriorado desde entonces con la caída brusca del crecimiento a nivel mundial.

Más de la mitad de los 2,2 billones están vinculados al mercado inmobiliario estadounidense, el origen de la crisis, según explicó en una rueda de prensa Jan Brockmeijer, el subdirector del departamento de mercados de capitales del Fondo Monetario Internacional (FMI).

La entidad cree que las inyecciones de capital público en los bancos han sido suficientes para compensar por las pérdidas asumidas hasta ahora, pero los números rojos continuarán y serán necesarios más fondos públicos, según el titular de ese departamento, Jaime Caruana.

El Fondo estima que los bancos estadounidenses y europeos necesitarán al menos 500.000 millones de dólares este año y el siguiente "para evitar un deterioro mayor" de sus balances, afirmó Caruana.

Además, será necesaria la intervención del Gobierno para liberarles de los títulos de mala calidad que lastran sus cuentas, una operación cuyo costo se desconoce, según reconoció Caruana.

"Si no se limpian los balances, no se restablecerá la confianza" en los bancos, alertó Caruana.

El ex gobernador del Banco de España señaló que una posibilidad es el establecimiento de "un banco malo" que compre todos los títulos tóxicos, una idea que sopesa el Gobierno de Barack Obama.

El problema es, sin embargo, determinar el precio de compra de esos activos, que no se cotizan porque nadie quiere adquirirlos.

Algunos analistas creen que esa propuesta sería muy costosa y cargaría a los contribuyentes con unos valores de ínfima calidad.

En cambio, la nacionalización de los bancos con problemas eliminaría la incógnita sobre el precio de los títulos y permitiría recuperar un mayor porcentaje del dinero público invertido, según esos expertos.

En la rueda de prensa, Caruana reconoció que en ciertos casos puede ser más conveniente la nacionalización de los bancos.

Pese a la incertidumbre sobre el éxito de las posibles intervenciones públicas, el Fondo dijo que quedarse de brazos cruzados no es una opción para los Gobiernos.

"La salud financiera es una condición necesaria para que haya una recuperación económica viable", alertó Caruana. A juicio del Fondo, si el sistema bancario no vuelve a la normalidad, los paquetes de estímulo económico caerán en saco roto.

Además de absorber las deudas de mala calidad que intoxican los balances de las entidades financieras, la entidad cree que los Gobiernos y bancos centrales deberán mantener la liquidez en el sistema e inyectar capital en los bancos.

"Todas estas medidas son necesarias, no se puede dejar de tomar ninguna de ellas", advirtió el economista jefe del Fondo, Olivier Blanchard.

La idea de adquirir los títulos hipotecarios tóxicos fue el motivo inicial del plan de rescate financiero de 700.000 millones de dólares lanzado por el Gobierno de George W. Bush en Estados Unidos.

Sin embargo, al final cambió de rumbo y nunca llegó a usar el dinero que obtuvo del Congreso para ese fin. Ahora la administración de Obama estudia qué hacer con los 350.000 millones de dólares que quedan en el fondo.

En los últimos meses, los problemas financieros del mundo rico se han extendido a los países en desarrollo, donde la restricción de crédito a nivel mundial ha golpeado en especial al sector privado, que ha pasado a depender más de préstamos bancarios a corto plazo, según el Fondo.

Al mismo tiempo, sus ingresos han caído por la ralentización brusca de la economía mundial, lo que hace temer más quiebras, alertó.

El miedo mundial a prestar también ha afectado a las operaciones comerciales y la falta de crédito se ha convertido en un impedimento para la importación y la exportación.

Como consecuencia, el comercio internacional se reducirá este año y el siguiente, según el Fondo, otra razón para llamar a los Gobiernos para que acudan al rescate.