PSOE y PP se emplazan a después de las navidades para tener listo el acuerdo

Madrid/Toledo.-  El PSOE y el PP se han emplazado a después de las navidades para rubricar el acuerdo definitivo sobre la reforma del Estatuto de Castilla-La Mancha, ya que faltan por concretar aspectos eminentemente técnicos y es necesario aún el visto bueno de las administraciones central y autonómica.

Los negociadores de ambos grupos parlamentarios hablan de "leves" diferencias, mientras que fuentes del Gobierno de Castilla-La Mancha han indicado a Efe que el acuerdo no está cerrado y han reiterado que hay cuestiones relacionadas con la política hidráulica que son "innegociables".

Así, el Ejecutivo regional exige que el texto resultante de la negociación conlleve mejoras "prácticas" para Castilla-La Mancha en el uso del agua, pero que también respete la voluntad política fijada por las Cortes castellanomanchegas en su propuesta de reforma, en la que aparece la fecha de caducidad del trasvase en 2015.

Las mismas fuentes han recalcado que si los grupos mayoritarios en el Congreso intentan rebajar el Estatuto más allá de esas "líneas rojas", la propuesta será retirada.

Sin embargo, según han destacado fuentes conocedoras de la negociación en el Congreso de los Diputados, parece seguro que la inclusión en el articulado de la fecha de caducidad del trasvase no figurará tal cual está ahora, toda vez que se trata de un "imperativo" cuya redacción actual chocaría con la competencia estatal.

Los negociadores, no obstante, manejan diversas fórmulas para incluir dicha referencia en el Estatuto, en el que también podría aparecer una reserva estratégica de agua para la Cuenca del Tajo.

Se trata del principal escollo de la negociación, pero las fuentes parlamentarias consultadas destacan que entre los partidos el pacto está prácticamente ultimado gracias a las numerosas reuniones de los últimos días, que han servido para que la elaboración conjunta de las enmiendas esté casi hecha.

Ese es el propósito del PSOE y del PP en el Congreso de los Diputados, en donde la tramitación de la reforma estatutaria se encuentra estancada desde la aceptación, por el pleno de la Cámara Baja, de la toma en consideración del nuevo estatuto, a mediados del pasado mes de octubre.

Desde entonces, y descontado el plazo inicial para la presentación de enmiendas, la tramitación ha recibido hasta seis ampliaciones de dicho plazo.

La demora, por tanto, no ha sido producto de disensiones entre los dos partidos, sino más bien de la complejidad de una negociación que los interlocutores de ambos bandos (al frente del PSOE, Ramón Jáuregui, y al frente del PP, Arturo García-Tizón) no han querido dar por terminada hasta conseguir un acuerdo completo.

Además de la política hidráulica, persisten aspectos que solventar relacionados con el modelo de financiación de Castilla-La Mancha, que habrá de estar supeditado al acuerdo sobre la reforma del sistema autonómico que el Gobierno presentará en breve.

A la espera de solucionar esas "leves" diferencias, socialistas y populares han decidido posponer el pacto definitivo a después de las vacaciones navideñas, es decir, a partir del próximo 6 de enero.

La intención inicial consistía en lograr el pacto antes de fin de año, lo que no será posible, pero ello no significa que las conversaciones hayan entrado en punto muerto pues tanto PSOE como PP están convencidos de que el acuerdo será una realidad en esas fechas.