Detectar el autismo a partir de los 3 meses permite reducir su aislamiento social

Córdoba.-  La detección de posibles transtornos de autismo en bebés a partir de los tres meses de edad permite aplicar de forma precoz un tratamiento adecuado y que puedan reducir los niveles de aislamiento social que conlleva esta enfermedad, según ha indicado la psicóloga norteamericana Martha Peláez.

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(EFE)

La detección de posibles transtornos de autismo en bebés a partir de los tres meses de edad permite aplicar de forma precoz un tratamiento adecuado y que puedan reducir los niveles de aislamiento social que conlleva esta enfermedad.

Peláez, que es especialista en el tratamiento de problemas del desarrollo, ha asesorado a los componentes del centro cordobés Al-Mudaris sobre cómo atender a los niños con estos problemas y cómo propiciar un entorno que no dificulte su desarrollo.

La psicóloga ha explicado a Efe que la detección precoz de este tipo de problemas, que afectan a un 5 ó 6 por ciento de la población, permite que los pequeños aprendan una serie de destrezas "de una forma más rápida", si bien es muy complicado detectar la enfermedad en bebés de tan corta edad.

Ha resaltado que las técnicas para la detección del autismo en edades tempranas se basan en la estimulación táctil, ocular o sensitiva que se llevan a cabo durante la interacción de los familiares con el bebé.

Ha indicado que los niños con autismo en sus primeros meses de vida ya comienzan a evitar la mirada y es muy difícil que respondan ante sonidos o afectos sociales, como la sonrisa o imitación.

Ante esto, Peláez ha señalado que es muy importante el entrenamiento de los padres, de los familiares y de los profesores para que "aprendan a interactuar de la mejor forma con el bebé".

Ha resaltado que muchos progenitores de forma intuitiva detectan el autismo en los niños, por lo que rápidamente buscan ayuda, mientras que otros se niegan a reconocerlo "por la fascinación de tener un hijo" y lo duro que resulta reconocer que tienen un problema.

En su opinión, es fundamental poner al alcance de los padres una serie de indicadores que permitan esa detección temprana del posible autismo de sus hijos.

Ha explicado que el autismo es un problema sin cura, aunque si se llevan a cabo unas buenas técnicas de aprendizaje sus efectos "se reducen y se pueden desarrollar destrezas como la lectura o el incremento del comportamiento social".

Por su parte, el director del Centro Al-Mudaris, José Julio Carnerero, ha indicado a Efe que son la única entidad privada a nivel andaluz dedicada a la enseñanza de niños con autismo de forma individualizada, ya que diseñan un programa adaptado a las habilidades de cada alumno en cada momento.

Ha explicado que la intervención es "intensiva" ya que el aprendizaje es de cinco horas diarias como mínimo y se basa en una metodología cuya efectividad ha sido demostrada de forma científica y que contempla una formación específica para los padres y los profesionales del centro.