Touriño pide prudencia a los usuarios pese al alto nivel de seguridad de la vía que hoy se abre

Santiago de Compostela.-  La nueva autovía del Barbanza, que esta tarde quedará abierta a la circulación al completo tras ser construida en un "tiempo récord" de 26 meses, cuenta con "el más alto" nivel de seguridad, pese a lo que el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, reclamó prudencia a sus usuarios.

ampliar foto

(EFE)

El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño (c) , el alcalde de Rianxo, Pedro Piñeiro y la conselleira de Política Territorial, María José Caride comparecen ante los medios esta mañana durante la inauguración la nueva autovía del Barbanza, que quedará abierta al tráfico hoy, entre las localidades coruñesas de Padrón y Ribeira.

El jefe del Ejecutivo gallego y la conselleira de Política Territorial, María José Caride, asistieron hoy al acto simbólico de inauguración de esta infraestructura, cuya construcción no sólo ha supuesto su desdoblamiento, sino que, al final, el 40 por ciento de la vía es nueva.

Tanto Touriño como la conselleira destacaron que la obra cuenta con los "el más alto estándar" de seguridad de las infraestructuras, como la protección para los motociclistas, que evidencia el compromiso del Gobierno, en palabras de Touriño, de transformar lo que fue, en su día, "congestión, falta de ambición, improvisación e inseguridad".

El presidente emplazó a "disfrutar" de la obra "con razón, con serenidad y con prudencia", mientras la titular de Política Territorial ahondó en esta idea al apostar por la "responsabilidad" de los conductores para hacer que las "lamentables" cifras de accidentalidad de la vieja vía pasen a ser "un mal recuerdo".

La inauguración ha ido precedida de la polémica inasistencia al acto de los alcaldes del PP de Ribeira, donde concluye la vía, y de A Pobra, así como el nacionalista de Boiro, aunque sí acudieron los populares de Lousame y Porto do Son.

Los alcaldes que no acudieron querían de esta forma expresar su malestar por la falta de solución a problemas que la construcción ha causado a vecinos de la comarca, si bien fuentes de Política Territorial insistieron en que pese a que se ha abierto hoy la vía por completo, la empresa constructora no se marchará hasta que todas las molestias estén subsanadas.

Así lo piensa también el alcalde socialista de Rianxo, Pedro Piñeiro, que se mostró satisfecho con la apertura de la vía, que consideró era la prioridad, y apuntó que ahora lo importante será resolver las molestias pendientes a los vecinos.

La autovía, que sustituye a la "mal llamada" vía rápida del Barbanza, una carretera con un elevado índice de siniestralidad, tiene 40 kilómetros de longitud, lo que la convierte en la más larga de la red autonómica.

Las obras para convertir la vía en autovía comenzaron el 10 de octubre de 2006 y culminaron en poco más de dos años, con un mes de antelación respecto al plazo contractual previsto.

La nueva autovía ha tenido una gran complejidad en su ejecución, ya que durante los trabajos se ha tenido que compatibilizar el tráfico con las obras, lo que ha añadido dificultades al proceso de construcción, que ha supuesto también la eliminación de las curvas que presentaba la vieja carretera, como las peligrosas de la zona de Vilas, en Rianxo, donde fallecieron en accidente decenas de personas.