Unasur afronta los desafíos de consolidarse y elegir a su secretario general

Costa do Sauípe (Brasil).-  Los líderes de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) afrontarán mañana en Brasil los desafíos de avanzar en la designación de su secretario general y consolidar su papel en la región, como el desempeñado en la reciente crisis institucional de Bolivia.

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(EFE)

Kirchner, que no parece dispuesto a renunciar sin presentar batalla, se ha movido para recabar apoyos y tratar de conseguir que la elección del secretario general no se adopte por unanimidad, sino por consenso mayoritario.

Los jefes de Estado y de Gobierno de los doce miembros de Unasur se reunirán mañana en el lujoso balneario brasileño de Costa do Sauípe, en el nororiental estado de Bahía, en el marco de la I Cumbre de América Latina y el Caribe.

La reunión está precedida por la polémica desatada tras el veto uruguayo a las aspiraciones del ex presidente argentino Néstor Kirchner de ocupar la secretaría general de este organismo multilateral creado en mayo de este año en Brasilia.

Uruguay le ha pasado factura a Kirchner por el enfrentamiento por la papelera de Botnia, instalada en la localidad uruguaya de Fray Bentos, y las pérdidas que ha sufrido el país tras dos años de bloqueo del puente fronterizo de Gualeguaychú por parte de ecologistas argentinos.

Kirchner, que no parece dispuesto a renunciar sin presentar batalla, se ha movido para recabar apoyos y tratar de conseguir que la elección del secretario general no se adopte por unanimidad, sino por consenso mayoritario.

Tampoco el uruguayo Tabaré Vázquez tiene intención de dar un paso atrás y ha llegado a amenazar con abandonar Unasur si se modifican las reglas del juego para permitir la designación de Kirchner, cuya candidatura fue propuesta por el ecuatoriano Rafael Correa y, según fuentes diplomáticas argentinas, cuenta el apoyo de la inmensa mayoría del grupo.

Perú ha entrado en la discusión para advertir de que "no es bueno para el comienzo de Unasur forzar una candidatura con tantas dificultades" como la de Kirchner e instar a sus socios a buscar una candidatura de "consenso".

Impulsada por Brasil, la Unasur, creada el pasado mayo, trata de consolidarse como un actor político de peso en la región y un instrumento capaz de representar los intereses de sus miembros y contribuir a resolver los conflictos internos pendientes.

Su papel ha sido relevante en la crisis institucional de Bolivia, con la creación de una "Comisión de la Verdad" que recientemente concluyó que las autoridades de la región de Pando son "responsables" de la masacre del pasado septiembre, en la que murieron 20 campesinos -en su mayoría seguidores del Gobierno de Evo Morales- y otros 70 resultaron heridos.

El informe de la Comisión no ha gustado a la derecha boliviana, que ha denunciado su supuesta parcialidad y ha pedido una nueva investigación.

Unasur también ha logrado un importante avance en materia de defensa regional con la aprobación del estatuto para constituir el Consejo Suramericano de Defensa como instancia de diálogo y cooperación en temas de seguridad.

La decisión, adoptada la semana pasada en una reunión en Chile -presidente temporal del organismo-, será ratificada mañana por los líderes de los Estados miembros.

Pero, más allá de avances puntuales como el Consejo de Defensa, los miembros de este organismo multilateral no han logrado limar sus diferencias internas ni acallar las voces críticas que, con frecuencia, surgen del seno de la organización, como es el caso del mandatario ecuatoriano.

Correa ha sido uno de los más críticos, al apuntar que Unasur es "un error estratégico", un organismo inoperante y "tremendamente burocratizado".

Las críticas de Correa, según analistas locales, suponen un duro golpe para su colega brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, que ha apostado por Unasur y por los mecanismos de integración regional, y responden a la creciente tensión política entre Brasil y Ecuador.

Heredera de la Comunidad Suramericana de Naciones, creada en Cuzco (Perú) en diciembre de 2004, la Unasur está integrada por Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Guayana, Perú, Paraguay, Surinam, Uruguay y Venezuela.