Iberia: la compañía y los pilotos se enseñan los dientes antes de Navidad

"Señoras y señores. El vuelo número XXXX de Iberia ha sido cancelado". La historia se repitió ayer hasta en 50 ocasiones. Y eso sin contar con las veces que la compañía tuvo que anunciar retrasos —el 40% de los aviones no despegaron a su hora—. El mal tiempo tiene su parte de culpa, pero hay algo más. ¿Una huelga de pilotos? La aerolínea dice que sí, pero el sindicato lo niega rotundamente. Sólo reconocen que efectivamente existe un conflicto laboral. Lo que muchos pasajeros no saben es que mañana hay una oportunidad de oro para avanzar en las negociaciones que enfrentan a los pilotos con la empresa y para resolver los problemas que acechan en un mes en el que los desplazamientos se multiplican por las vacaciones navideñas y las fiestas familiares.

(EFE)

¿Qué hay detrás? De momento, sabemos lo que ha pasado antes (semanas, meses e incluso años). Se trata del convenio colectivo de los pilotos de Iberia, que lleva casi once años sobre la mesa. Cuando algunos puntos ya estaban prácticamente zanjados, las conversaciones se cortaron por lo sano. Sin acuerdo y con la fusión con British Airlines a la vuelta de la esquina, el conflicto está servido.

¿Tiene esto algo que ver con los retrasos y las cancelaciones de los últimos días? Iberia tiene la mosca detrás de la oreja. Piensa que los pilotos están haciendo una huelga de celo, es decir, que están siguiendo el reglamento tan a rajatabla que está influyendo en el tiempo de realización de cada proceso. Eso se traduciría en los retrasos y las cancelaciones.

El Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla) contesta: "En ningún caso se movilizó al colectivo a una huelga". Conste en acta que el mismo sindicato reconoce que, en tal caso, "sería una huelga ilegal". Eso sí, los pilotos no están nada contentos. Según ellos, convenios aparte, "falta personal", ya que no se ha producido ninguna contratación desde hace cinco años, en los que se han ido o jubilado cerca de 300. "Ellos saben que necesitan al menos 100 pilotos más", aseguran desde la empresa. Ese es el motivo de su enfado, pero también el de los retrasos.

Iberia no se lo cree. "Aún en el caso de que faltaran pilotos, ¿por qué en el mes de noviembre registrábamos un 80% de puntualidad y un mes más tarde la tasa es del 50%?", se cuestiona una portavoz de la compañía, que reitera lo que, de momento, sólo son "sospechas" de una huelga encubierta de los pilotos.

La complicación radica en lo difícil que es demostrar que se ha cometido esa protesta "ilegal" ya que, una huelga de celo no es más que ceñirse estrictamente a lo que pone en el contrato. El Sepla reconoce que hay pilotos que se están negando a trabajar horas extra o a aceptar trabajo durante sus días de vacaciones cuando se lo pide la empresa, algo que, no sería ilegal, pero que está afectando al funcionamiento de la compañía.

Ni el dinero ni los horarios

Lo que sí parece claro es la relación entre los problemas de Iberia de los últimos días y la negociación del convenio. Según el Sepla, no es el dinero ni los horarios lo que bloquea el convenio. De hecho ya existen acuerdos verbales en materia económica, como las congelaciones y subidas salariales, las dietas o los baremos de vuelo y productividad. Los pilotos sostienen que las conversaciones se han estancando en tres puntos concretos, que se volverán a abordar mañana, cuando Iberia y sus pilotos vuelvan a sentarse sobre la mesa para seguir hablando:

• Los pilotos quieren que la T4 siga siendo de Iberia

El colectivo de pilotos cree que la fusión con British Airways afectaría a la regulación y el uso del aeropuerto de Madrid-Barajas. En definitiva, temen que sus colegas británicos les invadan su territorio en la terminal más nueva, que consideran propia.

• Piden que Iberia no pierda actividad por la fusión de Vueling y Clickair

El Sepla cree que Iberia podría ampliar su operatividad utilizando la compañía resultante de esta fusión, en detrimento de la actividad de los pilotos en rutas de corto recorrido.

• Para ellos, rebajar la autoridad del comandante de vuelo influirá en la seguridad

Para mal, claro está. El Sepla defiende mantener la autoridad —que ahora mismo es la persona que decide si el vuelo están en las condiciones de despegar— del comandante esgrimiendo que esta decisión influiría en la seguridad, ya que la compañía deciría en útlima instancia cuando tiene que volar un avión y cuando no. "Quieren rebajar por las presiones que sufren los pilotos cuando deciden no volar, porque el avión no están en condiciones, y aplicar sanciones más duras", sostienen desde el sindicato.

Con algunas de las cartas sobre la mesa, un buen número de iracundos pasajeros frustrados y más de uno pensándose si viajar o no con Iberia estas navidades, pilotos y aerolínea no parecen de humor para resolver sus diferencias, sino más bien se muestran dispuestos a enseñarse los dientes. A los hechos nos remitimos. Según Iberia, los culpables de la ruptura son los pilotos, que piden que se les aplique un régimen disciplinario "distinto al que actualmente aplica al resto de trabajadores de la aerolínea". El Sepla dice que Iberia se levantó de la mesa sin dar explicaciones.

Ahora la aerolínea amenaza con tomar medidas disciplinarias a los pilotos que estén en huelga encubierta. En el mismo plan, el sindicato habla de medidas, pero esta vez legales, si la compañía les obliga a "vulnerar ciertas leyes de Aviación Civil". Y eso que, tanto unos como los otros, aseguran que irán a la reunión de mañana con el mejor de sus talantes.