La división de la OSCE deja en el aire la cumbre de seguridad que quiere Rusia

Helsinki.-  La división interna empañó la conclusión hoy de la reunión ministerial de la OSCE y dejó en el aire la viabilidad de celebrar una cumbre para debatir la seguridad europea, tal y como desea Rusia.

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(EFE)

El presidente de turno de la OSCE, el finlandés Alexander Stubb, en la clausura de la reunión.

Los 56 países de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) no pudieron acordar un documento final de consenso debido a las diferencias entre los países occidentales y Rusia sobre Georgia, tras el conflicto que enfrentó a Tiflis y Moscú el pasado verano.

"No hemos logrado una declaración política. Ha sido una ocasión perdida, pero hemos estado muy cerca", se lamentó el presidente de turno de la OSCE, el finlandés Alexander Stubb.

Aún así, dijo que había sido "una reunión exitosa porque después de los acontecimientos de este verano (el enfrentamiento entre Georgia y Rusia) hemos estado todos sentados en la misma mesa".

El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, lanzó la propuesta de un nuevo pacto de seguridad ante sus colegas de la OSCE recalcando que Moscú desea encontrar "reglas de juego claras para restablecer la confianza, cuya ausencia está en la raíz de todos los problemas".

Lavrov planteó un único tratado legalmente vinculante para todo el espacio euroatlántico en una exposición en la que recordó exigencias conocidas de Moscú, como su rechazo al escudo antimisiles que planea EEUU en Polonia y República Checa.

La idea inicial sobre una cumbre de seguridad salió del presidente ruso, Dmitri Medvédev, y su homólogo francés, Nicolas Sarkozy, propuso que esa reunión se celebrase en el marco de la OSCE en 2009.

Ahora bien, sin un documento final en el que se señalen las prioridades de la organización y con divisiones evidentes, esa cumbre será más difícil que se celebre.

Esa dificultad la reconocía Grecia, la Presidencia entrante, aunque la ministra de Exteriores helena, Dora Bakoyani, dijo que se iba "a trabajar en ello para ver si era posible".

Otros diplomáticos consultados consideraban que no resultaba "conveniente" debatir ahora una propuesta rusa de ese calado a pocos meses de que hubiera invadido a otro miembro de la OSCE como Georgia.

Y es que las divergencias de Occidente con Moscú sobre el despliegue de tropas rusas en las regiones secesionistas georgianas de Osetia del Sur y Abjasia, así como el bloqueo del retorno de los observadores de la OSCE a esa zona, hicieron imposible cualquier compromiso, explicaron a Efe fuentes diplomáticas.

El acuerdo del alto el fuego del pasado agosto preveía el despliegue de un pequeño contingente de observadores de la OSCE, que finalmente no se ha producido por el bloqueo de Moscú.

Estas diferencias imposibilitaron un acuerdo que parecía al alcance de la mano horas antes y que incluso el subsecretario de Estado de EEUU para Asuntos Europeos, Daniel Fried, definió como el "más cercano desde 2002".

En ese año, bajo la presidencia portuguesa, la OSCE adoptó la última declaración política por unanimidad, lo que refleja la división en el seno de la organización que reúne a 56 Estados de América del Norte, Europa y Asia.

Otra fuente diplomática indicó a Efe que Moscú tenía esta vez voluntad de negociar para tratar de alcanzar un compromiso en el texto final y despejar así el camino a una posible cumbre para revisar el sistema de seguridad en Europa.

Así las cosas, el debate sobre la seguridad en Europa dividió la OSCE en dos bloques, aquellos países que consideran que la iniciativa es positiva, como Alemania, Francia, Italia y España, entre otros, y quienes la acogen con reservas, como EEUU, Reino Unido y la mayoría de los países de Europa del Este.

El presidente de la OSCE también recordó la existencia de "discrepancias" sobre la fecha y el contenido de una cumbre que Rusia espera que se celebre en 2009.

"Muchos de los miembros consideran que antes de que se organice una cumbre debemos estar seguros sobre qué es exactamente lo que vamos a discutir", precisó Stubb.