Los niños ocupan por primera vez los escaños del Congreso y leen la Constitución

Madrid.-  Una emoción inusual "se ha sentado" hoy en los 350 escaños del Congreso al ser ocupados por escolares de varios colegios madrileños, que, nerviosos, estaban a punto de leer la Constitución, en la víspera de su XXX aniversario, desde el mismísimo lugar en que Zapatero y Rajoy defienden sus propuestas.

Antes de que el presidente del Congreso, José Bono, diera comienzo a esta sesión especial, los diputados "por un día" han guardado un minuto de silencio, que ha sido seguido de un solemne aplauso.

El mismo que ha arrancado después de que Bono recordara al empresario asesinado ayer por ETA en Azpeitia (Guipúzcoa), Ignacio Uria, y expresara en nombre de todos el "dolor, el pésame, la solidaridad" y el "deseo de suerte" a la Guardia Civil y a la Policía para que detengan cuanto antes a sus asesinos.

Este es el primer acto que se celebra con motivo del XXX aniversario de la Constitución y la primera vez que estudiantes de secundaria leen ininterrumpidamente la Carta Magna "en la casa de la soberanía popular", como les ha recordado Bono.

Antes de que el presidente entrara en la Cámara, acompañado de los miembros de la Mesa del Congreso Teresa Cunillera, Ana Pastor y José Ramón Beloki, el bullicio que se escuchaba en el hemiciclo, en el que sólo estaban libres los asientos reservados a los miembros del Gobierno, era un poquito más elevado que el que generan los diputados.

Algunos chicos, desde sus escaños, querían ya su cuota de protagonismo y reclamaban la atención de los fotógrafos para que les inmortalizaran en este momento histórico para ellos, otros se saludaban efusivamente de un extremo a otro. Pero todo en un clima alegre y distendido, el mismo que algunas veces se echa de menos cuando actúan los diputados "de verdad".

Sonaron entonces las campanas que llaman a pleno y se hizo un silencio absoluto. Bono tomó la palabra para darles la bienvenida y ofrecerles una pequeña lección de historia constitucional, de manera que les recordó que no hace tantísimo tiempo, en el siglo XIX, el sufragio que existía era censitorio, es decir, restringido a los que tenían un determinado nivel de renta.

Después, Bono repasó la Constitución de 1812, la primera, que consagraba literalmente "la felicidad de esta nación" como objetivo y luego regresó al momento actual, en el que, según les ha dicho, "hay muchas personas que tienen las misma dignidad y los mismos derechos que vosotros, pero no se les permite pensar y ser libres".

Los estudiantes, que han leído durante más de dos horas los 169 artículos de la Constitución, incluido el preámbulo, abandonaron la Cámara encantados por la oportunidad que han tenido de subirse a la tribuna y leer cada uno de los artículos de un texto que rige desde antes de que ellos nacieran.

Unos cuantos han reconocido que la sesión les ha parecido un poco larga, aunque muchos se han entretenido intercambiándose mensajes desde los ordenadores que cada diputado tiene en su escaño y que en las pantallas aparecían firmados no por ellos sino por los nombres de los parlamentarios.

También les hubiera gustado compartir la lectura de la Constitución con los personajes famosos que habían elegido para ello, como Rafael Nadal, Iker Casillas, Elena Anaya, Miguel Bosé o los Estopa, una iniciativa que se frustró por discrepancias en la Mesa del Congreso.