Valladolid.- La ola de frío que ha asolado Castilla y León en los últimos días ha provocado que la temporada de esquí en la región se haya adelantado y que en las proximidades del puente de la Constitución, el 56 por ciento de los kilómetros de pista de las estaciones de esquí esté disponible para la práctica deportiva.
La estación de San Isidro, situada en la localidad leonesa de Puebla de Lillo.
A día de hoy, de los más de 55 kilómetros esquiables repartidos en las siete estaciones de esquí de la comunidad, poco más de 31 están abiertos. Una situación que contrasta con la de años anteriores, dado que no era hasta mediados de diciembre cuando estos centros de deporte y ocio abrían al público.
La estación que se encuentra a mayor rendimiento es la de Leitariegos, situada en el noroeste de la provincia de León, dado que se encuentra abierta desde el pasado fin de semana con el cien por cien de los kilómetros esquiables habilitados.
Así, diez pistas (cinco de categoría roja, cuatro azules y una verde) dispuestas en siete kilómetros, están abiertas para el disfrute de los amantes de este deporte, que podrán acceder a las mismas desde cinco de los seis remontes que posee, y que pueden albergar hasta unos 5.160 viajeros a la hora.
Otra de las estaciones leonesas, la de San Isidro, que es la que cuenta con más kilómetros de pista esquiables de todo Castilla y León (24), también está funcionando con relativa normalidad, puesto que cuenta con 15 kilómetros abiertos, distribuidos en doce pistas, de las 25 que posee.
San Isidro, situada en la localidad leonesa de Puebla de Lillo, está dividida en cuatro sectores: Cebolledo, Requejines, Riopinos y Salencias.
En la provincia de León, también se encuentra un pequeño centro de montaña, El Morredero, localizado en la zona de El Bierzo, que posee 4 kilómetros de dominio esquiable repartidos en ocho pistas a las que se accede por dos remontes. De momento, está cerrada para el uso deportivo.
La provincia de Salamanca goza de la estación de La Covatilla, ubicada en la sierra de Béjar, que, a fecha de hoy, funciona al 77 por ciento, puesto que de sus 19 kilómetros, 14,8 están abiertos, con 14 pistas dispuestas para el deleite de los aficionados al esquí y el snowboard, que ya pudieron disfrutar de la montaña bejarana el pasado fin de semana.
Mientras, la provincia de Burgos alberga dos estaciones, aunque de dimensiones menores a las anteriores: el centro de esquí La Lunada y Valle del Sol.
La Lunada, es una estación emplazada en el la localidad burgalesa de Espinosa de los Monteros que posee siete pistas distribuidas en 1,6 kilómetros de dominio. Sin embargo, aún no está abierta para la actividad deportiva y sólo para uso turístico.
La otra estación burgalesa, Valle del Sol, enmarcada en el municipio de Pineda de la Sierra, cercano a la frontera con La Rioja, dispone de un remonte operativo que funciona en días de bastante nieve y discurre por una pista de nivel fácil, lo que la convierte en un centro dirigido sobre todo al turismo.
En Segovia se encuentra la estación de esquí La Pinilla, que está ubicada en el macizo de la sierra de Ayllón, en el municipio de Cerezo de Arriba.
Posee 18 kilómetros, divididos en 10 pistas de dificultad roja, 8 azules y 4 verdes que tienen previsto abrir al público este viernes, puesto que las últimas nevadas han incrementado los espesores de nieve.
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