La futura normativa europea de fitosanitarios hace "saltar las alarmas" en los productores

Madrid.-  La futura normativa comunitaria sobre la venta de fitosanitarios, que se debate actualmente en Bruselas, ha provocado que en el sector hortofrutícola español hayan "saltado las alarmas" y hayan advertido de que la viabilidad de sus explotaciones peligra si sale adelante en sus términos actuales.

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(EFE)

La futura normativa comunitaria sobre la venta de fitosanitarios, que se debate actualmente en Bruselas, ha provocado que en el sector hortofrutícola español hayan "saltado las alarmas" y hayan advertido de que la viabilidad de sus explotaciones peligra si sale adelante en sus términos actuales. En la imagen, unos naranjos.

El Parlamento Europeo votará, previsiblemente el próximo enero, el informe de la Comisión de Medio Ambiente sobre la comercialización de fitosanitarios, para pasar posteriormente al Consejo de Ministros para una segunda lectura en mayo.

La publicación del texto podría tener lugar en junio, entrando en vigor veinte días más tarde de esta fecha, y aplicándose dieciocho meses después.

Entre las novedades que introduce, figuran la pretensión de eliminar la inmensa mayoría de herbicidas, fungicidas o insecticidas, y la de limitar el uso de los permitidos antes del año 2013 hasta en un cincuenta por ciento.

En las principales zonas hortofrutícolas españolas, la preocupación es creciente, ya que la viabilidad de producciones como los cítricos o la fruta dulce depende en gran medida de la capacidad de los productores para gestionar las plagas comunes.

Estos cultivos están presentes de forma significativa en la mayoría de las Comunidades Autónomas, si bien destacan Andalucía, Aragón, Cataluña, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Extremadura y la Región de Murcia.

La producción exportable se concentra en un número reducido de comunidades, ya que en el caso de las hortalizas, Andalucía, Valencia, Murcia y Canarias representan en torno al 88 por ciento de la exportación total española, y en el de las frutas, Andalucía, Valencia, Extremadura, Murcia y Cataluña suponen el 96 por ciento.

Por esta razón, la Federación Española de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex) se ha sumado a la "gran preocupación" del sector y ha lamentado que Bruselas no haya tenido suficientemente en cuenta el impacto negativo que puede tener sobre las producciones mediterráneas.

Los agricultores han denunciado que una normativa tan restrictiva como la que se plantea les dejará "sin armas", ya que no existen de momento otras alternativas eficaces para combatir plagas que pueden causar daños irreversibles a los cultivos.

Las principales organizaciones agrarias y de productores y exportadores han coincidido, en declaraciones a Efeagro, en que los criterios empleados para elaborar la propuesta de normativa "no son científicos" ni "rigurosos" y lamentan que en Bruselas se hayan impuesto las tesis ecologistas "más radicales".

En Murcia, la Asociación de Productores Exportadores de Frutas, Uva de Mesa y otros productos agrarios (Apoexpa) considera que la propuesta de Reglamento es "enormemente restrictiva", con consecuencias nefastas sobre este sector, en el que puede provocar una caída de su producción de entre un 30 y un 40 por ciento.

El presidente de esta organización, Joaquín Gómez, ha explicado que se prevé que, si culminan las restricciones planteadas para la venta de fitosanitarios, se pueden perder unas 40.000 toneladas de uva de mesa y fruta de hueso, cuya producción se sitúa habitualmente, en unas 200.000 toneladas.

Ha asegurado que en los últimos treinta años no se ha generado ningún tipo de alerta sanitaria en el sector de los vegetales y ha defendido que los controles que se aplican en materia de fitosanitarios "son muy rigurosos".

Ha considerado que sería, por tanto, un grave error eliminar del mercado un elevado porcentaje de productos fitosanitarios porque se reducirán drásticamente las posibilidades de combatir ciertas plagas.

La Asociación de Productores Exportadores de Tomate y Lechuga de Murcia (Proexport) coincide, también, en la premisa de que se está transmitiendo a los consumidores "la falsa imagen de que la agricultura tradicional no es saludable, cuando los productos fitosanitarios aprobados superan muy estrictos controles sanitarios".

Ha recordado que las autoridades europeas deben exigir lo mismo a todos los productores hortofrutícolas, independientemente de su procedencia, ya que "no se entiende que a los de la Unión Europea se les exijan unos requisitos que después no se cumplen para las importaciones de terceros países, que sí emplean productos que están prohibidos en el territorio europeo".

Para la Asociación Provincial de Empresarios Cosecheros Exportadores de Productos Hortofrutícolas de Almería (Coexphal), la normativa planteada es "muy restrictiva", no está basada en criterios científicos y constituye una amenaza para un sector, que en esta provincia ha logrado un fuerte avance del control biológico de las plagas.

"Es como si los médicos recetaran tan sólo zumo de naranja cuando sufres un fuerte resfriado", ha precisado la organización, que ha recordado que el uso de fitosanitarios es fundamental para combatir las plagas habituales en determinadas producciones.

La industria fitosanitaria española, por su parte, ha augurado que el sector "corre un serio peligro" si sale adelante la normativa comunitaria, y que, en sus actuales términos, supondrá la desaparición de un noventa por ciento de los insecticidas y ha recordado que para ellos aún no existen alternativas.