Lula visita el estado inundado donde el número de muertos puede llegar al centenar

Brasilia.-  El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, sobrevoló hoy el inundado estado de Santa Catarina, cuya situación consideró trágica y donde el número de muertos por las lluvias podría superar el centenar, según los organismos de socorro.

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Lula sobrevoló en helicóptero el noreste del estado, la región más afectada por las precipitaciones que desde el pasado fin de semana azotan el sur y sureste de Brasil.

El último balance de la Defensa Civil de Santa Catarina, divulgado esta tarde, da cuenta de 86 muertos, 30 desaparecidos, 54.039 damnificados y más de 1,5 millones de afectados de alguna forma por la catástrofe.

Otras dos personas murieron en Río Bonito, estado de Río de Janeiro, también por las fuertes lluvias, según la Alcaldía, que declaró la emergencia en esa jurisdicción.

Lula y su ministro de Defensa, Nelson Jobim, se encontraron en el aeropuerto de la ciudad de Navegantes con el gobernador catarinense, Luiz Henrique da Silveira, con quien luego sobrevolaron la zona inundada.

En Río de Janeiro, antes de partir hacia el sur, Lula dijo que el motivo de su viaje sería "prestar solidaridad al pueblo que vive una tragedia por cuenta de la cantidad de lluvia" caída en la zona desde hace varios meses y que se intensificó el pasado fin de semana.

Los temporales cesaron en parte, pero el enorme volumen de las precipitaciones saturó el suelo, causó extensas inundaciones y deslizamientos de tierra que destruyeron edificaciones y carreteras.

Según la Defensa Civil de Santa Catarina, los municipios de Sao Bonifacio, Luiz Alves, Sao Joao Batista, Río dos Cedros, Garuva, Pomerode, Itapoa y Benedito Novo están completamente aislados por las inundaciones y sólo se puede llegar a ellos con alimentos y medicinas por vía aérea.

En seis localidades (Gaspar, Río dos Cedros, Nova Trento, Camboriú, Benedito Novo y Pomerode) los alcaldes declararon el "estado de calamidad pública".

La situación es dramática en la ciudad de Itajaí, de 130.000 habitantes, donde las aguas cubren cerca del 80 por ciento del perímetro municipal y paralizaron las operaciones del puerto, según las autoridades locales.

Itajaí y otras ciudades fueron escenario en las últimas horas de una ola de saqueos de comercios por parte de personas que decían buscar alimentos porque, debido mal tiempo reinante en la zona, los helicópteros de rescate tienen dificultades para llevar provisiones.

Los municipios que han registrado hasta ahora el mayor número de muertes por la catástrofe natural son Blumenau, con 20, e Ilhota, con 18.

A su regreso a Brasilia, Lula firmará un decreto que destina 1.600 millones de reales (unos 696 millones de dólares) para socorrer a las víctimas de las lluvias y las inundaciones en Santa Catarina, Río de Janeiro, Minas Gerais y Espíritu Santo.

La mayor parte de esos recursos serán para Santa Catarina, según la ministra jefe de la Casa Civil (Presidencia), Dilma Rousseff, quien prometió que el Gobierno hará "las inversiones necesarias para la recuperación" de ese próspero estado del sur del país.

Además de ese desembolso, el Ministerio de Hacienda aportará 370 millones de reales (unos 160 millones de dólares) por medio de operaciones con títulos públicos, según el Gobierno.

El ministro de Salud, José Gomes Temporao, que visitó la zona afectada esta mañana, anunció que esa cartera enviará a Santa Catarina 17 toneladas de medicamentos y material para hospitales y también hará un desembolso adicional 100 millones de reales (unos 43 millones de dólares).

Las medicinas son básicamente para el tratamiento de enfermedades comunes en lugares donde ocurren inundaciones, tales como leptospirosis, hepatitis y diarrea, señaló ese Ministerio.

Gomes Temporao anunció además que pedirá al Ministerio de Defensa la instalación de un hospital de campaña en la zona para atender a los miles de damnificados.

"Esa es una decisión rápida para facilitar, sin burocracia, los recursos necesarios para el estado", manifestó.

Mientras tanto, centenares de camiones están a la espera de que se reabra el tráfico por cerca de 20 carreteras del estado para poder llevar ayuda humanitaria.