Las precipitaciones en las cuencas del Júcar y Segura disminuirán más de un 25%, según los ecologistas

Alicante.-  Las aportaciones en forma de lluvia a las cuencas del Júcar y el Segura disminuirán entre un 25 y un 30 por ciento a final de siglo respecto a los niveles actuales, lo que provocaría que el déficit hídrico de ambas supere con creces los mil hectómetros cúbicos.

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(EFE)

Las aportaciones en forma de lluvia a las cuencas del Júcar y el Segura disminuirán entre un 25 y un 30 por ciento a final de siglo respecto a los niveles actuales, lo que provocaría que el déficit hídrico de ambas supere con creces los mil hectómetros cúbicos.

Así lo ha indicado hoy a EFE el coordinador de Ecologistas en Acción en la Comunitat Valenciana, Carlos Arribas, al ser preguntado por el informe sobre los efectos del cambio climático en las cuencas del Júcar y del Segura presentado el pasado jueves por el catedrático de Análisis Geográfico y director del Laboratorio de Climatología de la Universidad Jaume I de Castellón, José Quereda.

En el citado estudio se expone que las precipitaciones en la ribera del Ebro aumentarán, mientras que las cuencas del Júcar y el Segura presentarán un déficit hídrico de algo más de mil hectómetros cúbicos por el descenso de las lluvias en un 5 por ciento y el aumento de un grado centígrado de la temperatura en el horizonte 2030-2050.

Arribas ha opinado que la solución del déficit hídrico previsto en el Segura pasa por disminuir la superficie cultivada, puesto que se han producido "roturaciones ilegales" en los últimos años, lo que ha provocado que su cuenca sea "insostenible".

Los ecologistas abogan también por un "uso eficiente del agua" en todos los sectores de producción y en el consumo humano, que genere una "nueva cultura hídrica" en la que la población esté concienciada de su escasez y, por consiguiente, lo ahorre y lo use en la justa medida.

Arribas ha indicado que las precipitaciones sólidas y líquidas en la cuenca del Ebro, y, por lo tanto, el caudal circulante, disminuirán progresivamente hasta el final del siglo XXI, pero "ese descenso será más acusado en los caudales del sureste" por los efectos del cambio climático.

Sobre la disminución del caudal del Ebro, el portavoz ecologista ha considerado que esa situación "ya se está comprobando", pues las precipitaciones, tanto en forma de nieve como de lluvia, han descendido.

Además, a lo largo de esa cuenca se ha registrado "una reforestación natural" y los nuevos árboles absorben el agua que debería ir a parar a la cuenca, lo que causa que haya menos en la escorrentía, ha señalado.

Arribas ha afirmado también que el caudal del Ebro disminuirá "en un porcentaje significativo", aunque ha matizado que prever el índice de decrecimiento es "una cuestión difícil de dilucidar".

El coordinador de Ecologistas en Acción ha estimado que el aumento de las temperaturas podría superar los dos grados centígrados, lo que pondría al clima en "una situación crítica".

El aumento de la temperatura contribuirá, asimismo, al descenso del caudal, puesto que al hacer más calor, se consume más agua, tanto para abastecimiento humano como para riego.

Según el coordinador ecologista, el cambio climático viene dado por la emisión de gases de efecto invernadero, y no por el aumento de la actividad solar.