Una jueza ordena encarcelar al presunto agresor de una joven en San Sebastián

San Sebastián.-  La titular del Juzgado de Instrucción número 3 de San Sebastián ha decretado hoy prisión provisional para el presunto autor de una agresión sexual sufrida por una joven la madrugada del pasado sábado en el barrio donostiarra de Riberas de Loiola.

En el auto en el que ordena el encarcelamiento del imputado, al que hoy ha tenido acceso Efe, la juez considera que existen "motivos suficientes" para considerarle "responsable" de estos hechos y opina que, "sin perjuicio de una ulterior y más depurada calificación", ha quedado "acreditado" que agredió a la chica sobre las 5:30 horas del pasado 25 de octubre.

El documento judicial precisa que la agresión sexual tuvo lugar "en el interior del garaje", después de que el presunto autor de los hechos abordara por detrás a su víctima "en la puerta del portal de su domicilio".

El texto aclara que el supuesto agresor ha sido "identificado fotográficamente" por un testigo, que se encontraba en el lugar y que le ha reconocido como "la persona que perseguía a la víctima" en el lugar de los hechos.

La titular del juzgado cita en su escrito otros indicios como el hecho de que en el momento de su detención el sospechoso portaba un llavero propiedad de la víctima, y el hallazgo de una huella dactilar del imputado en un botón del ascensor que hay en el lugar en el que se produjeron los hechos.

El auto alude además a las "múltiples contradicciones" en las que ha incurrido en su declaración el acusado sobre la hora en la que aquel día llegó a casa, respecto a lo manifestado por las distintas personas con las que estuvo aquella noche.

La magistrada recuerda también que el procesado "ya fue detenido apenas hace tres meses" por otra presunta agresión sexual, cuando al parecer realizó diversos tocamientos a una mujer en un ascensor.

El documento cita asimismo otros motivos que llevan a la juez a decretar la prisión provisional incondicional para el sospechoso, como la posibilidad de que, en caso de quedar en libertad, pudiera eludir la acción de la Justicia o repetir hechos delictivos de la misma clase, así como el "desasosiego" y "alarma social" que ha provocado en Guipúzcoa este suceso.

Por todo ello, la magistrada cree que existen "sólidos indicios probatorios, en el estado en que se encuentra la causa de la participación del imputado" en un delito de agresión sexual tipificado en el artículo 178 del Código Penal, que establece una pena de entre uno y cuatro años de cárcel para quien "atentare contra la libertad sexual de otra persona con violencia o intimidación".