ELA aboga por que el sindicalismo tenga "su propia agenda"

Pamplona.-  El candidato a la secretaría general de ELA, Adolfo Muñoz "Txiki", ha abogado hoy en Pamplona por que el sindicalismo tenga "su propia agenda" y "rompa amarras con cualquier condicionante externo que limite la defensa de los intereses de los trabajadores".

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(EFE)

El secretario general de ELA Joxe Elorrieta (d), y Adolfo Muñoz, candidato a la secretaría en el próximo congreso que dicho sindicato celebrará en Bilbao, antes de comenzar una rueda de prensa que ambos dirigentes han ofrecido hoy en Pamplona.

Estas ideas, recogidas en la ponencia que se debatirá en el XII Congreso Confederal que se celebrará los próximos días 26 y 27 de noviembre en Bilbao, han sido expuestas por Muñoz en una rueda de prensa en la que ha estado acompañado por el todavía secretario general José Elorrieta y el coordinador en Navarra, Mitxel Lakuntza.

El congreso se desarrollará en el Palacio Euskalduna con la asistencia de 736 delegados y bajo el lema "Langileekin" (Con los trabajadores), que tiene por objeto subrayar "el compromiso" del sindicato con la clase trabajadora y al mismo tiempo, haciendo un juego de palabras, expresa "el dinamismo de la clase trabajadora".

En el orden del día figura el debate y aprobación de una ponencia que "no incluye grandes novedades", según Muñoz, quien ha explicado que en ella se recogen las reflexiones que "día a día" hace ELA, una organización "de clase, abertzale, que defiende la soberanía de Euskal Herria y que cree que ésta se tiene que conseguir por vías estrictamente civiles y democráticas".

En ella se analiza también el modelo de sociedad y la negociación colectiva, dos conceptos, en su opinión, "muy unidos, ya que lo que ha pasado en el mundo es que la política ha cedido todo el terreno al capital, ha dejado de hacer política pensando en la sociedad y ha hecho lo que le ha pedido el mundo empresarial y del capital".

Esto, según Muñoz, hace que "los principales responsables de lo que está pasando" sean "los gobiernos que han decidido poner la política al servicio del capital".

Frente a eso ELA apuesta por la fortalecer la negociación colectiva y reivindica el rechazo a la moderación salarial, la recuperación de la progresividad fiscal y el aumento del gasto público social.

En este contexto ha subrayado que "el sindicalismo tiene que tener su propia agenda, buscar su espacio mirando a los trabajadores y buscar sus fuentes de financiación en la afiliación".

Por lo tanto, ha añadido, "tiene que romper amarras con cualquier condicionante externo que limite la defensa de sus intereses, sea patronal o sea gobierno, para articular acción sindical, para hacer negociación colectiva reivindicativa y para organizar a los trabajadores".

"Eso es incompatible con el diálogo social", según Muñoz, quien refiriéndose en concreto al caso de Navarra, ha afirmado que el diálogo social es "un fracaso estrepitoso en las reformas laborales, en la temporalidad, en la limitación de la siniestralidad y la reducción del desempleo".

Tras apuntar que "el diálogo social en lo único que no fracasa es en la financiación de las organizaciones que forman parte del mismo", ha precisado que defienden un diálogo social pero no como el que se está haciendo, ya que se limita a "legitimar las políticas de los gobiernos".

Por todo ello ha concluido que "el sindicalismo tiene muchísimo trabajo que hacer, tiene que estar muy cerca de la gente a la que representa".

En la que ha calificado como su despedida de los medios de comunicación de Navarra Elorrieta, quien ha estado al frente del sindicato durante veinte años, desde noviembre de 1988, ha destacado la representatividad que su organización ha logrado en la Comunidad foral (21,5 por ciento, a tres puntos de CCOO y a menos de diez de la UGT) y se ha mostrado optimista respecto al futuro.

Sobre la nueva ejecutiva, que con toda probabilidad saldrá del próximo congreso, ha dicho que es la culminación de un proceso de renovación que comenzó en 1999. La edad media de los doce miembros (cuatro de ellos son mujeres) es de 41 años y su experiencia media en la Ejecutiva supera los siete años.